Praga es una de las ciudades más visitadas de Europa gracias a su impresionante patrimonio arquitectónico, con recorridos por castillos, puentes y calles realmente muy bellas. A eso le pueden sumar una gran oferta gastronómica y de cervezas, un tema donde la capital de la República Checa se destaca ya desde hace tiempo. Para muchos, es una puerta de entrada hacia Europa del Este, debido a su cercanía con países como Alemania y Austria.

Así como hemos hecho con otras ciudades, como por ejemplo Amsterdan o Berlín, vamos a ver en qué momento del año conviene visitar la capital de República Checa y revisar cuáles son las mejores opciones a la hora de encontrar los mejores precios en pasajes.

¿En qué momento del año conviene visitar Praga?

Ya todos sabemos que el precio de pasajes y estadías es el tema clave a la hora de seleccionar el destino a visitar. Pero el precio no es todo. Tenemos que tener en cuenta otros puntos muy relevantes. Si la región tiene temporadas muy lluviosas y otras secas, por ejemplo. Cómo varía la cantidad de horas de luz a lo largo de los meses. Y la temperatura, claro. Así que vamos a ver algunos de estos temas antes de pasar a los precios, y seleccionar la mejor época para visitar Praga.

La capital checa es una ciudad que se caracteriza por tener una gran amplitud térmica, aunque sin llegar normalmente a valores demasiado calurosos. Por ejemplo, el mes más frío del año es enero, con una temperatura máxima promedio de 3 grados y mínimas de -1 grados. Digamos que si no son muy amantes del frío no es el mejor momento para llegar hasta Praga. Y por el lado "caluroso", julio y agosto tienen mínimas promedio de 12 grados y máximas de 24 grados. Mayo y septiembre, con promedios que van de los 8 a los 22 grados son seguramente los meses más interesantes en cuanto a temperatura.

La capital de la República Checa es una de las ciudades más visitadas de Europa por su impresionante patrimonio arquitectónico

Una de las grandes ventajas de Praga es que no es una ciudad particularmente lluviosa. Si bien hay diferencias marcadas entre los meses, ninguno alcanza cifras demasiado altas. Junio, julio y agosto suelen superar los 60 mm de precipitaciones, mientras que entre diciembre y marzo apenas alcanzan los 20 mm. Sólo para comparar, el mes tradicionalmente menos lluvioso en Buenos Aires, que es julio, tiene 52 mm de lluvias promedio, mientras que marzo, el más húmedo, está por encima de los 130 mm de promedio de precipitaciones.

Uno de los temas que hay que tomar muy en cuenta a la hora de visitar Praga es la cantidad de horas de luz por día. Hay grandes diferencias a lo largo del año. Junio tiene 17 horas de luz promedio por día, mientras que mayo y julio están en 16 horas promedio. Pero del otro lado de la tabla, diciembre y enero sólo cuentan con 8 horas de luz.

Julio y agosto son los meses de la temporada alta de la ciudad, aunque lo cierto es que Praga recibe muchos visitantes a lo largo del año. Antes de la pandemia del Covid-19, alrededor de 8 millones de visitantes llegaban hasta allí cada año. En 2022 ese número todavía no se había recuperado, pero ya estaba en casi 6 millones. Esta última cifra es bastante cercana a la cantidad de turistas que llegaban a toda la Argentina por año, antes de 2019.

Vamos a seleccionar septiembre como nuestra alternativa para visitar Praga. Se trata de un mes que no es parte de la temporada alta, tiene un promedio bastante agradable de temperatura -de 8 a 22 grados promedio-, no es tan lluvioso -47 mm para todo el mes- y tiene 13 horas de luz al día. Tomaremos como referencia un viaje entre el 15 y el 23 de septiembre de este año.

¿Qué opciones hay en vuelos hacia Praga?

Para muchos, Praga es una puerta de entrada hacia Europa del Este

Praga no tiene vuelos directos desde Buenos Aires, por lo que todo viaje a la ciudad implica al menos una escala, normalmente en Francfort, Amsterdam o París, todas ciudades que están conectadas de manera directa con la capital argentina. Con la conexión, la duración del viaje puede variar entre 16 a 24 horas, por lo que es importante chequear bien cuánto va a demorar la escala.

Tomemos como ejemplo un vuelo que combina la ida por KLM y Air France, dos aerolíneas que forman parte de la misma compañía, lo que facilita mucho el tema de la emisión de pasajes. A la ida hay escala en Amsterdam, con 18 horas de viaje, y la vuelta por París, con 20 horas total. El pasaje cuesta 1.180.000 pesos, un precio que está dentro de los más económicos. En todos los casos, los valores consignados en esta nota son finales, con impuestos y percepciones a cuenta incluidas.

¿Hay por menos? Sí, pero normalmente implican tiempos más largos de viaje. KLM y Air France tienen otra opción por 1.020.000 pesos, con escalas más largas, que llevan el tiempo total de traslado a 26 horas a la ida y a 32 horas a la vuelta.

Más opciones: Lufthansa tiene vuelos por 1.212.000 pesos con escala en Francfort, que tienen tiempos de conexión cercanos al promedio. A la ida el viaje total toma algo más de 15 horas y a la vuelta, 24 horas.

¿Vale la pena viajar en un vuelo con 2 escalas? Por desgracia, no hay diferencias en cuanto a los precios. Por ejemplo, Emirates tiene vuelos con dos escalas; una en Río de Janeiro y otra en Dubai. El pasaje cuesta alrededor de 1.150.000 pesos, pero el tiempo total de viaje se va más allá de 40 horas por tramo. Turkish tiene ofertas similares, con pasajes desde 1.210.000 pesos y tiempos de vuelo totales que van de los 27 a 35 horas de viaje. No son opciones muy convenientes en cuanto a tiempos, realmente.