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Ni floreros ni raros escondites: ahora los espí­as se llevan en el celular

La desconfianza recae en los móviles, por lo cual, muchos empresarios, políticos y famosos prefieren apagarlo antes de iniciar una charla confidencial  
26/02/2013 - 19:49hs
Ni floreros ni raros escondites: ahora los espí­as se llevan en el celular

La psicosis por el espionaje se extiende como una plaga en el mundo, y hay motivos para ello. Desde hace meses, políticos, empresarios y personas influyentes, se comportan como en una película de espías. 

El epicentro de todas las sospechas, mucho más que los floreros en los reservados de los restaurantes, es el teléfono móvil.

"Te llamó a través de un fijo", "mañana te doy mi número nuevo", "esto mejor lo hablamos en privado". Son frases que se usan como muletillas, que se repiten a veces incluso cuando la conversación es de lo más intrascendente.

La sospecha de que a través del móvil uno puede ser espiado se extiende, y no son pocos los políticos que cuando mantienen una reunión "reservada" apagan su dispositivo, le extraen la batería por si acaso o incluso, lo sacan fuera de la habitación.

¿Hay motivo para tal paranoia? En Kaspersky, empresa dedicada a la seguridad informática, creen que sí.

Un grupo de expertos expuso sus motivos en el Mobile World Congress de Barcelona.

En conversación con ABC, Vicente Díaz, analista senior de Kaspersky en España, es rotundo en sus afirmaciones: "No somos conscientes de que un teléfono móvil, y ahora mucho más un "smatphone", es una amenaza potencial enorme". En otras palabras, olvídese del micro en el florero y de las aventuras del agente Anacleto, el espía ya lo llevamos en el bolsillo, dentro del móvil, advierten.

La instalación de un "software" espía en un móvil es algo relativamente fácil: basta con hacerse unos minutos con el dispositivo, o hacerlo de manera remota, consiguiendo que la persona espiada clique en un enlace que le ha llegado vía sms o correo electrónico, al igual que en las clásicas estafas de "pishing" vía mail.

Una vez con el programa instalado de manera furtiva en el móvil, las posibilidades son para ponerse a temblar: localización vía gps, acceso a la agenda de contactos, llamadas, duración de las mismas, correo electrónico... y también, el móvil como micrófono.

"Es relativamente fácil. La función de grabadora la llevan incorporadas todos los teléfonos. Es como llevar un micro en la solapa", añade Vicente Díaz, que apunta que de manera furtiva se puede tanto encender la grabadora y hacerse con su contenido, como incluso disparar la cámara del móvil. Inquietante al menos.

En esta línea, la precaución de algunos políticos que sacan la batería de su móvil cuando mantienen una conversación comprometida no es exagerada.

"Es una manera de asegurarse, sí, ya que también hay programas que pueden simular que uno apaga el móvil, con el fundido a negro de pantalla y la música de despedida, cuando en realidad permanece abierto y con la grabadora encendida", añade Vicente Díaz, que apunta que no se trata ni mucho menos de programas muy sofisticados.

Como se ve, el estado paranoico en el que se ha instalado la política catalana no es una exageración. Muchos comienzan a entender que, más que mirar debajo del florero, es mucho más efectivo cuidar de su móvil e instalar un buen antivirus en el mismo. El espía lo llevamos ya en nuestro bolsillo.