Pensión por discapacidad: la lista de enfermedades que ANDIS considera para solicitarla en 2026
Acceder a una Pensión No Contributiva por Invalidez es un trámite que combina evaluaciones médicas y requisitos administrativos destinados a comprobar si una persona, por su discapacidad, está realmente imposibilitada de integrarse al mercado laboral. Este beneficio —gestionado por ANSES junto con la Agencia Nacional de Discapacidad— se orienta a quienes presentan limitaciones funcionales graves y atraviesan situaciones de vulnerabilidad económica. En este proceso cobra especial relevancia el Certificado Único de Discapacidad (CUD), ya que constituye uno de los documentos claves para acreditar la condición de salud y avanzar con la solicitud.
Quiénes pueden pedir la pensión y qué condiciones se revisan
- Contar con un Certificado Médico Oficial (CMO) que acredite un nivel de incapacidad laboral igual o superior al 66%, elemento central para iniciar la solicitud.
- El interesado no puede recibir otra jubilación o pensión, ni desempeñarse como trabajador registrado, autónomo o monotributista dentro del régimen general.
- Se revisan los recursos económicos del grupo familiar, la residencia legal en Argentina y otros aspectos administrativos que permiten determinar la situación de vulnerabilidad.
El monto del beneficio equivale al 70% de la jubilación mínima vigente y puede gestionarse tanto de manera online —a través de Mi ANSES— como en forma presencial con turno previo.
Enfermedades que suelen fundamentar la pensión por invalidez
Si bien no existe un catálogo oficial que garantice el otorgamiento de la pensión por el mero hecho de tener una enfermedad, hay cuadros clínicos que con frecuencia son considerados por ANDIS debido a su impacto funcional. La evaluación siempre es individual y depende del grado de imposibilidad para trabajar.
Entre los diagnósticos que habitualmente justifican el beneficio se encuentran:
- Alzheimer
- Arterioesclerosis
- Artritis reumatoide
- Artrosis
- Cáncer (en general y cáncer de pulmón)
- Colitis ulcerosa
- Demencia
- Enfisema pulmonar
- Epilepsia
- Esclerosis múltiple
- Fibrilación auricular
- Glaucoma
- Hernia cervical
- Hipertensión pulmonar
- Hipoacusia
- Insuficiencia mitral
- Insuficiencia renal crónica
- Lumbalgia crónica
- Lupus eritematoso sistémico
- Miastenia Gravis
- Mal de Parkinson
- Patologías severas en manos
- Pérdida de visión
- Síndrome de Arnold–Chiari
Cómo iniciar el trámite paso a paso
Solicitar la pensión puede resultar un proceso extenso por la cantidad de requisitos médicos y sociales que deben verificarse. A continuación, una guía clara para saber qué se necesita.
1. Requisitos previos
Antes de iniciar la gestión, es indispensable cumplir con estas condiciones:
- Presentar una discapacidad que reduzca al 76% o más la capacidad laboral.
- No cobrar ninguna prestación contributiva previa (jubilación, retiro o pensión).
- No poseer ingresos propios ni bienes significativos.
- Tener nacionalidad argentina o residencia prolongada:
- Argentinos naturalizados: al menos 5 años de residencia.
- Extranjeros: más de 20 años viviendo en el país.
2. Inicio formal de la solicitud
El trámite puede hacerse en ANSES, con turno asignado previamente, o en los Centros de Atención Local (CAL) de ANDIS. Allí se presentan el DNI, la constancia de CUIL y toda la documentación médica que respalda la situación de salud del solicitante.
3. El rol del Certificado Médico Oficial (CMO)
El CMO es un documento clave emitido por hospitales públicos o profesionales autorizados. Incluye diagnóstico, estudios complementarios, pronóstico y detalle del grado de incapacidad. Sin este certificado, la pensión no puede ser evaluada.
4. Evaluación de ANDIS
La Agencia Nacional de Discapacidad analiza cada caso en profundidad. No se toma como criterio excluyente el nombre de la enfermedad, sino el nivel de afectación que genera en la vida laboral y cotidiana de la persona. La entidad determina si corresponde otorgar —o no— la pensión.
5. Resolución final y comienzo del cobro
Si la solicitud obtiene luz verde, ANSES incorpora al beneficiario al sistema y comienza a liquidar el pago mensual. En caso de que la respuesta sea negativa, es posible presentar un reclamo administrativo o recurrir a instancias judiciales.