La Argentina vivió el 18A: las cacerolas sonaron con fuerza en las principales ciudades del país
Una vez más, el sonido metálico del golpe de cucharas y cucharones contra ollas y sartenes inundó las calles porteñas y las de varias ciudades de las provincias argentinas.
Es que el tan anunciado 18A finalmente se convirtió en una realidad. Y una vez más, una marea humana de decenas de miles se convocó a puntos clave como la Plaza de Mayo para reclamar en un nuevo cacerolazo contra el Gobierno.
Pasadas las 19, comenzaron a verse grandes concentraciones de personas en puntos como Santa Fe y Callao de la Capital Federal, y ya a las 20 la Plaza de Mayo ya se veía "llena de caceroleros".
Otros de los principales puntos de las protestas en Capital Federal fueron los barrios de Recoleta, Caballito y Belgrano.
De todos modos, un lugar que se convirtió de pronto en uno de los epicentros de la manifestación fue el Congreso.
Sucede que en pleno cacerolazo que -entre otros puntos- rechazaba la reforma judicial, se conoció que el Senado le había dado media sanción a una de las iniciativas más polémicas: la limitación de cautelares (lea más aquí).
La noticia se fue difundiendo rápidamente entre los manifestantes, que se redirigieron hacia el Congreso de la Nación y lo rodearon con sus cacerolas.
Un grupo de personas se apostó en el ingreso a la Cámara alta, sobre la Avenida Rivadavia, donde al grito de "ladrones, ladrones" reclamaron con sus pancartas "respeto" y "prensa libre".
Algunos incluso saltaron las vallas y generaron unos momentos de tensión, aunque no pasó a mayores.
Pancartas y consignas
Las consignas que reunieron a los manifestantes fueron varias, pero sin dudas la reforma judicial y el escándalo por supuesto lavado de dinero que involucra al ex presidente Néstor Kirchner y a empresarios amigos fueron dos de los reclamos centrales.
De hecho, "la justicia no se toca" fue uno de los lemas centrales de la marcha. Y "la Rosadita" (edificio en el que tiene una propiedad Amado Boudou y que fue marcado como uno de los supuestos centros de lavado de dinero) fue uno de los puntos de concentración.
Las inundaciones registradas en La Plata y parte de la Capital Federal también figuraron entre los motivos de la convocatoria.
Asimismo, la inflación, la inseguridad y el cepo al dólar aparecieron entre los temas que generabann más quejas.
En cuanto a las pancartas, los participantes de la protesta llevaron carteles en los que reclaman "juicio político" y advirtieron que "Cristina pesa euros, el pueblo carga muertos".
"Contra la impunidad de ayer y hoy", rezaba la bandera que llevaba la gente que acompaña a Fernando Solanas (Proyecto Sur), mientras que en las inmediaciones del Obelisco hubo carteles con las siguientes consignas:
- "Corruptos fuera"
- "El pueblo está vivo, el modelo está muerto"
- "Juicio y castigo ya a CFK y su manga de sakeadores"
- "La plata de la Rosadita es de todos y todas"
- "No domestikar la justicia"
http://www.youtube.com/watch?v=s6Kn2aFpJsA&feature=youtu.be
El interior se hace oír
Como había sucedido en el 8N, el interior del país también hizo oír su reclamo.
Rosario, Salta, Mar del Plata, Córdoba y La Plata fueron algunas de las localidades en las que se pueden ver concentraciones.
También en Mendoza, Santiago del Estero y San Juan se pudieron ver grandes grupos de personas que golpearon sus cacerolas y gritaron reclamos al Gobierno. (Lea más aquí).
En tanto, en el Gran Buenos Aires una masiva protesta se registró en las inmediaciones a la quinta presidencial de Olivos, aunque la primera mandataria Cristina Fernández de Kirchner no se encontraba en el lugar por su viaje a Perú y Venezuela.
Los manifestantes se concentraron sobre la avenida Maipú, con banderas de la argentina y pancartas en las que expresaban sus reclamos al Gobierno.
Pero no empezó todo en la Argentina. Sino que, por la diferencia horaria, las primeras manifestaciones se dieron en Sydney, Australia, y fueron sucediéndose en varios puntos del globo, frente a los consulados argentinos (lea más aquí).
En primera persona
Más allá de las pancartas, muchas personas dialogaron con los medios y dijeron por qué motivo habían acudido a la protesta:
- "Yo no estoy afiliada a ningún partido político pero participo de todos los cacerolazos porque estoy harta de tanta hipocresía y soberbia, y ahora quieren destrozar a la justicia", dijo a la AFP Ana María Fernández, una jubilada de 64 años, en la Plaza de Mayo.
- "El gobierno piensa que como obtuvo el 54% de los votos en 2011 ahora puede hacer lo que quiere", se quejó Gonzalo Ortiz, un profesional de 43 años que estaba con su mujer embarazada y un pequeño en brazos.
- "El problema es que los opositores somos muchos pero no tenemos un referente. No tenemos un líder a quien seguir", acotó Pablo Bastidas, un diseñador de 43 años, sobre una oposición que acumula reveses electorales, y confió en que "alguien aparezca, tal vez antes de las legislativas de octubre".
Diferencias y similitudes con el 8N
Esta marcha del 18A tuvo muchos puntos de contacto con la del 8N, pero hubo una diferencia clave: esta vez, participaron activamente políticos y sindicalistas de la oposición, mientras que en la fecha anterior se trató de mantener todas las banderas políticas al margen.
De todos modos, ambas marchas tuvieron en común el descontento social hacia el Gobierno sin una sola consigna que unifique todos los reclamos: cada uno se acercó por sus propios motivos, aunque algunos estaban en común.
El abuso de la cadena nacional, el cepo al dólar y la corrupción fueron reclamos que se hicieron oír el 8N y que se replicaron este 18A.
Un variado "arco opositor"
La marcha involucró a un heterogéneo arco de voces críticas del Gobierno que fueron desde los gremios alineados con un sector de la central sindical CGT, liderados por Hugo Moyano, ex aliado de Kirchner, hasta sectores de derecha.
A la manifestación también convocaron fuerzas con representación legislativa, entre ellas la Unión Cívica Radical (UCR), el PRO, Proyecto Sur y el ARI.
Algunos de los que se hicieron presentes y expresaron sus opiniones fueron Ricardo Alfonsín, Ricardo Gil Lavedra, Federico Pinedo, Eduardo Amadeo, Gerónimo Venegas, Alfonso Prat Gay y Patricia Bullrich, entre otros. (Lea más aquí).
Otras protagonistas fueron las redes sociales, que como en todas las ocasiones importantes son un "termómetro social".
En estos sitios se expresaron críticas subidas de tono a Cristina Kirchner (muchos se referían a ella como "Kretina"), pero también hubo defensas al Gobierno.
Palabras de la Presidenta y el oficialismo
La Presidenta pareció obviar los masivos cacerolazos de este jueves, cuando comenzó a tuitear sobre proyectos del Gobierno sin hacer mención alguna al tema.
Previamente, se refirió este jueves, indirectamente, al cacerolazo en distintos puntos del país, al advertir más temprano: "El que quiera protestar, me parece bien".
En el marco del anuncio de ayuda social, en un acto realizado en la Casa de Gobierno, la Presidenta destacó "el espíritu propositivo que se ha desplegado con esta desgracia que nos tocó vivir", por las inundaciones registradas semanas atrás en la provincia y en la Capital.
Y seguidamente, observó: "Bueno, al que le gusta protestar me parece bien, pero sería bueno que, además, todos podamos ayudar".
Respecto de la reforma judicial, la mandataria consideró que "es necesaria una reforma que permita abrir las compuertas para que el pueblo participe".
En tanto, el ex jefe de gabinete y actual senador, Aníbal Fernández, opinó: "Manifestarse es un derecho, lo que no se puede aceptar es que le digan 'yegua' a la Presidenta, que le deseen la muerte. Eso es un espanto, le hacen un daño a la republica y a los argentinos".