Ni Córdoba ni Río de Janeiro: dónde queda el Pan de Azúcar argentino con vistas privilegiadas
El Pan de Azúcar no se encuentra únicamente en Río de Janeiro. En nuestro país hay dos: uno se encuentra en la provincia de Córdoba y el segundo muy cerca de la Ciudad de Buenos Aires, con relación a los múltiples destinos turísticos del país.
Este cerro, llamado Pan de Azúcar, es una formación que se eleva a 741 metros sobre el nivel del mar y forma parte del circuito serrano del Abra del Hinojo, uno de los más llamativos de la comarca. Se trata de un lugar con historia milenaria, aire natural y un silencio que cautiva a los amantes de la naturaleza y la aventura. A diferencia de los destinos turísticos masivos, este rincón escondido de la Sierra de la Ventana ofrece una experiencia distinta: senderos solitarios, caminos de tierra y miradores naturales que invitan a explorar sin prisa.
El recorrido se puede realizar en vehículos altos o 4x4, ya que el terreno serpentea entre los cerros Chaco, Pan de Azúcar y Curamalal, cruzando pequeños arroyos que descienden de las sierras y refrescan el camino con su sonido cristalino.
Cerro Pan de Azúcar: aventura con serenidad
Se trata de un tramo ideal para los amantes de la naturaleza y la aventura. En apenas unos kilómetros, el paisaje cambia por completo: de las laderas áridas y pedregosas se pasa a los pastizales húmedos donde pastan los caballos. Todo enmarcado por un horizonte que se tiñe de dorado al amanecer y de violeta al atardecer, ofreciendo postales únicas de la serranía bonaerense.
El Cerro Pan de Azúcar se destaca como uno de los puntos más atractivos del circuito, perfecto para quienes buscan una experiencia que combine adrenalina, silencio y conexión con el entorno.
Un destino ideal para hacer turismo y desconectar
Este circuito no solo atrae a aventureros o senderistas. También es un lugar ideal para quienes buscan fotografía paisajística, observación de aves o simplemente desconectarse del ritmo urbano. El sonido del viento, el canto de los pájaros y el murmullo de los arroyos reemplazan al ruido de la ciudad y crean un ambiente de calma difícil de encontrar en otros destinos.
Para quienes deciden quedarse más de un día, Sierra de la Ventana ofrece una amplia variedad de hospedajes: desde cabañas con vista a los cerros hasta hoteles familiares con atención personalizada. Una ventaja adicional es que muchos alojamientos permiten reservar directamente con los dueños, sin intermediarios ni comisiones, lo que garantiza precios más convenientes y una comunicación más cercana.
Este verano, Sierra de la Ventana se presenta como una alternativa ideal para quienes buscan descanso, naturaleza y cercanía. Su accesibilidad, su entorno sereno y su encanto intacto la convierten en una escapada perfecta para reconectar con lo esencial.
Último fin de semana largo
Con el verano a la vuelta de la esquina, el fin de semana largo de noviembre es una oportunidad para recargar energías antes de las fiestas, probar destinos cercanos palpitando el espíritu de las vacaciones. En pocas palabras, se trata un anticipo de descanso y aventura con naturaleza para aprovechar solo o acompañado.