Una plataforma "world class" apuesta por Argentina para liderar la experiencia digital

La empresa informática Liferay avanza en una nueva etapa de expansión en la Argentina, combinando dos décadas de historia global con una apuesta decidida por la región y, en particular, por el mercado local.

La compañía, nacida como un proyecto de un pequeño grupo de compañeros de universidad en un cubículo en la ciudad californiana de Los Ángeles, se transformó en un actor global de software empresarial que ve en la Argentina un pilar estratégico para su crecimiento en el Cono Sur.

Es una compañía global de software fundada en 2004, con sede en Los Ángeles, que hoy opera con 24 oficinas en el mundo y presencia en más de 40 países a través de su ecosistema de socios.

En estos 20 años de trayectoria global, la empresa pasó de responder llamadas de clientes desde la azotea de un edificio a consolidar una organización internacional con estructura, procesos y una oferta tecnológica madura.

En América latina, acumula 15 años de presencia, con oficinas en São Paulo, Santiago, México, Lima y Bogotá, lo que le permitió desarrollar un conocimiento profundo de las dinámicas de transformación digital en la región.

La compañía cuenta actualmente con más de 1.100 empleados y más de 1.200 clientes en el mundo, respaldados por una red superior a 360 partners que expanden su alcance y su capacidad de implementación.

Ese crecimiento no alteró una impronta que combina vocación técnica y cercanía con el cliente: la empresa enfatiza que su evolución se construyó sobre relaciones de largo plazo y sobre una plataforma diseñada para integrarse con infraestructuras complejas, más que para reemplazarlas. Ese ADN de compañía de nicho, enfocada en plataformas de experiencia digital, es el que ahora busca trasladar con más fuerza al mercado argentino.

Visión estratégica y mercado argentino

Para Liferay, la Argentina "siempre ha sido un mercado de gran interés" dentro de América latina, tanto por su peso económico como por la sofisticación de su ecosistema tecnológico. Flávio Moitinho, gerente general de la empresa en América latina, lo sintetizó así ante iProfesional: "Es la segunda economía más grande de Sudamérica y presenta un alto potencial de crecimiento". Ese tamaño, sumado al talento local y a la presión competitiva que enfrentan las empresas para acelerar su transformación digital, convierten al país en una pieza clave en la estrategia de expansión regional.

Durante años, la operación sobre la Argentina se gestionó de forma remota desde otros centros latinoamericanos, priorizando inversiones en mercados como Brasil, Colombia, Chile y México. Sin embargo, Moitinho subrayó que el contexto cambió: "Hoy, con una presencia más consolidada en la región y una estrategia de expansión madura, ha llegado el momento de fortalecer nuestra operación en Argentina", señala, anticipando que el objetivo es que el país se sume "en el corto plazo" al grupo de mercados más relevantes para la compañía en América latina.

Ese fortalecimiento se apoya en una base de clientes que ya incluye nombres de peso como Telefónica y Smiles, que adoptaron la plataforma en etapas anteriores del despliegue regional. El paso siguiente es consolidar una presencia física local y un equipo dedicado, con foco en capturar nuevas cuentas corporativas y proyectos de alto impacto en sectores regulados.

De cara a 2026, la compañía se fijó metas ambiciosas para su operación en la Argentina, tanto en número de clientes como en el desarrollo de un ecosistema de partners más robusto. "Tenemos un camino claro por recorrer. El primer paso es la incorporación de un 'head' de operaciones para la región. Es un proceso que se encuentra en su etapa final y cuya contratación la anunciaremos próximamente", adelantó Moitinho, quien vinculó ese nombramiento con la capacidad de acelerar la captación de clientes "importantes" en el país.

Flávio Moitinho

Ventaja competitiva y modelo de negocio

El corazón de la propuesta de valor de la empresa en la Argentina es su "modelo de código abierto de Liferay DXP representa una ventaja competitiva estratégica para ganar tracción en Argentina. En un mercado sensible a los costos, tenemos un modelo de suscripción flexible y escalable", explicó Moitinho.

En lugar de asociar el uso de la tecnología a la compra de licencias tradicionales, la compañía ofrece una suscripción que incluye soporte empresarial, parches de seguridad, garantía de calidad y funcionalidades avanzadas.

Ese enfoque transforma el gasto de capital (Capex) en gasto operativo (Opex), un esquema de financiamiento que el ejecutivo describió como "más atractivo para muchas organizaciones argentinas", especialmente en contextos de alta volatilidad cambiaria y restricciones presupuestarias.

La naturaleza "open source" de la empresa también apunta a eliminar una preocupación recurrente entre grandes empresas y entidades reguladas. "El código abierto elimina el cautiverio tecnológico, brindando a los clientes la seguridad de que tendrán control sobre su plataforma, incluso si sus necesidades de soporte cambian, lo que aumenta la confianza y el poder de negociación", afirmó Moitinho, en línea con una demanda creciente por mayor soberanía tecnológica a nivel corporativo.

Junto a ese modelo, la empresa subraya otra ventaja: Su "capacidad para integrarse con otras tecnologías. A diferencia de otras plataformas, por ejemplo, que siempre funcionarán mejor con otras tecnologías propietarias de ellos mismos, Liferay DXP funcionará perfectamente con las tecnologías que usted ya tiene instaladas en su empresa", señaló Moitinho. Esta integración se traduce, según el ejecutivo, en tiempos de implementación más cortos y en la posibilidad de modernizar experiencias digitales aprovechando la infraestructura actual.

Otro elemento diferencial es la localización del principal centro de ingeniería de software de la empresa en América latina, que permite ofrecer soporte en español y portugués, en la misma zona horaria de sus clientes regionales. Moitinho contrastó esta situación con la de competidores que centralizan soporte en inglés desde mercados lejanos como India.

Ecosistema de "partners" y casos de uso

La estrategia de expansión en la Argentina se apoya fuertemente en el desarrollo de un ecosistema de partners que combine grandes integradores internacionales con socios locales especializados. La empresa ya trabaja en la región con compañías como Stefanini y NTT Data, que tienen operaciones en el país y actúan como socios en múltiples mercados.

Sin embargo, el foco está puesto en ampliar ese ecosistema con jugadores locales. La meta es contar con socios "con gran conocimiento del mercado argentino, fuerte relacionamiento regional y capacidad para entregar proyectos de calidad y acelerar nuestra estrategia de crecimiento", resumió el ejecutivo.

En el centro de esta estrategia se ubica Liferay Digital Experience Platform (DXP), la plataforma de experiencia digital de la compañía. Se trata de un software de código abierto que equipos técnicos y de negocio pueden usar para crear experiencias atractivas y adaptables para distintas audiencias, combinando la funcionalidad de múltiples herramientas en una sola plataforma para crear recorridos de usuario escalables.

Una DXP es una categoría emergente de software empresarial que busca acompañar los procesos de transformación digital y "proporcionar una mejor experiencia de cliente" a través de la digitalización de operaciones, experiencias conectadas y datos procesables sobre los usuarios.

En la práctica, Liferay DXP se utiliza para crear portales, sitios web, intranets, sitios de comercio electrónico, portales de autoservicio, webs corporativas y plataformas de integración de datos, entre otros casos de uso.

Este alcance permite abordar escenarios negocio a negocio (B2B, sigla en inglés), negocio a consumidor (B2C) y negocio a empleados (B2E), apoyándose en partners especializados que "maximizan su potencial y lo traducen en valor tangible para los clientes", enfatizó Moitinho

Para contextos donde los equipos de TI son limitados, un desafío frecuente en empresas argentinas, la compañía apuesta a capacidades "low-code" y a un "marketplace" de herramientas. "Las capacidades Low-Code de Liferay son herramientas esenciales para las empresas que buscan ofrecer experiencias digitales altamente personalizadas, incluso cuando cuentan con equipos especializados de TI limitados", sostuvo Moitinho.

El ejecutivo subrayó que estas herramientas permiten que usuarios de negocio o desarrolladores con menos experiencia técnica creen y modifiquen rápidamente aplicaciones y flujos de trabajo mediante interfaces visuales.

Ese enfoque descarga al área de TI de tareas rutinarias, permitiendo que los recursos especializados se concentren en integraciones complejas y proyectos estratégicos de mayor valor. En paralelo, el marketplace de herramientas ofrece componentes y aplicaciones preconstruidas —como conectores a sistemas heredados o módulos de servicio específicos— que reducen tiempos y costos de implementación.

"Al combinar componentes listos del marketplace con la capacidad de personalización ágil del low-code, Liferay permite a las empresas alcanzar la personalización exigida por el mercado de manera rápida y eficiente", afirmó el ejecutivo, al destacar que el gran motor de la compañía es ofrecer tecnología que "acelera el 'time to market' de proyectos cruciales" y otorga autonomía a usuarios no técnicos.

Verticales y cumplimiento normativo

Aunque la empresa se define como una plataforma transversal que atiende a todas las industrias, reconoce que hay verticales donde su propuesta de valor ganó especial tracción. Por ejemplo, servicios financieros, gobierno, asistencia médica, manufactura, retail y seguros como los principales segmentos que utilizan la plataforma a escala global. En el caso específico de la Argentina, Moitinho señaló que servicios financieros, Gobierno y seguros concentran las mayores oportunidades en los próximos 12 a 18 meses.

Según relató Moitinho, el primer encuentro de la compañía en Buenos Aires, y en el que participó iProfesional, evidenció un "gran interés" de organizaciones de estos ámbitos, lo que refuerza las expectativas de evolución en estas industrias.

La experiencia acumulada en la región con clientes como Itaú Colombia, el Banco Central de Chile, ministerios de hacienda y bolsas de valores en distintos países se convierte así en un activo clave para replicar modelos en el mercado argentino.

En un país donde la regulación en materia de protección de datos y ciberseguridad es especialmente exigente en sectores como banca y fintech, Liferay pone el acento en el cumplimiento normativo y la soberanía de datos.

La empresa ya opera su DXP en Argentina bajo los requisitos de soberanía de datos y el marco legal local, ajustándose a la Ley 25.326 de Protección de Datos Personales y sus reglamentos mediante el mantenimiento de datos sensibles en infraestructura segura, la gestión de finalidades y consentimientos, el registro de actividad para auditoría y políticas de transferencia internacional acordes a la normativa.

En sectores regulados como la banca, la plataforma cumple los lineamientos de ciberseguridad del Banco Central de la República Argentina, que exigen autenticación reforzada, segregación de entornos, gestión formal de incidentes y continuidad operativa.

A nivel de infraestructura, la empresa ofrece despliegues "on-premise" o en servidores de acceso remoto (computación en la nube, en la jerga informática) con presencia local, con cifrado, controles de acceso y gobierno de datos compatibles con ISO 27001, lo que permite construir portales, Intranets y sitios transaccionales manteniendo la residencia de la información bajo jurisdicción argentina.

Esa flexibilidad de despliegue —ya sea en instalaciones propias, en nubes públicas como Google Cloud o AWS, en nubes privadas o bajo un modelo de software como servicio (SaaS) en la nube de la empresa — es presentada como una ventaja competitiva única frente a otras propuestas de clase mundial.

"No importa cuál sea el escenario, Liferay DXP se adapta, y somos la única solución 'world class' del mercado que ofrece todas estas opciones a los clientes", afirmó Moitinho, al vincular esta amplitud con la capacidad de responder a requerimientos específicos de soberanía y residencia de datos en el país.

Una apuesta de largo plazo

La expansión de la compañía en la Argentina se enmarca en una visión de compañía que se define a sí misma como una organización de capital cerrado, con un horizonte de construcción de valor diferente al de las empresas sometidas a la presión trimestral de los mercados.

"Somos una compañía de capital cerrado, lo que nos permite crecer de manera sostenible y con una visión estratégica a largo plazo", explicó Moitinho, quien destacó que, al no estar sujetos a la presión de accionistas externos por resultados inmediatos, pueden enfocarse en "construir relaciones sólidas con nuestros clientes y en desarrollar soluciones que realmente aporten valor".

Esa independencia, según el ejecutivo, garantiza que la visión de futuro de la compañía esté "centrada exclusivamente en ofrecer la mejor tecnología, sin compromisos ni condicionamientos externos".

En el caso argentino, esto se traduce en una estrategia gradual pero firme: consolidación de presencia física, construcción de un ecosistema de partners, apuesta a verticales reguladas con alto potencial y una propuesta tecnológica basada en integración, flexibilidad y eliminación del cautiverio tecnológico.

Con la incorporación inminente de un jefe de operaciones regional, el fortalecimiento del soporte local y una plataforma DXP diseñada para responder a las exigencias regulatorias y de negocio del país, Liferay busca que Argentina deje de ser un mercado atendido a distancia para convertirse en uno de los pilares de su crecimiento en América latina.

En un entorno donde las empresas compiten cada vez más por la calidad de la experiencia digital que ofrecen, la compañía apuesta a que su combinación de código abierto, modelo de suscripción y foco en el largo plazo encuentre terreno fértil en el ecosistema argentino.