Crece la presión para forzar la salida de Mubarak y Gobierno reclama una "salida digna"
Cientos de miles de egipcios marcharon pacíficamente este viernes en El Cairo pidiendo el fin inmediato del régimen de 30 años del presidente Hosni Mubarak, al tiempo que funcionarios de EE.UU. se encuentran reunidos con autoridades egipcias para tratar de acordar su salida y alcanzar acuerdos para zanjar la crisis.
Sin embargo, el primer ministro egipcio, Ahmed Shafiq, reiteró este viernes que la mayoría de los ciudadanos de su país quiere que el presidente, Hosni Mubarak, deje el cargo "con dignidad". Por ello, subrayó que la demanda de los manifestantes para que abandone el puesto de inmediato no puede cumplirse.
En una declaración a la cadena de televisión vía satélite Al Hurra, publicada por el diario 'Al Masry al Youm', Shafiq prometió que su Gobierno continuará invitando a todas las fuerzas de oposición al diálogo.
"La verdad, para ser muy claro, es que si fuera posible celebrar una votación general sobre la demanda de que Mubarak abandone ahora, el 90% o el 95% de los egipcios diría que es una cuestión de cinco meses", sostuvo, en referencia a que las próximas elecciones presidenciales están previstas para el mes de septiembre y entonces terminará el mandato de Mubarak.
El jefe de Gobierno egipcio afirmó que "es posible encontrar al doble de personas que cree en una salida más digna" de Mubarak, frente a aquellos que quieren que deje la Presidencia de manera inmediata.
Shafiq destacó en declaraciones citadas por Europa Press que ya está en marcha el diálogo con las fuerzas de la oposición para intentar encontrar una solución a la actual coyuntura.
"Lo que queremos decir es que el diálogo significa un tipo de entendimiento para llegar a un acuerdo entre los que se sientan a la mesa de negociación", indicó.
El primer ministro remarcó que "todo está listo" para un acuerdo entre las partes involucradas en las conversaciones y aseguró que todas las demandas del pueblo egipcio serán satisfechas.
ManifestacionesCon la esperanza de alcanzar una participación de un millón de personas en todo el país para lo que se ha denominado "el día de la despedida", hombres y mujeres de toda la sociedad pasaban al lado de pacientes soldados para unirse a una multitud estimada en unas 200.000 personas sólo en la plaza Tahrir (Liberación) de la capital.
Manifestaciones similares prodemocráticas se celebraban en otras ciudades.
"Vete! Vete! Vete!", cantaron tras la oración semanal del viernes en El Cairo. Un clérigo elogió la "revolución de los jóvenes" y declaró: "Queremos la dimisión de la cabeza del régimen".
El ambiente era festivo, con una mezcla de profesionales laicos de clase media y los más pobres, generalmente religiosos y miembros del multitudinario movimiento islamista de los Hermanos Musulmanes, mezclados, cantando y gritando bajo pancartas y banderas egipcias por todas partes.
Miembros de la minoría cristiana también participaron, según relató Reuters.
"Se acabó el juego", decía una pancarta en inglés, lo que beneficiaba a los canales de televisión internacionales que cubrían el acto el directo.
El ministro de Defensa visitó la plaza, inspeccionando las tropas que han prometido proteger a los manifestantes. No había señales de leales a Mubarak, que han atacado a los manifestantes los días previos.
"¡El ejército y el pueblo están unidos!", cantaba la multitud.
"Allahu akbar!" (Dios es grande), gritaban algunos manifestantes tras las oraciones en la plaza Tahrir.
Presiones de EE.UU.En estas circunstancias, el Gobierno de Estados Unidos ha instado a Egipto a iniciar la transición con vistas a la celebración de elecciones y un alto responsable del Ejecutivo de Barack Obama ha advertido de que se plantean varias posibilidades para superar la crisis.
La dimisión inmediata de Mubarak "es una posibilidad", declaró bajo condición de inmediato. Estados Unidos, según fuentes gubernamentales, teme que los manifestantes se radicalicen en caso de que Mubarak insista a permanecer en el poder.
Según el diario 'The New York Times', que cita fuentes diplomáticas norteamericanas y árabes, el Gobierno de Estados Unidos está discutiendo con representantes egipcios la posible marcha de Mubarak y la instauración de un gobierno provisional presidido por el actual vicepresidente y antiguo responsable de los servicios de Inteligencia, Omar Suleiman, quien contaría con el apoyo del poderoso Ejército egipcio.
Concretamente, Estados Unidos pretende que Suleiman y su ministro de Defensa, Mohamed Tantawi, comiencen de inmediato un proceso de reforma constitucional. Para ello contarían con el apoyo del jefe del Estado Mayor, Sami Enan. Este Gobierno contaría con un amplio abanico de grupos de la oposición, como los Hermanos Musulmanes, y el objetivo final sería convocar elecciones para septiembre.
No obstante, un alto responsable político del país ha advertido al rotativo norteamericano de que la Constitución no permite esta salida y que es al presidente del Parlamento a quien corresponde la jefatura del Estado en caso de abandono del poder por parte del presidente. "Esa es mi respuesta técnica. Mi respuesta política es que los estadounidenses deberían preocuparse de sus propios asuntos", declaró.
Asimismo, los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea instarán este viernes a Hosni Mubarak que permita una transición "rápida y ordenada" y condenarán la violencia contra los manifestantes pacíficos que reclaman reformas "legítimas". España, Italia, Francia, Reino Unido y Alemania han sido los primeros en pedirlo en una declaración conjunta firmada por sus líderes este jueves.
Por su parte, los Hermanos Musulmanes han asegurado este viernes que no ambicionan "ni la Presidencia ni ningún cargo en un gobierno de coalición" y han reconocido que algunos representantes del Gobierno han "flirteado" con ellos y les han prometido la legalización del partido si acceden a participar en las negociaciones sobre las reformas.
Los Hermanos Musulmanes han participado en las manifestaciones masivas que se desarrollan desde hace más de diez días contra Mubarak, pero han insistido en que ellos no han sido los que han organizado las movilizaciones.
Asilo en MontenegroEn este contexto, crecieron las versiones de que el presidente egipcio podría asilarse en Montenegro ante las multitudinarias protestas de los últimos diez días.
Fuentes del ministerio del Interior de Montenegro no pudieron precisar a la agencia EFE si Mubarak pidió asilo o nacionalidad en Montenegro ya que la ley prohíbe revelar datos personales de los solicitantes.
Sin embargo, otras fuentes, próximas a la cancillería de Mntenegro, indicaron a EFE que el presidente Mubarak no ha pedido el asilo hasta este momento.
Según el semanario "Monitor" de Montenegro, la llegada de Mubarak ese país eurpeo es posible porque un hijo del presidente egipcio, Gamal, es propietario de "buena parte de las acciones" de la compañía Orascom, que pactó el año pasado con el Gobierno de Montenegro la construcción de un complejo hotelero de lujo en la península de Lustica, en la costa adriática del pequeño país balcánico.