• 20/3/2025

Obesidad: un problema de salud, no de estética

Al conmemorare el 4 de marzo el Día Mundial de la Obesidad, los expertos reafirman la necesidad de un abordaje serio y basado en la evidencia del problema
03/03/2025 - 05:00hs
Obesidad: un problema de salud, no de estética

Todavía hoy, en ocasiones, se mira a las personas con obesidad desde el prejuicio. Suelen ser objeto de discriminación: tienen menos oportunidades laborales, no encuentran fácilmente talles de ropa o se las perpetúa en imágenes desde el estereotipo de sillón, control remoto y delivery de comida rápida. 

Cuando no son focos de comentarios hirientes o chistes de mal gusto, igual reciben miradas estigmatizantes que las hacen sentir culpables por el cuerpo que tienen, como si fuera una elección de ellas, por su falta de voluntad.

A quienes no han experimentado el desafío del exceso de peso, les resulta difícil comprender la complejidad de vivir con obesidad. Cada día implica enfrentarse a decisiones alimentarias en distintos entornos: en casa, en el trabajo, en reuniones sociales, en restaurantes o inclusive simplemente al caminar por la calle. 

El peso de una persona está determinado por una interacción compleja de factores genéticos, biológicos, metabólicos, hormonales, sociales, psicoemocionales, conductuales, culturales y socioeconómicos. Por eso, antes de señalar a alguien por su cuerpo o de sugerirle ligeramente que "baje de peso cerrando la boca y moviéndose más", es importante reflexionar y entender que la obesidad no es una elección.

Obesidad en Argentina: un problema que  no se detiene

La magnitud del problema es innegable: en nuestro país, 6 de cada 10 adultos y 4 de cada 10 niños y adolescentes presentan sobrepeso u obesidad. Tal vez sea momento de cambiar la mirada.

La evidencia científica ha demostrado que la obesidad es crónica y que, en muchos casos, acompañará a la persona a lo largo de su vida. Por eso, recurrir a dietas restrictivas o modas pasajeras no solo es ineficaz, sino también perjudicial. 

En su lugar, el enfoque debe estar en mejorar el estilo de vida de manera integral: aprender a elegir alimentos, incorporar movimiento y actividad física en la rutina diaria, fortalecer vínculos saludables, priorizar el descanso y gestionar con amabilidad situaciones de estrés, ansiedad o angustia. Además, el apoyo del entorno es clave; la comprensión y paciencia en casa y en la comunidad pueden marcar la diferencia en este proceso.

El cambio debe ser a largo plazo, paulatino y sostenido, acompañado de un proceso emocional y psicológico que lo respalde. No se trata solo de la alimentación, sino de generar hábitos que se instalen a través de la práctica y la repetición, permitiendo que se mantengan en el tiempo de manera natural y efectiva.

También es fundamental contar con el acompañamiento de profesionales de la salud, quienes podrán diseñar un plan personalizado con el enfoque puesto en la persona y en el cambio de hábitos sostenibles, y no únicamente en el número que marca la balanza, ya que el proceso de descenso de peso es gradual y requiere tiempo. 

Además, en los casos en que el profesional lo considere necesario, existen medicamentos con respaldo científico que han demostrado eficacia y seguridad, y que pueden ser una herramienta útil para acompañar y facilitar este camino.

La buena noticia es que cada kilo que se baja impacta positivamente en parámetros de prevención cardiometabólica, ya que mejoran los niveles de glucemia, de colesterol y de tensión arterial, entre otros indicadores. Porque de eso se trata, de salud.   

En términos de salud pública, es indispensable diseñar e implementar políticas efectivas que promuevan entornos saludables, acerquen la actividad física a las personas y faciliten la disponibilidad de alimentos de mejor calidad nutricional en detrimento de otros, así como el acceso a educación alimentaria. 

También, de una vez por todas, es necesario que se reconozca que la obesidad es un problema de salud, no una mera cuestión estética, y que requiere un abordaje socio-sanitario desde las primeras etapas de la vida. 

Para todo esto, es fundamental el compromiso de profesionales de la salud, políticos, educadores, la industria alimentaria, de bebidas y la farmacéutica, los medios de comunicación -tanto desde los espacios informativos, como desde los de ficción y entretenimiento- y la sociedad en su conjunto, entre otros actores.

En este Día Mundial de la Obesidad, desde la Sociedad Argentina de Nutrición reafirmamos la necesidad de un abordaje serio y basado en la evidencia. La obesidad no es una elección, pero elegir -individual y colectivamente- abordarla a tiempo y de manera integral puede marcar la diferencia entre la salud y la enfermedad.

 La Dra. Virginia Busnelli (MN N° 110.351) es médica especialista en Nutrición y Presidente de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN)

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