Revelan qué nos hace más felices y cómo la alegría afecta a la salud
Mucho se ha dicho respecto de que la felicidad es clave para la salud. Usualmente se oye decir a las personas que la mente "domina" al cuerpo, y que una actitud positiva puede mejorar la salud de aquellos que están sufriendo una enfermedad.
Y parece ser que quienes pensaban de este modo no estaban equivocados. Un estudio presentado en España mostró que "sentirse acompañado protege nuestra felicidad ante los problemas de salud".
El 4° Informe "La felicidad y la percepción de la salud", realizado en conjunto por el Instituto Coca Cola de la Felicidad y la Facultad de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid, demostró que existe una importante relación entre el nivel de satisfacción vital y la sensación de sentirse saludable, aun en el caso de quienes realmente están enfermos.
Pero no sólo basta con saber que la alegría tiene un impacto beneficioso en nuestras vidas. Otro aspecto de importancia es qué nos llena de esa satisfacción. O mejor dicho quiénes. Sucede que, según el documento, esta sensación de felicidad y actitud positiva se logra mayormente cuando la familia y los amigos están cerca.
"Los que están acompañados se sienten más saludables que los que perciben que tienen menos apoyo", fue una de las conclusiones del trabajo.
También la solidaridad tiene un efecto favorable a la hora de construir buenos momentos y sentimientos.
"Aunque uno a nivel individual piense que está haciendo poca cosa, está contribuyendo al bienestar de las personas y eso es algo que se distribuye y acaba construyendo una sociedad más solidaria y, por tanto, más feliz", explicó al diario español El País el profesor Josep María Serra Grabulosa, de la Universidad de Barcelona, quien estuvo en la presentación del estudio.
El experto agregó que las crisis se pueden superar "siendo solidarios e imitando las actitudes positivas que vemos en otros frente a la adversidad".
"Las personas optimistas, con ‘resiliencia' (capacidad de sobreponerse a la adversidad) y capacidad de dar sentido a la vida no ven reducida su felicidad ante la desgracia", aseguró el estuido.
En esta línea, agregó: "Pensar que la vida tiene sentido, encontrar un sentido a las malas cosas que nos pasan y aprender de ellas hacen que sufrir este tipo de eventos no sólo no se convierte en una causa de disminución de felicidad, sino en una oportunidad para su aumento y crecimiento personal".
De todos modos, el presidente del Instituto Coca-Cola España, Carlos Chaguaceda, aclaró a El País que pese a que el entorno influye, no basta con eso sólo. También es necesario poner bastante de uno.
"La felicidad se trabaja, no se puede esperar sentado en casa hasta que llegue; hay que buscar lo que nos hace felices", concluyó.