Adiós a Marlú Kirbus: la periodista especializada comenzó su viaje final
La periodista especializada Marlú Kirbus arrancó su viaje final. Después de recorrer miles de kilómetros junto a su esposo, Federico Kirbus, un problema de salud impidió que siga descubriendo el inmenso país.Marlú era una gran conocedora del medio. Con mucha experiencia, se mantenía vigente en un sistema cada vez más competitivo y cruel con el paso del tiempo.Con Federico formaron su propia empresa. Los dos alemanes pero radicados "definitivamente en la Argentina", empezaron probando autos mientras recorrían el país, y de cada lugar que descubrían realizaban una nota periodística. Así mezclaron el periodismo automotor con el turismo, un mix ideal que dio sus frutos.
La Ruta 40, entre otras, es una de sus obras más exitosas, un recorrido eterno por el desierto, mostrando cada obra de la naturaleza y del hombre. Pudieron conocer los lugares más insólitos de la Argentina, porque nunca quedaron en lo superficial de las zonas famosas de cada provincia, sino que ahondaron en cada rincón para descubrir más."Nosotros rodábamos por las rutas más solitarias para llegar a los lugares más remotos y turísticamente más atrayentes. Como ser por el Camino del Telégrafo en Mendoza, a Santa Victoria en Salta o El Angosto en Jujuy; sitios donde literalmente el viajero se cae del mapa", explicó Federico en su despedida a Marlú.Los test drive llevaban de 3000 a 5000 kilómetros, porque eso era lo necesario para conocer bien el funcionamiento de un auto y descubrir sus fallas o perfecciones. La experiencia los llevó a entender más a los vehículos que los propios probadores oficiales.En primera personaA Marlú la conocí en un viaje a La Rioja cuando fuimos invitadas por Citroen, por el año 2000.
Después de compartir el vuelo, recorrimos juntas los caminos de prueba del nuevo Xsara Picasso que presentaba la marca. Y tuve el placer de que me explique en cada kilómetro que transitamos la historia del lugar.
Más tarde, en diferentes eventos de la industria automotriz, seguimos compartiendo momento y aprendiendo de su experiencia. Los últimos fueron a fines de 2012, en la presentación del GT86 de Toyota y cuando Ford organizó la despedida de fin de año en el Hard Rock Cafe.
Hoy, después de tantos años, dijo adiós, pero queda su recuerdo imborrable en cada línea por donde pasó su mano.
No queda más que un "gracias" por tanta enseñanza y dedicación.