Edenor se prepara para dar Internet por la red eléctrica
De manera silenciosa, aunque en sintonía con lo que sucede en otras partes del mundo, Edenor, la empresa de distribución de energía en el norte de la Capital Federal y el Gran Buenos Aires, suma experiencia para brindar una aplicación que, en un momento de tarifas congeladas, promete importantes ganancias a un bajo índice de inversión.
A casi cuatro meses de aprobada la modificación en su estatuto social que le permite entrar y competir en el mercado de las telecomunicaciones, la mayor distribuidora eléctrica del país se encuentra dedicada de lleno a la realización de distintas pruebas piloto para conocer las posibilidades reales que tiene para brindar conectividad a la red mediante el tendido de energía eléctrica.
El testeo en cuestión se halla comprendido a una red de baja tensión instalada en una de las dependencias de la compañía y, pese al hermetismo sostenido hasta el momento por Edenor, la firma también evaluaría el modo en que llevará adelante la explotación de la utilidad, esto es, si lo hará a través de terceros o solicitará una licencia para comercialización del servicio a la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC).
En un tono similar al esbozado por la mayor parte de los actores del segmento de la provisión de Internet, el debate interno al que parece afectada Edenor respecto de la posibilidad de brindar acceso a la Red descansa en el horizonte de rentabilidad que puede otorgar el producto.
Fuentes cercanas a la compañía aseguraron a infobaeprofesional.com que la resolución 751/06 emitida por el Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE), en agosto pasado, que habilitó a la distribuidora eléctrica y también a la transportadora Transba a dar aplicaciones de telefonía, televisión e Internet a través de la red eléctrica, apenas es un punto de partida que en ningún momento da por segura la irrupción de Edenor en las telecomunicaciones.
"La modificación del estatuto lo que hizo fue romper el ‘corset’ de únicamente dar una determinada prestación. Así, el dictamen del ENRE nos permite colocar una serie de negocios para salir un poco de la asfixia de tener un único ingreso y, para colmo, regulado por el Gobierno como es el caso de la comercialización de energía", señalaron desde Edenor.
La firma ya había intentado ingresar al sector de las telecomunicaciones en 2001, cuando era controlada por la compañía gala Electricité de France, pero en aquel momento el proyecto fue desechado por cuestiones operativas.
En virtud de este antecedente fallido, ahora Edenor parece decidida a sumar horas de testeo para, en el mediano plazo, consolidarse como opción en un negocio que mueve casi $10.000 millones al año; de los cuales $7.000 millones corresponden a la comercialización de telefonía e Internet y la cifra restante resulta propiedad de la industria del cable.

Hágase la red
La evolución positiva de esta prestación dependerá en gran medida de los ensayos técnicos que la distribuidora eléctrica está realizando en una red de baja tensión de apenas 200 metros.
Sujeta a un estándar conocido como Power Line Communications (PLC), la tecnología que hoy prueba Edenor permite disponer de acceso a telefonía e Internet desde cualquier boca eléctrica y, también, desde cualquier computadora sin importar su modelo o particularidades de hardware.
De acuerdo a la fuente consultada, la aplicación opera a través de la red de baja tensión (220 voltios) y requiere de un decodificador capaz de transformar la señal que viaja a través del cable eléctrico en telefonía, internet u otra utilidad.
"Se trata de un desarrollo que permitiría brindar una velocidad de navegación hasta hoy desconocida en el mercado... de unos 30 Mbps tanto de subida como de bajada lo cual permitiría, por ejemplo, intercambiar material como películas en cuestión de segundos", explicó.
Costos y negocio
Expectantes ante el inminente resultado de las pruebas en proceso, desde Edenor especulan con los márgenes de rentabilidad que posibilitará un servicio capaz de operar con la infraestructura de tendido eléctrico ya instalada y que, por consiguiente, no requerirá de grandes inversiones adicionales que garanticen la disponibilidad de la prestación.
Asimismo, poder echar mano de líneas montadas y en funcionamiento permitiría dar un amplio abanico de servicios en aquellas zonas a las que los proveedores usuales de conectividad carecen de llegada.
"Una tecnología de este tipo permitirá que el usuario no tenga que recurrir a un proveedor de electricidad, de internet o de televisión por separado. Podrá gozar de todo junto, a un bajo costo, y a través de cualquier enchufe", ejemplificó la fuente.
En esta opción de funcionalidades integradas parece residir la principal ventaja comercial de la futura prestación. Un elemento diferencial que, se permiten asegurar desde Edenor, culminará por incrementar la competencia en el segmento de la provisión de acceso a Internet con la incorporación de nuevos actores provenientes de otros nichos de mercado.
Consultado por Infobaeprofesional.com respecto de la posibilidad de que Edenor se transforme en un protagonista de peso en el área de las telecomunicaciones, Pablo Tedesco, director asociado de Prince & Cooke, descartó que la distribuidora pueda competir de igual a igual con las Telcos aunque reconoció que este desembarco podría tener alguna injerencia en el precio bajo el cual se cotiza el vínculo a la red.
El marco legal
Edenor aún se encuentra en etapa de definiciones con relación a si explotará el servicio de manera directa o a través de terceros. En esta última opción entran en juego cuestiones inherentes al marco legal vigente, el cual exige la solicitud de un permiso de operatividad a la Comisión Nacional de Comunicaciones (CNC)
"Los prestadores de servicios de telecomunicaciones tienen libertad de arquitectura de red y libertad tecnológica por lo tanto, de obtener una licencia, pueden brindar aplicaciones de internet a través de cualquier frecuencia habilitada para dar servicios al público", comentó, a infobaeprofesional.com Henoch Aguiar, ex secretario de Comunicaciones de la Nación.
Conforme a esta visión, no existiría normativa alguna capaz de coartar las posibilidades de Edenor de asumir por cuenta propia la venta de la utilidad. "El marco regulatorio vigente no limita ninguna innovación tecnológica en la medida que no sea interferente de otros servicios, no dañe a las personas o a los bienes", completó Aguiar.
Experiencia mundial
De un modo similar al que ocurren las habituales adopciones de nuevas tecnologías a nivel local, la experiencia argentina tiene como precedente las sucesivas pruebas bajo la modalidad PLC de acceso a la red que, desde hace algunos años, se están llevando a cabo en distintas partes del mundo.
Entre los casos más resonantes de implementación de este sistema, España encabeza la nómina aunque no de manera muy feliz. En este país la compañía de electricidad Endesa se exhibe como la más emblemática en este segmento dado que, desde 2003, comercializa el servicio tras 15 meses previos de testeos gratuitos, pero desde dicho año a esta parte el negocio nunca ha culminado por despegar.
Cuestiones como la férrea oposición comercial sustentada por los operadores de cable y las telefónicas, y las características de un servicio que no termina de convencer a los usuarios, provocaron que a principios de este año la firma española dejará de brindar PLC en ciudades como Zaragoza, sitio en el que Endesa pasó de 2.000 conectados a banda ancha eléctrica a sólo 600 en el término de dos años.
"Endesa, pese a contar con una red montada desde hace ya mucho tiempo, todavía se encuentra en etapa de estudio del negocio. Tiene la ventaja del tendido y de que, probablemente, ofrece precios más baratos, pero a nivel servicio prometen una velocidad que no es real y eso es tomado en cuenta por los usuarios", señaló, desde España, Rafael Alarcón, administrador de Velevisa, firma de telecomunicaciones que brinda Triple Play en la nación europea.
En paralelo a lo que sucede en la península Ibérica, Alemania es otro de los países que a través de la compañía RWE cuenta con presencia en el sector del acceso a Internet mediante la línea eléctrica pero siempre a través de prestaciones sujetas a continuos cambios y evaluaciones de negocio.
Ya en América, algunas ciudades de México y los Estados Unidos comercializan el servicio con tarifas casi un 30% más baratas que las ostentadas por las empresas que brindan vínculo a la red de manera tradicional aunque, como en el caso anterior, con márgenes de rentabilidad excesivamente fluctuantes hasta el momento.
Patricio Eleisegui
Especial para infobaeprofesional.com