Un chef argentino se luce en el único hotel 7 estrellas del mundo
Reservado a multimillonarios que van en busca de una experiencia insuperable, el hotel Burj al Arab de Dubai, único de siete estrellas en el mundo y reconocido por su exótico diseño que semejan una vela enclavada en las aguas del Golfo Pérsico que bañan las calientes playas de ese emirato árabe, es un destino de empleo apetecido por cientos de miles de personas de todo el mundo que han elegido las carreras de hotelería, turismo o gastronomía.
El servicio del hotel es prestado por 1.300 empleados, procedentes de 104 naciones, entre ellas la Argentina, representada sólo por el chef Daniel Bonapartian, quien con su diploma de cocinero profesional obtenido en el Instituto Internacional de Artes Culinarias Mausi Sebess de Buenos Aires y habiendo cosechado diversas experiencias laborales previas, obtuvo su lugar en una de las cocinas del hotel después de superar los exigentes requisitos profesionales que impone el poderoso grupo Jumeirah, propietario del Burj al Atab.
Bonapartian reconoce que su formación en Mausi Sebess tuvo un rol preponderante en este paso profesional, no sólo porque allí se lo instruyó para resolver los desafíos del más alto rango en materia de cocina, sino también porque a través de la bolsa de trabajo del Instituto tuvo acceso a la convocatoria de Jumeirah en Buenos Aires.
Daniel Bonapartian trabaja en el Restaurant Majilis Al Bahar, ubicado en la playa privada del hotel más lujoso y sofisticado del mundo. Allí se preparan principalmente platos mediterráneos y se disfruta de un ambiente caracterizado por el romanticismo.
Al hablar sobre su experiencia en capacitación y antecedentes profesionales, destacó que "en febrero del año 2006 me inscribí en el Instituto Internacional de Artes Culinarias Mausi Sebess, de Buenos Aires, para la carrera de Cocinero Profesional. Al año tuve la posibilidad de comenzar una pasantía de 3 meses en el Hotel Intercontinental Buenos Aires (5 estrellas). Finalizada la pasantía me contrataron en forma efectiva como ayudante de cocina. Trabajé 3 años en las 3 áreas gastronómicas del hotel: Banquetes, Restaurant Mediterráneo y el Restaurant La Terraza del Virrey. Allí tuve muchas oportunidades de capacitación tanto en cocina, como en el manejo de pedidos y costeo de menús".
Luego, en julio del año 2010, "recibí un mail de la bolsa de trabajo del Instituto Mausi Sebess anunciando el reclutamiento que se iba a realizar en Buenos Aires para la empresa Jumeirah. Por supuesto, envié mi CV y al ser convocado, me presenté a las entrevistas. Entre las posibilidades laborales que se ofrecían, estaba la de trabajar para el único hotel 7 estrellas del mundo: el Burj al Arab. Luego de dos entrevistas personales y un examen de cocina encabezado por el Chef Ejecutivo del Hotel Bab Al Yam, de la cadena hotelera Jumeirah, confirmaron mi contratación para trabajar en el Burj Al Arab desde octubre del 2010. Actualmente estoy trabajando en el Restaurant Majlis Al Bahar, ubicado en la playa privada del hotel, exclusiva para clientes, donde se preparan principalmente platos Mediterráneos".
Acerca de sus especialidades, el chef sostuvo que "me inclino hacia la cocina mediterránea en general, ya que mayormente trabajé en restaurantes donde se ofrecían estas especialidades. Pero siendo descendiente Armenio-Húngaro crecí en una casa donde principalmente se consumían comidas típicas de estos dos países. Siempre me interesé por ver cómo mi abuela húngara preparaba platos tan deliciosos. Allí encontré mi vocación, comencé este camino de ser chef y decidí "gourmetizar" algunos de esos platos. Y hoy puedo asegurar que lo logré". Acerca de trabajar en un hotel 7 estrellas, explicó que "tiene una organización impecable. Hay muchos rangos y son muy escalonados. Cada colega tiene un puesto o tarea a realizar y tiene que realizarla correctamente. En total somos más de 1.300 empleados. El motivo de ser tantos es para darle al huésped la mejor experiencia que jamás haya vivido".
"Las tareas de cada chef están bien estipuladas y siempre uno se reporta a su superior directo. La organización de la cocina en general es muy amplia y completa. Hay dos chefs encargados de ingresar la mercadería que se recibe, higienizarla si hace falta y organizarla en las cámaras frigoríficas que correspondan. Cada restaurant por separado tiene que emitir una orden de compra o pedido escrito de la mercadería que necesita y tiene que retirar. De ahí en más están estipulados los encargados de manipular los productos y su posterior producción. Hay tres factores principales en los que se enfocan: higiene, calidad y trabajo en equipo. Es un orgullo pertenecer a este equipo y lo más importante es que si uno tiene interés en prosperar y se compromete con su trabajo, las oportunidades de crecimiento aparecen; no se las niegan a nadie", agregó.