Brasil 2014: cinco claves de la victoria de Alemania frente a Argentina
El partido final de la Copa del Mundo fue un encuentro parejo, entre dos equipos que se disputaron la victoria casi hasta el fin del tiempo suplementario sin sacarse diferencias.
Argentina pudo perfectamente haberse llevado el trofeo, tuvo varias oportunidades de anotar y hasta marcó un gol en orsai. Pero con tantas chances desperdiciadas, al final fue Alemania la que se impuso.
Tampoco al equipo del reconocido entrenador Joachim Löw le faltaron méritos para coronarse campeón. Llegó a la final invicto y tras haber goleado al país anfitrión, Brasil, por 7 a 1.
Con la Argentina no le resultó tan sencillo, pero de acuerdo al portal de la BBC, la selección alemana puso en práctica estas cinco claves para conseguir el triunfo.
1. Schweinsteiger ordenó e hizo de "tapón" defensivo en el centro del campoEl equipo alemán hace frente a las adversidades con una respuesta muy acorde al carácter teutón: con orden cuadriculado. En los momentos en que arreciaron las oportunidades de la "albiceleste", los alemanes no se desmoronaron ni desesperaron. Alemania siguió tocando, y aunque por momentos no le salían las cosas, no renunció a su estilo. Insistió en la fórmula que llevó al equipo a la final y terminó venciendo.
2. Argentina perdonaA la Argentina no le faltaron chances: la tuvo Higuaín, clarísima, la tuvo Messi y al final la tuvo Palacio. Los tres se vieron solos frente a Neuer y fallaron, inexorablemente. La mandaron fuera. Por otra parte, se suponía que el "punto flaco" de los de Alejandro Sabella eran la defensa y su arquero. Pero resulta que Romero se va con 485 minutos sin recibir un gol, con el récord de imbatibilidad en un Mundial para un argentino. La defensa, con menos de 0,6 goles por partido, es de las que menos tantos permitió.La "sequía goleadora" argentina se plasmó en que fueron 322 minutos sin marcar desde que Higuaín hizo el 1-0 ante Bélgica. Marcarle a Suiza también le costó 118 minutos. Pero cuando le perdonas la vida a un equipo como Alemania, lo normal es que lo aproveche y te gane, consideró la BBC.
3. Inmenso arquero alemánLa falta de gol del lado sudamericano en la final tiene nombre y apellido: Manuel Neuer. La FIFA le dio al arquero alemán el guante de oro. Y fue una de las claves en la victoria alemana, gracias a unos reflejos privilegiados. Por alto es insuperable, elige bien el momento y lo hace con velocidad, decisión y contundencia.
Cada vez es mejor en el uno contra uno. Como comprobaron los argentinos, Neuer no se deja vencer. Nada de tirarse al suelo, aguanta tapando todo lo que puede y así el delantero contrario acaba obligado a apurar demasiado y tirarla fuera.
4. Los cambiosOtro factor que sirve para explicar por qué al final la suerte se acabó decantando para Alemania está en que a Löw le salieron tan bien los cambios como mal a Sabella. En el medio tiempo se quedó en el vestuario Ezequiel Lavezzi, uno de los mejores de su equipo hasta entonces. Lo sustituyó Sergio "Kun" Agüero, cuyo desempeño volvió a mostrar que no está en plena forma.
Luego, Gago entró en el minuto 86, apenas tuvo tiempo de hacer demasiado, mientras Palacio volvió a ser uno de los elegidos por el DT para las sustituciones y se volvió a quedar sin marcar. Es más, falló en el minuto 97 una oportunidad tan clara que en Buenos Aires ya estaban cantando gol. El error dio paso al recuerdo de Carlos Tévez, el gran ausente en Brasil por decisión del entrenador.
Por el contrario, a Löw le salieron bien incluso los que tuvo que hacer obligado. Ya desfondado Klose, el ariete titular, el cambio seguro en los últimos partidos era Schürrle, pero ya había entrado por el lesionado Kramer. Así, Löw apostó por Götze en lugar de otra opción como hubiera sido Podolski. El cambio puso al goleador Müller en la punta y al centrompista del Bayern como segundo delantero y acertó.
5. No fue el Mundial de MessiCuando Leo Messi entró a la cancha en Maracaná, tenía por delante el partido que lo iba a encumbrar, le faltaba la final del domingo para poder decir que lo había ganado todo. Pero terminó recibiendo solo el Balón de Oro y sin demasiado entusiasmo.
Después de una primera fase excepcional -contra Bosina, Irán y Nigeria-, parecía que esta vez sí, Brasil 2014 iba a ser el Mundial de Messi. Pero en la segunda fase no anotó ni un solo gol. Luego, cuando llegaron los equipos de primer nivel, el delantero del FC Barcelona no pasó de destellos puntuales. Así fue contra Holanda y también en la final contra Alemania.
Tuvo sus momentos de brillantez, pero en general no fue ni el creador de juego que esperan de él en Argentina ni el finalizador letal del Barcelona. Con el tiempo cumplido, tuvo la oportunidad de redimirse con una falta fuera del área. A diez metros del área, algo lejana, tal vez, pero bien escorada para un zurdo. El balón se fue altísimo, desapareció por el fondo de Maracaná. Messi miró al cielo con una media sonrisa.