Narcotraficantes evitan controles con nueva sustancia que neutraliza el olfato de los perros

Narcotraficantes evitan controles con nueva sustancia que neutraliza el olfato de los perros
Por iProfesional
ACTUALIDAD - 27 de Agosto, 2014

Dos menores de edad se subieron a una moto desvencijada y partieron supuestamente hacia el barrio uruguayo de Maroñas para cumplir con un encargo del jefe de la banda. Allí debían tomar un paquete de un "importador" de pasta base desde Argentina y llevarlo para su fraccionamiento y posterior comercialización en varias "bocas" de venta de drogas del país vecino.

Ese no era el día de suerte de los dos menores. Se dirigían por la rambla montevideana cuando se detuvieron en un semáforo. Un patrullero paró al costado de la moto.

Desde el móvil, los agentes percibieron que los dos menores no llevaban casco. También notaron que la moto no tenía matrícula.

Los agentes se bajaron del patrullero y detuvieron a los dos adolescentes. Uno de ellos llevaba en los genitales un trozo de un "ladrillo" de pasta base de unos 300 gramos.

"La droga recién había cruzado la frontera. Inclusive estaba forrada con cinta", dijo al diario uruguayo El País el defensor de oficio de Menores, Daniel Sayagués Laso.

En el Juzgado, el trozo de pasta base tenía un color amarillento y un olor muy fuerte y desagradable.

Un policía de la Brigada Antidrogas relató a los operadores judiciales que los traficantes habían embebido la pasta base en un sustancia para que los perros policiales no detectaran la droga.

En el juzgado, técnicos de Policía Técnica le hicieron una primera prueba con reactivos y esta demoró media hora en transformarse en azul.

"En cambio, la funcionaria policial utilizó otra muestra de pasta base y rápidamente alcanzó ese color", explicó el abogado defensor.

Los policías informaron a los operadores judiciales que esa sustancia no afecta la calidad de la pasta base.

Los traficantes mayoristas luego la secan, la dividen en "tizas" para facilitar su traslado o en "chasquis bum" (dosis) que son negociadas en las "bocas" de drogas.

En un "quiosco" montevideano, la dosis de pasta base cuesta unos $20 uruguayos (unos $10 argentinos). Ese precio puede multiplicarse por cinco si el lugar de venta está ubicado en el Centro o en Buceo.

DecisiónEl domingo 24, luego de esperar los informes de Policía Técnica sobre las muestras de pasta base incautada, la jueza de Adolescentes Teresa Larrosa ordenó la internación de los menores por un delito de tráfico de estupefacientes.

La internación favoreció, en cierta medida, a los adolescentes detenidos.

"Ustedes son `boleta` (asesinados) si no los internan. Nadie les va a creer que la Policía les incautó la pasta base. Eso representa mucho dinero", transmitió uno de los operadores judiciales a los dos menores.

Larrosa también solicitó a la Policía que interceptara los mensajes de texto que el dueño de la droga decomisada envió a los adolescentes.

"Che, ¿qué pasó con el paquete", decía uno de los mensaje. El siguiente también preguntaba por la demora en arribar con la droga. El tercero incluía una serie de insultos.

"Ahora van a ver lo que les pasará", señalaba el cuarto mensaje de texto. Y el quinto, enviado en la madrugada del domingo 24, decía: "Me `descansaron` (estafaron) fuerte".

El narco no sabía que sus dos "cadetes" habían sido atrapados por la Policía.

"Los menores no son manipulados"El defensor de oficio de Adolescentes, Daniel Sayagués Laso, tiene una visión distinta a la de la Policía uruguaya sobre la participación de los menores en el crimen organizado.

"Prestan servicio a una organización de narcotraficantes de la misma forma en que lo hacen los adultos que la integran. En esas bandas hay personas de 17, 18 y 20 años", expresó.

Enseguida insistió: "Los jefes de esas bandas no los mandan a transportar drogas porque son menores. Los mandan porque ellos se prestan o se ofrecen para hacer ese servicio".

Agregó que una situación similar ocurren con los sicarios que trabajan para organizaciones criminales. "Los sicarios no son detenidos ni identificados. Generalmente usan cascos. Algunos de ellos son menores. Pero también hay personas adultas que se dedican a cometer estos asesinatos", dijo.

El operador judicial afirmó que los menores que incurren en delito "saben muy bien lo que hacen" y agregó que se prestan a ello por un afán de lucro. "No son manipulados por adultos", reiteró.

Tras aclarar que el tráfico de drogas y el sicariato son "delitos excepcionales", Sayagués dijo que la rapiña es el delito que los adolescentes cometen con más frecuencia. "Lo hacen con cuenta propia", dijo.

Investigadores policiales sostienen la hipótesis de que bandas de adultos utilizan a adolescentes porque no hay equivalencia en las penas por un mismo delito.

Un menor que comete un homicidio tiene una pena mínima de un año y una máxima de cinco. En cambio, un adulto puede ser sentenciado entre 10 y 30 años por un homicidio especialmente agravado.

Café, grasa y especiasFuerzas policiales detectaron que los narcos utilizaron envoltorios de café para que los perros ubicados en pasos de fronteras no detectaran la droga.

El sistema más innovador fue aplicado por Fernandiño "Beira Mar", un narco brasileño. Elaboró un aceite con cuerpos de perros muertos.

El brebaje era rociado sobre los paquetes de drogas. El "olor a muerte" hacía que los perros continuaran su camino. Los traficantes también utilizaron grasa y orina de animales salvajes para que los perros no detectaran la droga. En la década de los ochenta, narcos colombianos importaron a Colombia rinocerontes, jirafas, hipopótamos y elefantes y colocaban sus excrementos en los paquetes con drogas.

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