Cuatro consejos para combatir el mal aliento
Millones de personas en el mundo tienen mal aliento. Para la mayoría, es un problema que solo se vuelve obvio en situaciones particulares, como en la mañana o después de comer alimentos picantes. Pero, para otros, la halitosis es un tema médico que está siempre presente, sin importar si cepillan sus dientes o utilizan hilo dental, o si usan enjuague bucal.
El mal aliento crónico puede afectar profundamente la autoestima y vida diaria de una persona, incluso al grado de que la persona puede aislarse por miedo a la vergüenza.
Puede provenir de muchas fuentes. Ciertos alimentos, como el ajo, pueden digerirse, ser absorbidos en el flujo sanguíneo, viajar a los pulmones y reaparecer como mal aliento.
Otras contribuciones a la halitosis incluyen mal cuidado dental, boca seca, productos de tabaco y ciertos medicamentos y condiciones médicas.
Fuera de esos casos, el mal aliento es probablemente causado por bacterias que viven en la parte trasera de la lengua y que crean un gas maloliente (llamado compuesto de sulfuro volátil). Normalmente, éstas viven tan atrás en la lengua que el cepillado de dientes regular no las elimina.
Pero incluso en casos extremos, de acuerdo a un artículo relevado por el portal CNN, hay cuatro medidas que las personas pueden tomar para curar su halitosis:
1. Usar un enjuague bucal que contenga dióxido de cloro. Después hacer gárgaras con la lengua afuera. Estudios han demostrado que el dióxido de cloro es muy efectivo para neutralizar los compuestos apestosos de sulfuro volátil.
2. Raspar la parte trasera de la lengua con un limpiador especializado, que suele conseguirse en el consultorio del dentista, con movimientos de atrás hacia delante. Puede ayudar a esta tarea sacar la lengua con los dedos de una mano y raspar con la otra. Es necesario enjuagar el limpiador después de cada raspón.
3. Usar hilo dental y cepíllarse con pasta de dientes regular. Cepillar el resto de la lengua y dentro de la boca, y usar una vez más el enjuague de dióxido de cloro.
4. Antes de embarcarse en un régimen de tratamiento para el mal aliento, revisarlo con el dentista para confirmar que la halitosis no tiene una causa médica.