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ALERTA

Cómo conseguir mejores prácticas y rentabilidad con integración continua

El proceso en sistemas informáticos se asemeja a la construcción de un edificio, donde hay partes que se apoyan en otras que se consideran terminadas
29/03/2011 - 11:04hs
Cómo conseguir mejores prácticas y rentabilidad con integración continua

Uno de los grandes desafíos de los procesos es el de convertir actividades fuera de medición y dependientes de sujetos, en flujos estandarizados, controlables y, por tanto, mejorables.

La integración continua (CI, por su nombre en inglés) representa un importante paso dado en ese sentido.

En esta nota, Santiago Fernández, CIO de Baires IT, explica su funcionamiento y beneficios. 

Cuando un equipo de desarrollo debe presentar una solución al usuario final, ocurren innumerables problemas de integración. Esto es bien conocido en el sector: incompatibilidad de un ordenador a otro, bugs inesperados o diferencias entre ambientes, son algunos de los grandes dolores de cabeza que todo profesional IT ha vivenciado en su carrera.

Según Fernández, la naturaleza del desarrollo del software es compleja en sí misma y lo compara con la construcción de un edificio, donde “hay partes que se apoyan en otras que se consideran terminadas".

Aunque la metáfora es incompleta, porque en sistemas las partes están interconectadas, es una imagen que ayuda a comprender la situación.

Cuando el modelo tradicional de cascada "finalizaba" un software y se lo entregaba al cliente, en la mayoría de los casos se encontraban con que la obra tenía fallas desde los cimientos, por no haber tenido en cuenta cuestiones de integración.

Esto nos lleva a preguntarnos cuándo  un software se da por terminado.

La respuesta es que una solución se concluye cuando cumplió los requerimientos, se puso en marcha y ya se encuentra aportando valor al negocio del cliente.

La integración continua, al ser iterativa y operar por etapas, nos permite construir software que se encuentra en estado potencialmente entregable en todo momento”.

La teoría sobre CI dice que se trata de un proceso cuyo objetivo es la mejora de la calidad del software y la reducción de tiempo de entregables, a través de la implementación de intervenciones durante todo el proceso productivo, evitando esfuerzo extra al finalizar la tarea.

Para implementarlo “se utiliza un servidor de integración dedicado y, en Baires IT, lo combinamos con la técnica denominada Test DrivenDevelopment (TDD), que consiste en realizar los test antes que el propio código y garantiza que se cumple con el requisito del cliente desde el minuto cero.

Con esto logra una calidad superior de desarrollo y, sobre todo, se evita el retrabajo que ocurre cuando se tienen que construir los entregables desde cero, porque esta tarea se automatiza y realiza en forma continua”. 

En el entregable se encuentra la clave de la integración continua. Como afirma Fernández: “En cualquier proyecto de desarrollo de software empresarial, el entregable no consiste únicamente en un archivo ejecutable, sino que está conformado por una serie compleja de actividades necesarias para desplegar el sistema en los distintos ambientes del usuario (por ejemplo hacer backup de la base de datos, ejecutar scripts de actualización de la base, detener servicios, desplegar o probar múltiples sistemas, entre otros). Obviamente, para que el cliente de conformidad del software implementado, todos los tests automáticos deben pasar correctamente. Esto también lo realiza el servidor de CI”.

Pero hay que despejar cualquier intento tecnicista de reducir la CI a los componentes tecnológicos que la sustentan.

Lejos de ello, se trata de una de las más productivas prácticas de calidad y comparte con ellas el ímpetu por mejorar procesos.

En palabras del CIO: “al incorprorar la integración continua al desarrollo de software, todo el equipo se concentra en estas tareas desde el minuto inicial, detectando y minimizando riesgos de manera temprana y eliminando el tiempo de entrega: cuando se termina el desarrollo, el producto se puede implementar en forma inmediata”.

Especialmente esta última frase tiene peso específico para la industria del soft.

Existen numerosos estudios de rentabilidad asociada a la incorporación de metodologías de calidad en el inicio de la cadena productiva.

Pero cuando hablamos de software, como ya vimos, se suma a ello que jamás se trata de un producto concluido al final de una línea.

Por tanto, la posibilidad de implementar y generar valor para el cliente en forma inmediata, hace que el beneficio económico para las organizaciones IT que incorporan integración continua sea doblemente rentable.

“Lo que debería asombrarnos hoy en día es que, a pesar de que el concepto de CI tiene más de diez años y ha mostrado sobradamente sus bondades, la mayoría de las empresas pequeñas y medianas de desarrollo, siguen sin aplicarlo. Y si hablamos de integrar CI con TDD, el porcentaje es mucho más bajo todavía”, concluye Fernández.