¿Por qué la Argentina está quedando atrás en la carrera de la inteligencia artificial agéntica?
La falta de preparación para la inteligencia artificial agéntica (IAA), la próxima frontera tecnológica, posiciona a la Argentina y sus vecinos latinoamericanos ante riesgos de rezago competitivo y social, según alerta un nuevo estudio global de la empresa informática Salesforce presentado en Buenos Aires.
La rápida evolución de la inteligencia artificial abrió un horizonte de oportunidades sin precedente para empresas, gobiernos y la sociedad en su conjunto. Salesforce, referente mundial en productos y servicios tecnológicos y de IA para el mundo empresarial y público, volvió a poner a la región en el centro de este debate con la difusión de su más reciente índice global de preparación de IA y una encuesta complementaria sobre mejora de habilidades.
La cita en las oficinas de Buenos Aires reunió a expertos del sector público, privado y académico, junto a organizaciones como CIPPEC, además de la prensa, entre ella iProfesional, para analizar la realidad de la inteligencia artificial agéntica en América latina: un eslabón clave que redefine el futuro de la transformación digital y la competitividad regional, pero que aún encuentra a la región con profundas brechas de preparación y alerta sobre el peligro inminente del rezago tecnológico.
¿Qué es la inteligencia artificial agéntica?: Un salto transformador
La inteligencia artificial agéntica representa la tercera ola de la inteligencia artificial —siguiendo a la IA predictiva y a la generativa—, llevando la autonomía a un nivel mucho más avanzado. Mientras las IA tradicionales se limitaban a recomendaciones, clasificación de datos y generación de contenido, la IAA se caracteriza por la capacidad de agentes autónomos capaces de planificar, razonar y actuar con independencia para ejecutar tareas complejas y multietapa que antes requerían supervisión humana directa.
Estos agentes pueden, por ejemplo, coordinar cadenas de suministro, personalizar atención médica cuando se integran a sistemas hospitalarios o dinamizar la experiencia del cliente en empresas de servicios, todo en tiempo real y tomando decisiones en escenarios cambiantes.
A diferencia de otros tipos de IA, la IAA combina la gestión autónoma de flujos de trabajo, la anticipación de escenarios potenciales y la articulación directa con otros sistemas sin intervención humana constante. Esta transformación tecnológica promete transformar el mercado laboral, la productividad nacional y la operación estatal, al liberar recursos humanos para tareas estratégicas y mejorar notablemente la toma de decisiones.
El informe de Salesforce subraya que la adopción de agentes de IA en las organizaciones, operando en colaboración con empleados humanos, podría aumentar en un 327% durante los próximos dos años, generando un incremento estimado del 30% en la productividad global. Quienes estén preparados hoy para adoptar la IAA serán los líderes de la inminente transformación digital en sus territorios.
Brechas de preparación y desafíos en la Argentina y América latina
El índice global de preparación de inteligencia artificial de Salesforce analizó 16 mercados clave a partir de 31 indicadores agrupados en cinco dimensiones: marcos regulatorios, adopción, innovación, inversión y capital humano.
El balance para América latina, y la Argentina en particular, es preocupante: el país se posiciona con una puntuación global de 14,1 sobre 50 —muy por debajo del promedio global de 22,1—, y muestra rezagos en todas las dimensiones examinadas.
Brechas de habilidades y talento
La preparación de la fuerza laboral aparece como el eslabón más débil de la cadena digital latinoamericana. En la Argentina, solo se alcanza una puntuación de 2,9 sobre 10 —igual que en México y por debajo del promedio global de 4,5— en la dimensión de capital humano.
La escasez de trabajadores calificados afecta negativamente a casi la mitad de los lugares de trabajo, según el 48% de los adultos encuestados en el país. Además, la familiaridad con los programas de mejora de habilidades es limitada y se concentra en habilidades genéricas, relegando competencias avanzadas como la escritura de prompts o el diseño de agentes de IA.
Brechas de confianza y ética
La percepción pública y organizacional sobre la seguridad, privacidad y uso ético de la IAA es aún incipiente y representa otro obstáculo para la masificación de agentes autónomos en los sectores público y privado.
Las inquietudes respecto al manejo de datos y los riesgos de decisiones automáticas sin supervisión humana refuerzan la necesidad de contar con marcos regulatorios e institucionales sólidos y confiables, así como transparencia y explicabilidad en los procesos de IA agéntica.
Brechas de infraestructura y tecnología
En materia de innovación e inversión, la región muestra cifras críticas: la Argentina sólo alcanza 0,1 de 10 en inversión en IA agéntica y en innovación, frente a promedios globales mucho más altos. Las empresas y el Estado enfrentan dificultades estructurales para escalar agentes de IA, debido a capacidades limitadas de hardware, software y conectividad, así como bajo acceso a capital de riesgo e instrumentos públicos de financiación. La dependencia de tecnologías importadas y la falta de integración entre academia e industria frenan la construcción de "inteligencia propia" en IA.
La Argentina: Caso testigo latinoamericano
El informe señala que la Argentina desarrolló estrategias formales y ciertos marcos regulatorios digitales, pero la implementación efectiva y la innovación son todavía embrionarias. El capital humano y el financiamiento para ecosistemas de inteligencia artificial local resultan insuficientes, limitando así la expansión práctica de la IA agéntica más allá de proyectos piloto o iniciativas aisladas.
Durante la presentación de Salesforce, Gala Díaz Langou, directora ejecutiva de CIPPEC, expuso la dimensión social de estas brechas y la urgencia de una gobernanza proactiva: "La inteligencia artificial puede ser un gran motor de productividad y desarrollo inclusivo, pero para que eso ocurra necesitamos una estrategia nacional que permita su gobernanza con propósito para que amplíe oportunidades y reduzca desigualdades", afirmó.
La ejecutiva subrayó que el desafío regional requiere de acciones concertadas, trascendiendo la mera innovación tecnológica: "No hay inteligencia artificial sin transformación digital, ni transformación real sin talento humano", enfatizó Díaz Langou, inscribiendo el reto de la IA agéntica en el marco de políticas públicas integrales que incluyan educación, inclusión digital e incentivos para la reconversión laboral.
Desafíos éticos y de gobernanza: Transparencia, equidad y responsabilidad
La irrupción de la IAA intensifica el debate sobre la regulación y la ética tecnológica. Los marcos de referencia analizados por Salesforce y los especialistas advierten que la mera identificación y gestión de riesgos ya no es suficiente: se requiere habilitar la adopción estratégica de la IA, diseñando marcos regulatorios basados en el riesgo e interoperables a nivel global.
Modelos recientes de referencia, como la Ley de IA de la Unión Europea —que impone obligaciones diferenciadas según el nivel de riesgo de los sistemas—, o los esquemas flexibles liderados por la industria en Japón y Singapur, muestran caminos posibles.
Uno de los grandes interrogantes es cómo garantizar la transparencia, la equidad y la protección de los datos personales en escenarios donde los agentes de IA toman decisiones autónomas. La gobernanza responsable implica auditar algoritmos, asegurar la explicabilidad y establecer mecanismos de reclamo y supervisión pública.
También hay que atender desafíos sectoriales específicos —por ejemplo, el acceso equitativo de las pymes a las soluciones de IA agéntica y la protección de grupos vulnerables ante sesgos—. Salesforce sostiene que la institucionalización de estos principios éticos es indispensable para construir la confianza ciudadana y organizacional que la adopción masiva requiere.
Caminos para cerrar las brechas
El informe resalta una serie de recomendaciones clave, dirigidas tanto al sector público como privado, para acelerar la adopción segura e inclusiva de la IAA:
- Escalar la integración de agentes de IA en el sector público: Mejorar la madurez digital estatal, revisar marcos de adquisición y priorizar casos de uso que eliminen cuellos de botella burocráticos e impulsen servicios ciudadanos de calidad. Capacitar funcionarios públicos y respaldar la retroalimentación ciudadana.
- Promover marcos de gobernanza interoperables: Adoptar regulaciones basadas en el riesgo, avanzar hacia el reconocimiento mutuo entre países y asegurar la transparencia y supervisión de los sistemas de IAA.
- Fortalecer la preparación de la fuerza laboral: Crear programas de formación y reconversión en habilidades específicas vinculadas a la interacción humano-agente, estableciendo centros de excelencia y alianzas público-privadas para estimular el desarrollo de talento local.
- Ampliar el acceso para pymes: Lanzar incentivos y manuales sectoriales, ampliar el alcance de los centros de innovación y facilitar la experimentación y adopción responsable de agentes de IA por parte del tejido empresarial mediano y pequeño.
- Fomentar la innovación colaborativa: Impulsar proyectos piloto y entornos de pruebas en industrias clave, expandir la inversión en I+D+i y articular redes nacionales e internacionales para el intercambio de buenas prácticas y experiencias exitosas.
- Impulsar modelos sectoriales de gobernanza de IA: Reconociendo las diferencias entre sectores, construir manuales y modelos ágiles de regulación acorde a los riesgos y oportunidades concretos en áreas como salud, educación y finanzas.
- Acelerar la innovación y la seguridad transfronteriza: Facilitar la cooperación internacional en investigación y supervisión de la seguridad de los agentes, alineando estándares técnicos y regulatorios para que las innovaciones sean seguras y beneficiosas para todos.
Un futuro en juego para América latina
Quizá la advertencia más contundente del informe de Salesforce sea el riesgo real e inminente de que América latina quede tecnológicamente rezagada si no enfrenta estas brechas con políticas activas e inclusivas. El potencial transformador de la inteligencia artificial agéntica está hoy al alcance, pero su aprovechamiento depende del compromiso multisectorial, la inversión sostenida y la consolidación de marcos éticos y educativos robustos.
La región tiene ante sí la oportunidad de liderar una revolución digital con acento humano, donde la inteligencia artificial sirva no solo al progreso económico sino también a la justicia social y la equidad. Como concluyó Díaz Langou, el momento de actuar es ahora: la IAA puede y debe ser motor de desarrollo inclusivo, siempre que gobiernos, empresas y sociedad civil se comprometan a co-construir el futuro.