Con la compra de Ducati, Volkswagen suma 11 marcas y es dueña desde motos hasta camiones
La estrategia de crecimiento de Volkswagen ha sido explosiva en los últimos años, llegando a acumular desde compañías especializadas en vehículos masivos hasta otras de lujo, motos, camiones y posibles acuerdos con nuevos expertos para seguir creciendo.Algunos medios especializados en la industria consideran que todo es un "capricho" de Ferdinand Piech, presidente del Grupo Volkswagen, y que "quien mucho abarca poco aprieta", según publica el diario español El Economista.Como dato positivo, la buena gestión del directivo llevó a la automovilística alemana al número dos de ventas mundiales.Ahora, con la adquisición del fabricante italiano, el abanico de marcas del grupo se eleva a 11 y su gama de producto oscila en un rango de entre los 195 CV de los vehículos de dos ruedas hasta las 50 toneladas de los camiones.En cuanto a las futuras acciones, VW debe culminar la unión a su consorcio de la firma Porsche, de la que a día de hoy posee el 49,9%. Y, precisamente, desde algunos sectores se le acusa de haberse 'distraído' con la operación de Ducati en la búsqueda de alternativas a esa frustrada fusión por culpa de los escollos legales, según el mismo medio.
Otras acciones en proceso de definición son los esfuerzos para llegar a un acuerdo de colaboración con los fabricantes de camiones Scania y MAN o para forzar a Suzuki a que se replantee su exigencia de que Volkswagen salga de su capital tras su fallida alianza.El objetivo central es convertirse en el fabricante número 1 del mundo, que en 2011 fue para General Motors.
"El acuerdo de compra de Ducati demuestra que Piech es un ingeniero y los ingenieros son a veces como niños pequeños", asevera Ferdinand Dudenhoeffer, director del Centro de Investigaciones de Automoción y uno de los analistas más influyentes de la industria en Alemania. En definitiva, Ducati no vendría a ser más que un juguete para el máximo responsable de Volkswagen y Porsche, su próximo capricho, afirman.
Por si fuera poco, la actitud 'compradora' de Pieche contrasta con la tendencia general que impera en el mercado. Mientras otros grandes grupos se deshacen de varias de sus divisiones (General Motors de Pontiac, Ford de Volvo o Mercedes-Benz de Maybach, por ejemplo), el afán de abarcar todo cuanto puede de Volkswagen extraña a la mayor parte del sector.
Sin embargo, muy pocos desde dentro de la compañía se atreven a discutir al gestión de su presidente.
Cuando llegó como consejero delegado en 1993, el grupo no era rentable y sufría unas pérdidas de unos pérdidas de 992 millones de euros; en 2011, Volkswagen logró un beneficio récord de 15.400 millones de euros, tras haber casi triplicado sus ventas desde entonces hasta los 8,36 millones de vehículos.