Qué consecuencias puede tener el running excesivo
Es uno de los deportes que más ha crecido en los últimos años, tanto en Argentina como en el mundo
01/05/2018 - 08:00hs
El ejercicio físico es una actividad recomendada para todas las edades. En mayor o menor medida, los beneficios que puede traer al organismo son infinitos, desde bajar de peso y tonificar los músculos, hasta la reducción del estrés y el incremento de la calidad de vida.
Sin embargo, una dosis excesiva de actividad física -de cualquier tipo- puede provocar en la salud el efecto contrario al que se busca. En lugar de resultar beneficioso y mejorar la calidad de vida, puede repercutir negativamente en la salud.
En los últimos años ha crecido la cantidad de gente que corre para ejercitarse y no únicamente para entrar en calor, es decir, que practica running. En general, son personas que lo hacen por gusto, aficionados a este tipo de deporte y que suelen inscribirse en carreras como maratones o competencias más cortas. Si bien es una actividad aeróbica que parece inofensiva, a ella se asocian diversas patologías, sobre todo relacionadas a su práctica en exceso y a los momentos de mayor exigencia -carreras, largos entrenamientos, por ejemplo-.
En primer lugar, es importante señalar que el running se considera un deporte de alto impacto, es decir, que genera un impacto fuerte en las articulaciones mientras se practica. Particularmente las rodillas sienten en forma directa el peso del cuerpo, pero en general todas las articulaciones sufren un impacto continuo y moderado. No obstante, esto no significa que correr sea un ejercicio perjudicial para las rodillas, solo requiere atención y una práctica cuidadosa y responsable por parte del corredor. Aquellas personas que padezcan algún tipo de patología que afecte las articulaciones -tanto las rodillas como cualquier otra- deben consultar a su médico en cuanto a la mejor forma de ejercitarse, dado que, en general, no se recomiendan deportes de estas características.
A su vez, hay otro aspecto fundamental que suele ser subestimado por los deportistas: la indumentaria y calzado que se utiliza para correr. Aunque salir a correr sea una actividad bastante económica porque se puede practicar en forma gratuita, no significa que para hacerlo no requiera un equipo adecuado. Principalmente el deportista debe elegir las zapatillas de running más apropiadas para el tipo de actividad que quiere realizar. Aquellas personas que corren de manera profesional probablemente requerirán diversos tipos de calzado en función del lugar, del clima y de la superficie de apoyo de los pies.
Hasta el momento se han mencionado las consecuencias leves que el running puede tener en la salud. Sin embargo, practicarlo en exceso puede tener consecuencias más graves en el organismo, por lo que es importante el control periódico de la salud de los deportistas profesionales y corredores aficionados.
Los riesgos más elevados están vinculados a trastornos en el corazón desconocidos hasta el momento, como aterosclerosis -estrechamiento de las arterias- o problemas congénitos en el músculo cardíaco. En muchos casos, el corredor desconoce que tiene este tipo de patologías y se manifiestan a través de una descompensación en una carrera o durante el entrenamiento.
Por otro lado, es importante señalar que una rutina de ejercicios diaria puede reforzar el organismo, pero exigirle a un nivel extremo puede generar un efecto contrario.
Sin embargo, una dosis excesiva de actividad física -de cualquier tipo- puede provocar en la salud el efecto contrario al que se busca. En lugar de resultar beneficioso y mejorar la calidad de vida, puede repercutir negativamente en la salud.
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En primer lugar, es importante señalar que el running se considera un deporte de alto impacto, es decir, que genera un impacto fuerte en las articulaciones mientras se practica. Particularmente las rodillas sienten en forma directa el peso del cuerpo, pero en general todas las articulaciones sufren un impacto continuo y moderado. No obstante, esto no significa que correr sea un ejercicio perjudicial para las rodillas, solo requiere atención y una práctica cuidadosa y responsable por parte del corredor. Aquellas personas que padezcan algún tipo de patología que afecte las articulaciones -tanto las rodillas como cualquier otra- deben consultar a su médico en cuanto a la mejor forma de ejercitarse, dado que, en general, no se recomiendan deportes de estas características.
A su vez, hay otro aspecto fundamental que suele ser subestimado por los deportistas: la indumentaria y calzado que se utiliza para correr. Aunque salir a correr sea una actividad bastante económica porque se puede practicar en forma gratuita, no significa que para hacerlo no requiera un equipo adecuado. Principalmente el deportista debe elegir las zapatillas de running más apropiadas para el tipo de actividad que quiere realizar. Aquellas personas que corren de manera profesional probablemente requerirán diversos tipos de calzado en función del lugar, del clima y de la superficie de apoyo de los pies.
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Los riesgos más elevados están vinculados a trastornos en el corazón desconocidos hasta el momento, como aterosclerosis -estrechamiento de las arterias- o problemas congénitos en el músculo cardíaco. En muchos casos, el corredor desconoce que tiene este tipo de patologías y se manifiestan a través de una descompensación en una carrera o durante el entrenamiento.
Por otro lado, es importante señalar que una rutina de ejercicios diaria puede reforzar el organismo, pero exigirle a un nivel extremo puede generar un efecto contrario.