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Colapso en las prepagas: la clase media, ante la odisea de conseguir un turno médico

Los prestadores de las obras sociales y prepagas dicen que trabajan a tope. Crecen las denuncias en las asociaciones de defensa al consumidor
07/09/2023 - 15:12hs
Colapso en las prepagas: la clase media, ante la odisea de conseguir un turno médico

Con una voz de resignación que no esconde detrás del celular, María José Bruno cuenta que desde principio de año está intentando conseguir un turno con la oftalmóloga infantil. La última vez que la especialista vio a su hija fue cuando le recetó los anteojos, y le dijo que en 60 días tenían que regresar al consultorio para un control. Desde ese entonces, llama todos los meses cada vez que se abre la agenda de turnos y le dicen que vuelva a intentar el mes siguiente. Bruno sabe, ya está "convencida a esta altura del partido", que terminará en una consulta particular, algo que se volvió más un hábito que una excepción en estos últimos tiempos en lo que respecta al tema de la salud.

Conseguir turno en muchos de los centros médicos que trabajan bajo la órbita de las obras sociales y las empresas de medicina prepaga se convirtió en una odisea, sobre todo cuando se trata de determinados especialistas o estudios puntuales, donde la demanda supera ampliamente la oferta disponible.

A María Radicci, que trabaja de manera independiente como diseñadora gráfica y es madre de dos varones en edad escolar, el pediatra de su hijo menor le sugirió a fines de julio pasado que hiciera una consulta con un alergista, y al día siguiente se dispuso a sacar turno. "Te piden que sea por la web, porque ya no dan turnos por teléfono. Lo más rápido que conseguí fue para el próximo 14 de noviembre", puntualiza Radicci. Es decir, con alrededor de 105 días de demora.

Los de Bruno o Radicci no son casos aislados, y María José señala que cuando compartió su queja en el grupo de Whatsapp de los padres del colegio, encendió la llama de la polémica. "Yo sabía que no era la única. Pero de repente, todos tenían algo para contar. La mayoría de las familias tienen una obra social o prepaga, pero por distintos motivos terminan pagando una consulta particular", señala Bruno, y agrega: "Con el dentista me rendí y llevé a mi hija a una odontóloga que atiende solo particular y que me había recomendado una mamá del colegio. Porque, además, hay ciertas cosas que la obra social no cubre, y en definitiva también tengo que pagar algo", dice con resignación.

Los reclamos, al tope de la lista

Según confirmó a iProfesional la Asociación de Defensa de los Consumidores y Usuarios de la Argentina (Adecua), los reclamos y denuncias que reciben en la institución se multiplican todos los meses, y son miles de pacientes los testigos de la profunda crisis que atraviesa el sistema de salud, una realidad que también confirman varios de los expertos consultados. Como presidenta de Adecua, Sandra Gonzalez asegura que la demora en conseguir turnos es una de las quejas que se repiten con mayor frecuencia.

"Desde mediados del año pasado que la situación viene empeorando. Muchos de los casos los derivamos a la Superintendencia de Salud, pero no se está trabajando bien. Las obras sociales y prepagas prestan menos servicios que antes, tienen menos médicos en sus cartillas y las agendas de turnos están colapsadas. Lo más rápido que podés conseguir es a tres meses, en promedio", apunta González, y remata: "Los reclamos a las obras sociales y prepagas ocupan el tercer puesto en la lista".

Son miles de pacientes los testigos de la profunda crisis que atraviesa el sistema de salud

Los superespecialistas, los más demandados

En el instituto Fleni, un centro de alta complejidad que es modelo no solo en la Argentina sino en toda la región, también hay demoras para conseguir un turno. De las 400 agendas que tiene Fleni en la primera línea de atención, el 60% tiene entre 30 y 40 días de espera. Pero hay otras, como neuropediatría, epilepsia, neurología cognitiva, Parkinson y estudios del sueño, donde un paciente puede esperar entre dos y tres meses para ver al especialista. "Nosotros tenemos un ejército de profesionales especializados en neurociencias, pero llega un momento donde no hay más, donde nos resulta difícil contener a toda esa demanda -consiga a iProfesional Claudio Pensa, director médico del prestigioso instituto, que cuenta con una sede en Belgrano y otra en Escobar, dedicada a la rehabilitación de los pacientes-. Es un problema que no tiene una sola explicación, es multicausal, y se agravó durante la última década".

Una población envejecida, pacientes que hoy están mucho más informados que antes y consultan precozmente, una gran cantidad de médicos que migraron de la atención en las obras sociales y prepagas al consultorio privado, y una crisis financiera que hace crujir al sistema de salud cada vez más. Además, de acuerdo con la percepción de Pensa, hay cada vez más gente que se vuelca a los centros de mediana y alta complejidad por una cuestión de confianza, de prestigio. Otros llegan porque no hay muchos lugares donde poder consultar a un superespecialista, y entonces las agendas colapsan.

Para mitigar el daño, Pensa explica que en Fleni se crearon las áreas de demanda espontánea, donde los pacientes reciben una primera atención sin la necesidad de tener que sacar un turno. "Las demoras actuales no son solo con los superespecialistas, también cuesta muchas veces conseguir un turno para ver a un cardiólogo, un clínico o neumonólogo, entonces la demanda espontánea funciona como un canal aliviador. Puede llegar una persona que está con dolor de cabeza desde hace varias semanas, y la cefalea no cede. En la demanda espontánea se trabaja con el sistema triage, y así se clasifica a los pacientes según las necesidades terapéuticas -explica Pensa-. Muchas veces se resuelven cuestiones en esa misma visita, o se le indica al paciente cuál es el tratamiento a seguir hasta ver al especialista que abordará con mayor profunidad su caso para llegar al diagnóstico".

Cuatro meses de espera para el neuropediatra

Entre las especialidades más demandadas y con mayor espera, Pensa menciona, por ejemplo, a la neuropediatría. "Cuando hacemos doble clic en agendas específicas nos encontramos que en neuropediatría, el promedio de espera es de entre tres y cuatro meses. Pero tenemos todos los neuropediatras que podemos tener. No es fácil conseguir profesionales para cubrir las vacantes", insiste el experto, y señala que el sistema de salud está quebrado. "No estoy diciendo ninguna novedad, pero hay que repensar seriamente la cobertura universal de salud, porque el sistema actual ya no funciona".

Miguel Castro Ríos es médico clínico y hematólogo. Lleva 52 años en la profesión, y en plena pandemia tomó la decisión de darse de baja de todas las cartillas médicas en las que trabajaba. Desde entonces solo atiende pacientes en forma particular. "La consulta lleva tiempo. No se puede ver a un paciente en 15 minutos como pretende el sistema. No hay tiempo de revisarlo ni de hacerle las preguntas que corresponden. Y si además de todo también te pagan mal, te hacen llenar papeles y te liquidan el pago a los 60 y hasta 120 días, no hay chance -asegura el especialista-. Hay pacientes que vienen al consultorio y me dicen que por la prepaga no encuentran hematólogos, y que si aparece alguno recién les dan turno para octubre".

En la Liga Argentina de Lucha contra el Cáncer (Lalcec), cuentan que en los consultorios de la institución reciben a muchos de los pacientes que, cansados de esperar para realizarse algún estudio, se acercan para resolver alguna consulta de tipo más urgente. "Desde Lalcec, invitamos a los pacientes a que concurran, que no se queden esperando si necesitan una consulta con bastante urgencia, sobre todo en lo que se refiere a controles anuales femeninos, como mamografía, ecografía ginecológica y mamaria; y también chequeos en los hombres, como la visita al urólogo para el control de próstata o consultas oncológicas. Muchas veces, los pacientes llegan angustiados", señala Carlos Silva, coordinador médico y del área psicosocial de Lalcec. 

Desde la Superintendencia de Servicios de Salud admitieron que existen complicaciones y señalaron que se deben a situaciones coyunturales. "Trabajamos para garantizar los derechos de los usuarios, beneficiarios y afiliados de la seguridad social y verificar que se cumpla con la normativa que los contemple. Nos ocupamos del asesoramiento y la recepción de reclamos, solicitudes y denuncias hechas por los usuarios en el centro de atención personalizada y en el centro de atención telefónica y virtual", explicaron.

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