VIDEO | Un robot reaccionó de forma agresiva en una prueba y encendió alertas sobre la IA
Un incidente en un laboratorio de alta tecnología en China volvió a encender las alarmas sobre los riesgos que implican el avance de la inteligencia artificial (IA) y la autonomía de los robots humanoides. En una prueba en la sede de la compañía tecnológica Unitree, en Hangzhou, un robot humanoide experimental tuvo una reacción inesperada que puso en riesgo a los ingenieros a cargo de su evaluación.
Inteligencia artificial: polémica por un robot que se rebela
El modelo, llamado Unitree H1, estaba suspendido por una grúa mientras dos especialistas llevaban a cabo evaluaciones técnicas. De forma repentina, el robot comenzó a ejecutar movimientos agresivos y erráticos, lo que obligó a los desarrolladores a alejarse rápidamente para evitar posibles lesiones.
El hecho fue captado por una cámara de seguridad y luego se difundió en redes sociales, provocando debate entre expertos, usuarios y entusiastas de la tecnología. En el video se observa cómo el robot pasa de un estado pasivo a acciones bruscas que, de no haber estado sujetado, podrían haber resultado peligrosas.
Tecnología en avance, pero también bajo escrutinio
Este no es el primer caso que genera preocupación. En un evento reciente en China, un robot también realizó movimientos violentos. En tanto algunos sostienen que se trató de un ataque, otros creen que solo tropezó y reaccionó de forma descontrolada.
Pero los hechos se suman a una creciente inquietud global: ¿estamos preparados para convivir con máquinas que actúan de forma autónoma?
China lidera las inversiones en robótica industrial, lo que ha convertido al país en uno de los más automatizados del mundo. Según datos de la Federación Internacional de Robótica, en 2021 alcanzó una densidad de 322 robots por cada 10.000 empleados en la industria manufacturera, superando por primera vez a Estados Unidos, que registra 274.
De este modo, el país asiático se ubica en el quinto lugar global, después de Corea del Sur, Singapur, Japón y Alemania.
Riesgos de una revolución sin freno
Los avances en robótica y en inteligencia artificial permiten a las máquinas realizar tareas cada vez más complejas: desde producción industrial hasta atención médica. Sin embargo, estos desarrollos vienen acompañados de desafíos éticos y de seguridad. ¿Qué pasa si una máquina pierde el control? ¿Estamos diseñando sistemas lo suficientemente seguros?
Un informe de la Universidad de Oxford advierte que hasta un 47% de los empleos en EE. UU. podrían ser automatizados en los próximos 20 años. Esto no solo plantea dudas sobre la seguridad, sino también sobre el impacto económico y social que podría generar una automatización masiva.
A medida que los robots ganan inteligencia y autonomía, se vuelve urgente encontrar un equilibrio entre innovación y responsabilidad. Porque no solo se trata de lo que las máquinas pueden hacer, sino de cómo, cuándo y con qué límites lo hacen.