¿Qué siente una persona claustrofóbica al subirse a un ascensor en compañía de extraños?
Al abrirse las puertas de un ascensor y subirse, muchas personas terminan adentrándose a escenarios de lo más peculiares: algunos se enfrentan al miedo a una agresión física, otros al pánico por un posible accidente y hasta a una fantasía erótica, en un viaje que se suele compartir con extraños.
Así suele ser para una persona claustrofóbica, quien no tiene miedo al espacio cerrado en sí mismo, sino a las posibles consecuencias negativas de estar en ese lugar, como quedarse encerrado para siempre o la asfixia por creer que no hay suficiente aire en ese lugar.
Este problema puede traer severas consecuencias en el normal desenvolvimiento de la vida de una persona y puede tener como origen aquellos lugares comunes en el imaginario social que repiten una y otra vez las películas y las publicidades.
Al respecto, Lila Isacovich, directora del Área Asistencial de la Fundación Buenos Aires, explicó que "no es un trastorno de ansiedad o un ataque de pánico, sino que suscita los mismos síntomas".
Los síntomas más comunes son: falta de aire, temor a morir asfixiado, taquicardia, sudoración, mareos y desesperación.
La especialista consideró, además, que "no necesariamente alguien teme porque alguna vez se quedó encerrado, ya que, esta dificultad, en términos psicológicos, puede estar representando otra cosa", según informó Terra.
"Por ejemplo, la fantasía erótica rechazada de tener un encuentro amoroso en el ascensor, una escena de seducción, o quizá sufrir alguna agresión física, como se ve en tantas películas y publicidades, ya que es un lugar común en el imaginario social. ¿O acaso no se trata de compartir un viaje con un desconocido a solas?", agregó.
Algunas medidas que pueden ayudar a una persona claustrofóbica son: chequear el buen funcionamiento del ascensor y de la alarma, ir acompañado durante el viaje, recordar situaciones anteriores donde no ocurrió nada.
"El ascensor de por sí es un equipo intrínsecamente seguro, cuando se lo fabrica, instala y mantiene de acuerdo con la normativa", aseguró Andrés Pozzo, presidente de la Federación de Asociaciones y Cámaras de Ascensores de la República Argentina (FACARA).
En ese sentido, FACARA viene trabajando para crear conciencia sobre la seguridad, y en la difusión de las reglas básicas para preservar la propia integridad y la de terceros.
Para un uso seguro del ascensor recomiendan: antes de ingresar, asegurarse que el ascensor esté al nivel del piso, respetar la capacidad máxima de carga, no detenerse entre las puertas del ascensor, no introducir las manos o pies entre las puertas tijeras.
Además, si el elevador se detiene fuera de los pisos, sugieren no tratar de descender por los propios medios sino que se debe pulsar la alarma y esperar. Tampoco se debe intentar forzar las puertas en ningún momento, ni hacer movimientos bruscos dentro de la cabina.
Para el mantenimiento del ascensor, se debe contratar a una empresa responsable y los niños deben viajar siempre acompañados de un adulto y alejados de las puertas.
¿Cómo actuar en caso de encierro en un ascensor?
"Todos los usuarios deberían saber que si un ascensor se detiene por alguna falla técnica, corte de luz, o problema de apertura de puertas por la cerradura, el lugar más seguro para permanecer es dentro de la cabina, esperando la llegada del personal especializado para su auxilio", explicó Norberto Rinaldi, miembro del Comité Permanente de Seguridad.
Por su parte, Sebastian Altamiranda, miembro consultor técnico externo especialista en ascensores de la Cámara Cuyana de Ascensores, se refirió a cómo deben actuar las personas que se encuentren fuera del ascensor y que quieran ayudar a los que están atrapados.
"En el caso de encierro, no rescatar a las personas atrapadas, sino llamar a la empresa conservadora para su auxilio y, mientras ésta llega, calmar a la persona que se encuentra encerrada mediante el diálogo", indicó.
Para los que están en el interior del ascensor insistió "no intentar salir por los propios medios, forzando la puerta, bajo ningún punto de vista".
"Mantener la calma. Los nervios no solucionan nada y agravan la situación. La ansiedad es contagiosa y mala consejera. Si uno se encuentra encerrado con otra persona tiene que tener en cuenta que el nerviosismo se transmite y empeora la situación", agregó.
A su vez, el humor "es el mejor remedio para desdramatizar la situación y no desesperarse".
Por último, concluyó: "Tener en cuenta que aunque el tiempo parezca interminable, la situación es pasajera y luego se convertirá en una anécdota".