Crece la dependencia de los usuarios de Internet
Más de uno de cada ocho adultos estadounidenses dicen que es difícil estar varios días sin conectarse a Internet y cerca de uno de cada 11 intenta esconder sus hábitos en la Red, según un estudio privado.
El informe, realizado por los investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford (California), encontró que uno de cada ocho adultos admite que necesita pasar menos tiempo en línea.
La investigación asegura que esto demuestra que en una gran parte de la población se produce un "uso problemático de Internet".
"Muchas veces nos centramos en lo maravilloso que es Internet, en lo simple que puede hacer las cosas", dijo en un comunicado Elias Aboujaoude, director de la investigación. "Pero tenemos que considerar el hecho de que crea problemas reales a un subgrupo de personas".
El estudio encontró que el 68,9% de los encuestados navega con frecuencia, mientas que para el 13,7% es difícil no conectarse durante varios días seguidos.
Ocultamiento
El trabajo señala que el 12,4% de los internautas dijo que suelen estar conectados más tiempo del que quisieran, más del 12% reconoció que necesita dejar de usar Internet y el 8,7% intenta ocultar el uso "no necesario" a la familia, amigos y jefe.
Un pequeño número, el 8,2 %, aseguró que usaba la Red para escapar de los problemas o del mal humor, mientras que el 5,9% sentía que sus relaciones personales estaban viéndose perjudicadas por el uso excesivo de Internet.
El estudio aparece después de que varios trabajos realizados en la década pasada concluyesen que Internet y las computadoras podían causar adicción, incluyendo hábitos como visitar páginas pornográficas o jugar compulsivamente.
Un informe publicado a principios de año en el periódico Perspectives in Psychiatric Care señalaba que la Red podía promover comportamientos adictivos y seudo relaciones intimas como el "cibersexo".
El estudio, para cuya realización se encuestaron a 2.581 personas en Estados Unidos en la primavera y verano de 2004, se publicará en el numero de octubre de CNS Spectrums: The International Journal of Neuropsychiatric Medicine.