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Cómo es el método japonés por el cual empresas argentinas quieren ser más productivas

Un proyecto oficial está basado en esta filosofía de "mejora continua". Tendrá una duración de cinco años y buscará mejorar la competitividad
15/03/2019 - 06:12hs
Cómo es el método japonés por el cual empresas argentinas quieren ser más productivas

20 empresas de diversas regiones argentinas comenzarán este año a implementar la adecuación de una metodología japonesa para ser más productivas, y conformarán una "Red de Productividad" junto entidades de gobierno y del sector industrial del país.

La Cancillería, el Ministerio de Producción y Trabajo de la Nación, el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) y la Agencia Internacional de Cooperación del Japón (JICA, sigla en inglés), presentaron el martes en el Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología esta iniciativa que tiene como objetivo dar a conocer el proyecto Kaizen Tango, su historia y envergadura en la actividad productiva de las pymes.

Se presentaron algunos casos y experiencias de las empresas que han participado en el primer año de gestión del proyecto y se mostraron los resultados obtenidos de la central de monitoreo Pyme, un espacio en el que se realizan análisis del impacto de la mejora en la cadena de valor de las empresas, coordinado por el INTI con participación de diferentes universidades nacionales.

El proyecto está basado en la filosofía japonesa de "mejora continua", tendrá una duración de cinco años y buscará mejorar la productividad y la competitividad del sector industrial en la Argentina, transformando al país en una referencia regional en la materia a través de la cooperación conjunta argentino-japonesa.

Las actividades en todo el país son ejecutadas por el INTI, mientras que la JICA coordina y financia las asistencias técnicas previstas. El proyecto involucra una inversión en capacitación de más de cinco millones de dólares, que beneficiará a 100 pequeñas y medianas empresas locales y a cerca de 1.000 empleados de las mismas.

Durante el primer año de ejecución fueron seleccionadas 19 empresas de Buenos Aires, Córdoba, Neuquén, San Juan y Santa Fe, de los sectores alimenticio, automotriz, minero, textil y del calzado. Para 2019 se seleccionaron empresas de Tandil, Mar del Plata, Mendoza y Buenos Aires.

El plan de capacitación tiene previsto la recepción en el país de expertos japoneses, sino que también dispondrá de más de 50 becas para que especialistas argentinos que formen parte de las empresas participantes del proyecto puedan formarse y realizar prácticas en Japón.

Sabor a tango

El proyecto Kaizen Tango busca implementar el envío de expertos japoneses para asistir a pymes argentinas y capacitar a recursos humanos argentinos; capacitaciones en Japón para consultores en tecnologías de gestión, funcionarios de gobierno, representantes de instituciones.

En el primer año del proyecto, el equipo de expertos japoneses estuvo compuesto por 15 consultores especializados en productividad, finanzas, cadenas de valor y marketing, quienes brindaron asesoría en las plantas de las empresas pilotos por aproximadamente 700 horas acumuladas.

Unos 30 consultores de tecnologías de gestión del INTI acompañaron, aprendiendo técnicas y métodos que ejercen los expertos japoneses. La asistencia técnica a las empresas consta de cuatro etapas: Diagnóstico y sensibilización; planificación; implementación y evaluación.

Salto de productividad

Hasta la década del 70, el sector pyme en Japón no contaba con alta productividad, su nivel de tecnología era bajo, y era considerado como un sector informal. En ese entonces, los productos japoneses eran conocidos por ser baratos y de baja calidad.

Durante esa década, y las del 80 y del 90, una serie de crisis económicas afectaron a las pymes japonesas: el shock Nixon en 1971, el shock petrolero en 1973, que multiplicó el precio del barril de petróleo y la invasión masiva de productos chinos desde la década de 1990.

A pesar de estas crisis, durante la misma etapa de 1970 a 1990, grandes marcas japonesas en el área de automotriz, electrónica, etc., expandieron sus exportaciones al mundo, que puede atribuirse a la aplicación del management Japonés, con una mirada realista y práctica para solucionar tres temas importantes de la productividad de empresa en manera integral:

* Bajar costos.

* Achicar tiempos de producción.

* Elevar la calidad.

Según explicó un vocero de la iniciativa, la mejora continua es un proceso colectivo que requiere intercambio de ideas, trabajo en equipo y entusiasmo. Encontrar la manera de generar un espacio para fomentar la cultura participativa en las organizaciones dejó de ser una opción para convertirse en una prioridad. Existen diferentes métodos y cada empresa deberá encontrar aquellos que mejor se adapten a su cultura y necesidades.

Entre ellos, el método Kaizen, se caracteriza por promover la cultura participativa dentro de las organizaciones, en donde las propuestas de mejora provienen de los mismos empleados que realizan el trabajo.

Kaizen surge de la unión de los términos japoneses Kai (cambio) y Zen (para mejorar) y suele ser pensado como un programa de eliminación de desperdicios o de reducción de costos.Si bien estos son algunos de sus resultados, entenderlo de esta manera limita el concepto y su aplicación.

Todos, desde el personal gerencial hasta el operativo, proponen acciones de mejora y las llevan adelante, siempre poniendo el foco en pequeñas pero continuadas mejoras, en lugar de realizar grandes cambios.

Empresas como Toyota, Hitachi y Sony implementaron este método y son un claro ejemplo del mejoramiento continuo de los estándares productivos. El método Kaizen se puede implementar, por ejemplo, para mejorar continuamente la prestación de los servicios.

Uno de los pilares de este sistema son las comunidades de práctica. Estas últimas son grupos de personas que comparten un área de interés y se reúnen en forma sistemática con el objetivo de intercambiar experiencias, resolver problemas, plantear inquietudes y generar vínculos para aprender, mejorar e innovar en esta temática.

Al ser un concepto tan amplio, puede implementarse en un ambiente muy heterogéneo, desde una empresa petrolera hasta una universidad o incluso en algo más acotado como puede ser un área de recursos humanos.