• 19/6/2025

La necesidad de unificar y asegurar la calidad de los medicamentos

Para que un medicamento esté disponible y funcione como se espera debe guardar tres condiciones: ser seguro, eficaz y de calidad
11/06/2025 - 05:00hs
La necesidad de unificar y asegurar la calidad de los medicamentos

Cuando enfermamos, o cuando se enferma alguien que queremos, hay una pregunta que nos  atraviesa de inmediato: ¿cómo salimos de esto? La respuesta, intuitiva, es casi siempre la  misma: yendo al médico para que nos diagnostique y administre el tratamiento que, probablemente, incluirá tomar algún medicamento que nos ayude a estar bien lo antes  posible.  

Detrás de esa confianza en "el remedio" hay un enorme recorrido que muchas veces pasa  desapercibido. Para que ese medicamento esté disponible y funcione como esperamos, debe  guardar tres condiciones: ser seguro, eficaz y de calidad.  

¿Qué significa eso? Que debe cumplir con todo lo necesario para tratar la enfermedad para la que fue diseñado, partiendo de la consigna de no hacer daño y no poner en riesgo la salud del  paciente. Además, debe haber demostrado, vía estudios clínicos, que realmente funciona y  que fue elaborado a través de procesos robustos y reproducibles que garanticen que siempre  se obtiene un producto final con las mismas características, composición y efectividad.  

En Argentina, la agencia que vela por ese cumplimiento es la ANMAT (Administración Nacional  de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica), una Autoridad Sanitaria –reconocida a  nivel Internacional- que regula y supervisa todo el ciclo de vida de los medicamentos,  dispositivos médicos, equipamiento sanitario y alimentos. 

Medicamentos: cómo se construye la calidad

Pero no lo hace sola. Quienes trabajamos en la industria farmacéutica -ya sea en compañías  farmacéuticas, en laboratorios de control de calidad o en gestión de procesos- sabemos que  la calidad es algo que se construye desde el diseño y durante todo el ciclo de vida del  medicamento.  

Para explicarlo, hablamos de "Gestión de Calidad", un sistema integral que garantiza que cada  etapa, desde el desarrollo y fabricación del producto, hasta la llegada al paciente, se haga de  forma controlada, documentada y con altos estándares. Y esto incluye cumplir normas  nacionales e internacionales, realizar auditorías internas a la planta, atender a inspecciones  periódicas de ANMAT y sostener la premisa de la mejora continua. 

Solo así se logra mantener un sistema de Calidad sólido y saludable, que responda a nuestras  necesidades. Pueden surgir cambios en un proceso, ajustes en una fórmula o nuevas  condiciones de distribución. Cada modificación debe ser comunicada, controlada, registrada  y aprobada por la ANMAT antes de implementarse. 

Ante cualquier sospecha de algo extraño, un efecto inesperado, indeseado o eventual falla de  calidad de una especialidad medicinal que recibe un paciente, entra un componente  fundamental de todo este proceso: la Farmacovigilancia. 

Pacientes, familiares y profesionales de la salud podemos ser parte activa del cuidado de la  calidad sencillamente, elevando un reporte al Sistema Nacional de Farmacovigilancia. Cada  notificación es investigada y, de comprobarse un problema real, puede activarse una cadena  de acciones que incluye: inspecciones en la planta de producción, revisiones del proceso de  elaboración del medicamento y, en casos extremos, hasta el retiro del mercado del producto.  

Detrás de cada comprimido, jarabe, crema, inyección -o cualquier otra forma farmacéutica - que llega a nuestras manos, hay equipos de personas comprometidas, procesos rigurosos y  controles permanentes para que la calidad esté garantizada.  

Habiendo dedicado más de 20 años al área regulatoria en el ámbito público, puedo afirmar  que la calidad no se improvisa: se diseña, se entrena, se discute, se controla y se mejora todo  el tiempo. Y cuando se trabaja con seriedad, se nota.  

Contar con un sistema de salud eficiente, que mejore las condiciones de acceso a los  medicamentos por parte de la población, debe asegurar que los productos farmacéuticos  comercializados en la Argentina cumplan con estándares de calidad uniformes, garantizando  así la seguridad de los pacientes.  

Detrás de cada medicamento confiable hay un proceso riguroso que comienza mucho antes  de su uso, garantizando su seguridad y eficacia desde el origen.

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