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Europa debate el futuro de Internet: la oposición a la ley de copyright une a Google, Wikipedia y Pornhub

Dos artículos generan el mayor conflicto: uno relativo a los enlaces de noticias, el otro vinculado con todo lo que puede estar atado a derecho de autor
25/03/2019 - 06:03hs
Europa debate el futuro de Internet: la oposición a la ley de copyright une a Google, Wikipedia y Pornhub

Después de dos años y medio de discusiones, esta semana la Comisión Europea votará una ley de derecho de autor que, hasta ahora, sumó el rechazo de más de 100 empresas de internet de peso, entre ellas Google, Reddit, Twicht, Pornhub, y hasta la Wikipedia. Advierten que si la norma se aprueba con los artículos 11 y 13 tal como se declararon hasta ahora internet dejará de ser la red que hoy usamos y conocimos hasta hoy.

La movida de parte de las grandes compañías es muy fuerte para evitar que se sancionen esos artículos este martes 26 de marzo. El artículo 11 refiere a los contenidos que los medios de comunicación producen y que plataformas y buscadores distribuyen y les exige pagar una tasa por enlazar esos artículos periodísticos o partes de ellos a fin de "proteger el uso on line de las publicaciones de prensa".

Las más importantes empresas de medios reclaman una mejor distribución de los ingresos por publicidad que capitalizan empresas como Google y Facebook. De ahí que el apoyo más grande a este artículo provenga de los medios de comunicación más grandes de Europa. No así de los medios más pequeños.

El artículo 13 es todavía más conflictivo puesto que determina que los dueños de sitios y aplicaciones en los que los usuarios pueden publicar material deberán contar con licencias de todo aquello que suban a sus plataformas y que sea de terceros, sea una canción o una parte de ella, un video o parte de él, y así sucesivamente con los materiales creativos que dan vueltas en la web.

El punto más ríspido, en verdad, tiene que ver con el uso de música, muy habitual en las aplicaciones que adolescentes, jóvenes y adultos utilizan cuando suben algún tipo de material a una red social o a una plataforma.

Para evitar este comportamiento, el artículo 13 exige a las empresas de internet a tener filtros automáticos para frenar cualquier intención. De lo contrario, serán sancionados.

Los ejemplos son la manera más sencilla de comprender la situación. Los videos que muchas madres suben a YouTube o a Facebook cuando ven que su hijo canta muy bien una canción de un artista ya no se podría subir más porque, para hacerlo, deberían contar con una licencia que los habilite. Seguramente esa madre opta por destinar su tiempo en otras cosas antes que andar buscando el permiso de una discográfica para poder mostrar al mundo vía digital lo lindo que canta su hijo.

Pero la historia no queda acá. En caso de que esa madre acceda a negociar una licencia con la discográfica para que pueda subir a una plataforma el video de su hijo cantando la canción de ese artista, también habría que preguntarle a este último si quiere cobrar por ello.

Internet debería monitorear que ambas cosas se cumplan.

"No son soluciones positivas. Creemos que este tema podría haberse discutido mejor. Los medios tienen que tener la chance de elegir si quieren estar o no incluidos en el artículo 11. Las definiciones son muy vagas, van a generar litigios, porque no todos son generadores de contenidos en el mundo on line. Para nosotros es muy importante que los medios de comunicación digan si quieren estar o no. El texto deja abierto el tema a muchas interpretaciones", explicaron fuentes de Google a iProfesional.

Desde la compañía señalaron que cualquier regulación debe dar certezas sobre la manera de aplicarla lo que, en su interpretación, no estaría ocurriendo.

Libertad de expresión

Respecto del artículo 13, el relator especial de libertad de expresión de Naciones Unidas, David Kaye, pidió que se armonice "con los estándares de libertad de expresión" pues también sostiene que la imposición de filtros automáticos podría generar mecanismos de censura.

Sostuvo que Europa tiene "la responsabilidad de modernizar su ley de copyright para enfrentar los retos de la era digital, pero esto no debe hacerse en detrimento de la libertad de expresión".

Pese a la fuerte postura de las grandes compañías de internet contra estos artículos y las advertencias que realizan una encuesta realizada por Harris Interactive arrojó que el 80% de los europeos apoya que la Unión Europea ponga en marcha medidas que garanticen el pago a los creadores de contenidos cuando son distribuidos mediante plataformas.

El sondeo se realizó entre 6.600 ciudadanos de Francia, Alemania, España, Italia, Grecia, Rumania, Polonia y la República Checa. Otros datos que arrojó la encuesta fue que el 64% consideró que no se ha hecho lo suficiente para regular a los gigantes digitales, y un 69% opinó, además, que tampoco se hicieron esfuerzos por hacer que paguen impuestos.

Aún cuando esto es lo que arroja la opinión pública, la resistencia de las grandes empresas comenzó a hacerse sentir con más fuerza en los días previos a la votación prevista para el 26 de marzo.

Algunas compañías, como Wikipedia, mostraron páginas en negro en rechazo a la iniciativa. También impulsa una campaña en la que exige a los parlamentarios a votar en contra del artículo 13. Y anima a los ciudadanos a ponerse en contacto con ellos a fin de manifestarle su rechazo y tener en cuenta qué votaron para definir si los apoyarán o no en las próximas elecciones.

"Sólo votaremos a políticas/os que voten en contra del Artículo 13 y digan no a los filtros de subida", es el lema que la campaña que busca movilizar a los ciudadanos de los distintos países para ejercer presión sobre ellos.

"Cuando se plantea una regulación hay que tener en cuenta los efectos no deseados. Muchos activistas señalan que esto derivará en una mayor concentración de medios, a lo que se suma el riesgo de la censura previa", insistió Rabinovich.

En ese marco, consideró que resulta difícil aventurar los escenarios futuros que se abrirán de votarse estos dos artículos tal como están planteados. Como tampoco es posible anticipar hoy cómo reaccionará cada empresa afectada por la normativa.

Sí dejaron en claro, según su visión, que esta situación pondrá en riesgo a Internet en Europa como también la libertad de expresión.

"La reforma propuesta podría restringir severamente el acceso gratuito a internet. Incluso las plataformas más pequeñas tendrían que prevenir preventivamente la infracción de derechos de autor de sus usuarios, lo que en la práctica sólo sería posible por medio de filtros de carga propensos a errores y propensos a abusos", afirmó Wikipedia en las versiones europeas de la enciclopedia. El último jueves la organización apagó sus webs en Austria, República Checa, Eslovenia y Dinamarca, señalaron distintos medios europeos.

Del otro lado del ring

Pero si los enemigos del artículo 13 advierten de los riesgos que supone su aprobación un grupo de 140 artistas, discográficas y músicos independientes de España se adhirieron a la postura de la eurodiputada alemana Helga Trüpel que se manifestó a favor de esa iniciativa.

Representan, en realidad, a unos 800 artistas de Europa y que, a su vez, poseen el respaldo de 97 eurodiputados. Su postura se basa en la necesidad de percibir una remuneración justa de parte de las plataformas digitales, además de impulsar una internet abierta para todos.

"Algunas plataformas de contenidos subidos por usuarios, como YouTube (propiedad de Google), no remuneran a los creadores como debieran porque no tienen la obligación de licenciar con los titulares de las obras que explotan. Mientras tanto, esas mismas grandes compañías están detrás de una campaña de desinformación y acoso a los eurodiputados sin precedentes. Esta situación genera una desprotección para los creadores, que ven cómo sus ingresos por el streaming son mucho más bajos de lo que les correspondería", indicaron en un manifiesto.

La tensión entre ambas posturas terminará de definirse este martes. Y de lo que surja dependerán las futuras discusiones que se den ya no sólo en los países de Europa sino en el mundo entero.

De aprobarse los conflictivos artículos habrá que esperar luego que cada uno de los 28 países integrantes de la Unión Europea dicte su propia norma de derechos de autor. La discusión promete profundizarse.