Historia, bodegas y recitales: así es la nueva cara de Colonia que suma razones para cruzar el Río de la Plata
Impulsado por la conexión fluida con la Ciudad de Buenos Aires y una oferta de ocio en constante expansión, el flujo de argentinos que cruzan el Río de la Plata en busca de una pausa no se detiene. A solo 50 minutos en barco desde Puerto Madero, Colonia del Sacramento se consolida como uno de los destinos favoritos, ya no solo para escapadas de fin de semana. Y los números lo confirman: solo en el primer trimestre de 2025, las llegadas desde Argentina a Uruguay crecieron un 52% interanual (con 974.742 ingresos), con la ciudad vecina al tope de las preferencias, según datos del Ministerio de Turismo local y la Dirección Nacional de Migraciones.
Y si bien los reportes oficiales no discriminan por rango etario, se estima que cerca del 20% de los visitantes internacionales que llegan a esta urbe ribereña tienen entre 18 y 35 años. Pero hay más guarismos que ayudan a explicar este fenómeno, más allá de sus playas tranquilas de arena blanca, las "nuevas" bodegas boutique, la calma y una escena cultural en expansión que invita a quedarse más tiempo, recorrer sin apuro y disfrutar a otro ritmo.
Conforme a estadísticas de estudios privados, en la primera mitad de 2025, algunos alojamientos registraron un incremento del 228% en el arribo de argentinos respecto del mismo período del año anterior. Hoy, aseguran, este segmento representa el 57% de su ocupación.
De la historia viva a la cultura contemporánea: Colonia suma razones para cruzar el río
Si bien desde 1995 la UNESCO lo reconoce como Patrimonio Mundial, el Casco Histórico de Colonia no necesita títulos para hechizar. Basta con poner un pie en sus calles adoquinadas para que el tiempo empiece a correr distinto. Recorrerlo caminando no es solo una recomendación: es la única forma de dejarse envolver por su encanto.
Y en la lista de imperdibles emergen como puntos neurálgicos que se graban casi por reflejo, la Puerta de la Ciudadela, la evocadora Calle de los Suspiros, el Faro que vigila el río desde su altura, la Plaza Mayor y los museos que resguardan ecos de un pasado colonial aún latente. Todo en este rincón detenido en el tiempo —desde los faroles de hierro forjado hasta la arquitectura donde dialogan lo español y lo portugués— parece dispuesto para que la historia no solo se recuerde, sino que siga respirando a cielo abierto.
A pocos minutos de allí, se alza otro ícono colmado de historia y leyenda: la Plaza de Toros del Real de San Carlos. Inaugurada el 9 de enero de 1910 por el empresario argentino Nicolás Mihanovich, su corta pero intensa vida inicial dejó una marca indeleble: apenas ocho corridas oficiales bastaron para inscribirla en los récords como la única plaza de toros del mundo donde nunca se registraron víctimas. Clausurada y abandonada durante décadas, el 9 de diciembre de 2021 resurgió restaurada con nuevo esplendor.
Lejos de los viejos carteles de advertencia que prohibían acercarse por riesgo de derrumbe, la plaza recupera su lugar como uno de los grandes imperdibles de la ciudad como un vibrante centro cultural, deportivo y de convenciones con capacidad para 4.500 personas en cuyo escenario ya pasaron nombres de la talla de Plácido Domingo, Jorge Drexler, No Te Va Gustar y Andrés Calamaro.
Y si bien en Colonia la oferta hotelera en la zona es tan amplia como diversa en cuanto a precios y comodidades, asimismo destacan los alojamientos con historia. Tal es el caso de la posada Plaza Mayor (Calle del Comercio 111), construida sobre los cimientos de un rancho portugués del siglo XVIII y una casona española de 1860. Tras un cuidadoso proceso de restauración, el edificio conservó muchos de sus elementos originales—pisos de época, muros de piedra, techos de teja—que hoy conviven armónicamente con un diseño cálido y auténtico. Sus habitaciones con paredes de piedra, los techos altos, los elegantes espacios comunes y un patio central la convierten en una opción con carácter propio.
Las rutas gastronómicas más allá del casco histórico
Colonia también invita a descubrir su Ruta del Vino, un recorrido que combina enoturismo, historia y paisajes rurales. Entre las bodegas boutique más emblemáticas se destaca Los Cerros de San Juan (Ruta 21, km 204), la más antigua del país y pionera en técnicas de vinificación ancestral, como la fermentación en ánforas. Fundada en 1854 por la familia alemana Lahusen y declarada Monumento Histórico Nacional, esta bodega ofrece experiencias memorables: degustaciones de sus líneas premium, caminatas entre viñedos y almuerzos en el Almacén de la Capilla, un antiguo comercio de ramos generales transformado en restaurante, donde se luce la cocina de fuegos y los sabores autóctonos.
La propuesta se enriquece con otras bodegas de carácter propio, como Cordano, Fripp, Del Quintón, Familia Irurtia, El Legado, Zubizarreta y Campotinto Carmelo, entre muchas más. Pero la experiencia en Colonia también se extiende por otros sabores y paisajes: la Ruta del Queso artesanal invita a explorar las tierras de Nueva Helvecia, donde pequeños productores abren sus puertas para compartir la autenticidad de sus productos y el espíritu de la región. Una oportunidad para descubrir aromas, texturas y tradiciones que laten fuera del circuito más conocido.
El nuevo ecosistema urbano de innovación en Uruguay
Mientras Colonia del Sacramento consolida su crecimiento turístico y demográfico, un proyecto urbanístico de gran escala comienza a redefinir su horizonte. A solo 800 metros del puerto y con vistas privilegiadas al Río de la Plata, +Colonia se transforma en una nueva urbanización pensada como un ecosistema urbano integrado con la naturaleza.
El desarrollo abarca 515 hectáreas y más de 7 kilómetros de costa, donde conviven playas, bosques nativos, médanos y hasta una antigua cantera reciclada. La propuesta apunta a un modelo de ciudad compacta y eficiente, donde todo —desde el trabajo hasta el ocio— esté a no más de 15 minutos a pie, en bicicleta o en transporte público.
El primer barrio en terminar de construirse será el Distrito Génesis, donde ya avanzan dos desarrollos iniciales: El Muelle, con un plazo de obra estimado de 18 meses, y Quartier +Colonia, que demandará unos 24 meses más.