Ya prueban en la Argentina el reemplazo del código de barras
Como una nueva muestra de que la Argentina puede estar a la altura de los líderes en cuanto a desarrollo tecnológico, una empresa nacional ya comenzó a elaborar pallets a los que se les agregan etiquetas RFID, la tecnología de identificación por radiofrecuencia que reemplazará en el mediano plazo al código de barras.
Por ahora, el pallet no sale de la planta, pero este año podría incursionar en los depósitos de uno de los clientes de su fabricante.
La empresa que desarrolla esta experiencia de RFID, la primera en la Argentina, es Zucamor, uno de los principales proveedores de cajas corrugadas del país. Entre sus clientes se encuentran Unilever, Molinos, Quilmes, Avon y Swift.
La identificación por radiofrecuencia funciona a través de una etiqueta electrónica que contiene un código y un número de serie únicos, que pueden asociarse a un pallet, caja de productos o un artículo individual.
Las etiquetas o chips RFID contienen información sobre el producto que puede leerse después, a través de señales de radio, con computadoras de mano (handhelds) o sensores ubicados en el almacén, incluso a través de cajas o contenedores.
El código de barras, en cambio, permite reconocer mediante un escáner sólo el tipo y valor del producto.
Zucamor es una de las dos empresas en la Argentina asociadas como usuarios finales a EPC Global, socio de la industria y el comercio encargado de impulsar la adopción e implementación mundial de RFID, y que proporciona la asignación del registro mundial de números para los códigos electrónicos de producto en la cadena de abastecimiento.
La firma argentina aplica el sistema para la identificación de productos terminados, lectura en línea hacia depósito, en punto de reproceso y en su despacho a clientes.
Pasos
Infobaeprofesional.com pudo recorrer todo el circuito interno de RFID en la planta de Zucamor, que por ahora se aplica sólo a una de las cuatro líneas de producción. Cuando se arma el pallet, se le aplica una etiqueta cuyo chip contiene el número de lote, la cantidad de cajas embaladas en el pallet, el número de orden del producto, y la fecha y hora de producción.
Al final de la línea de producción, una antena captura la señal del RFID, registra sus datos y su traslado al depósito. Si el pallet presenta algún defecto y se deriva al sector de control de calidad otra antena registra ese traslado. Las últimas antenas detectan la salida del pallet del depósito.
Néstor Nisnik, gerente técnico y de Desarrollo, destacó que los dispositivos de RFID le otorgarán "mayor rapidez al gerente de Compras y Logística", porque mejorará la información y la seguridad de sus stocks.
Obstáculos
"Pensamos que varios de nuestros clientes pueden ser usuarios de RFID", explicó Nisnik. Representantes de Zucamor tuvieron "muchas reuniones" con ellos, quienes mostraron su "sorpresa" por la existencia de una prueba de RFID en la Argentina.
"Apuntamos a conseguir que alguien lleve el proyecto adelante", dijo Nisnik, quien admitió que los clientes de Zucamor le ponen "paños fríos" a la posibilidad de realizar una experiencia con RFID. Es que el proveedor "se mete en la compañía, y conoce su stock y su software de gestión". "Las resistencias son grandes", reconoció. Gidekel señaló que otra causa de la resistencia a desarrollar pilotos de RFID es el rechazo a invertir "en algo que no es urgente".
Las reticencias mayores provienen del área de compras y de sistemas de los clientes. En cambio, "a los de logística les encanta", aseguró el gerente. Otras dudas que plantea la nueva tecnología son las posibles interferencias con otros sistemas de radiofrecuencia.
Nisnik informó que Zucamor se encuentra en la etapa final de una negociación de ocho meses de duración para una posible implementación en carácter de prueba con uno de sus principales clientes en la Argentina, que cuenta con unos cien centros de distribución.
Los componentes del nuevo sistema
- Tags: etiquetas inteligentes que se colocan sobre los productos y que están compuestas por un microchip que tiene adosada una antena. Estos tags pueden ser extremadamente pequeños, 150 micrones (el tamaño de un pequeñísimo grano de arena). Su precio internacional ya está en los 5 centavos de dólar.
- Lectores: pequeñas antenas que recogen las señales emitidas por los tags y las retrasmiten a una computadora que procesa la información. La distancia a la que puede establecerse la comunicación entre el lector y el tag depende de la potencia del lector y de la frecuencia de onda, que tanto el lector como el tag emplean para concretar la comunicación.
- Software: hay múltiples componentes de software que se utilizan en una implementación de RFID: el software para leer los tags; los programas que manejan las computadoras locales para procesar el flujo de datos que envían los lectores a las bases (host systems) y el que manejan las computadoras de la empresa para usar los datos, por ejemplo: actualización en línea de los niveles de stocks, ubicación de los pallets en un depósito, etcétera.
Infraestructura
El soporte técnico es una de las partes más complejas en una implementación de RFID, debido a la cantidad de datos que se debe capturar y almacenar en los servidores y al flujo de datos que se produce entre los distintos componentes de la arquitectura.
Dónde comenzar
Alan Gidekel, director comercial de la firma Telectrónica, recomendó montar un piloto en una sola línea de producción, a un solo cliente, con pocos pallets por día y en algunos productos. La inversión que realizó Zucamor para su prueba no superó los 15.000 dólares.
Luego de un relevamiento de las necesidades de infraestructura y equipos para realizar la prueba, se resolvió armar el circuito con los siguientes componentes:
- Una computadora con Windows XP para el software de recolección de datos.
- Cables de red y alimentación de energía para los puntos de medición y cómputo.
- Una impresora de etiquetas RFID de Zebra, que imprime la etiqueta y además graba en forma simultánea los datos de producción en el chip.
- Un lector de la empresa Symbol Technologies, que utiliza antenas para detectar y leer los datos del chip.
Las etiquetas que se utilizan respetan el tamaño original que usa Zucamor, de 4 por 6 pulgadas. Se emplea un tag (conjunto de chip y antena) RFID Generación 1, que puede almacenar 96 bits.
Beneficios
- Se personalizan impresiones y tamaños de acuerdo a las necesidades del cliente.
- Entrega "just in time".
- Si se exporta el producto, se cumple con legislaciones internacionales sobre envases.
Nisnik destacó además que RFID dará "mayor rapidez al gerente de compras y logística", porque mejorará la información y la seguridad de sus stocks.
El mandato de Wal-Mart
En el mundo hay dos grandes impulsores de RFID: El Departamento de Defensa de los Estados Unidos y la cadena de supermercados Wal Mart. Esta última en 2003 informó a sus 130 principales proveedores que a partir de enero de 2005 deberían entregar sus productos, tanto en cajas o pallets con un tag adosado para ser leído por radiofrecuencia. La decisión se conoció mundialmente como "El mandato de Wal-Mart", y hoy es uno de los factores de mayor empuje de RFID en el mundo.
"Queremos estar preparados, porque el primero que esté listo, estará en mejores condiciones para aprovechar la situación", dijo Nisnik. "RFID todavía es costoso para un producto final, no sólo por el costo del chip sino porque hay que invertir en sistemas", señaló. "Pero cuando empiecen los supermercados a aplicarlo, se vendrá rapidísimo", vaticinó. En ese sentido, recordó que la cadena de supermercados alemana Metro, que ya experimenta RFID, estima que entre 2008 y 2009 una gran cantidad de sus locales ya tendrá implementado el sistema. El gerente de Zucamor pronosticó además que "donde viene con una fuerza enorme RFID es en la industria textil".
Un operario retira una etiqueta con un chip RFID de una impresora Zebra y la coloca en un pallet de cartón corrugado.
César Dergarabedian
cdergarabedian@infobae.com
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