La caja automática para "todos y todas" se aleja tras las fuertes subas en 0Km

Durante décadas, la caja automática en la industria automotriz supo ser toda una rareza en la Argentina.

Destinada a equipar a muy pocos modelos, especialmente importados, este tipo de transmisión a lo largo del tiempo estuvo asociado en el imaginario colectivo a un nicho de vehículos de alta gama. 

Sin embargo, especialmente en los últimos cinco años, la caja automática había dejado de ser un atributo de los autos tope de gama para volverse una suerte de commodity. Incluso, a medida que se fue extendiendo su uso, llegó para equipar a modelos masivos de marcas generalistas. 

El desarrollo de nuevas tecnologías y su consecuente abaratamiento, permitió que hasta las unidades entry level pasaran a contar con esta opción. 

La tendencia fue de la mano de un consumidor que también cambió en parte sus gustos y preferencias, al verse seducido por las ventajas que ofrecen las transmisiones automáticas, especialmente en autopistas y calles cada vez más congestionadas.

Así, la oferta creció notablemente, a punto tal que hasta hace un año en el mercado llegaron a ofrecerse 20 modelos equipados con este tipo de cajas y a precios por debajo de los $200.000. 

La transmisión automática para "todos y todas" pasó a ser una realidad concreta y al alcance de más argentinos. 

Entre los modelos que contaban con esta tecnología figuraban algunas de las alternativas más económicas de Fiat y Chevrolet, marcas que tradicionalmente se asocian a los bajos precios. 

Sin embargo, el salto de precios que han venido sufriendo los 0Km tras la devaluación de inicios del año pasado, provocaron que en la actualidad apenas subsistan tres modelos equipados con caja automática por debajo del techo de los $200.000. 

Así, los saltos en las cotizaciones dieron lugar a que esta tecnología, que se había vuelto cada vez más masiva, nuevamente se vaya alejando del alcance de los bolsillos. 

Según un informe de Economía y Regiones, en 2014 los precios de los autos se dispararon un 50% promedio. Y la tendencia, lejos de revertirse, continuó en 2015, con un ajuste del orden del 10%. 

De esta forma, los valores de los autos tuvieron incrementos que en algunos casos se ubicaron por encima del 60%. Este cambio, junto con la falta de stock y los problemas para importar dejaron sus huellas en el mercado. Y así como prácticamente hoy no hay oferta de 0Km por menos de $150.000, encontrar uno con caja AT a bajo precio también pasó a ser una odisea.

Paralelamente, hubo otro factor que alentó un encarecimiento de las unidades automáticas: la última actualización de la base imponible del impuestazo a los 0Km, que tuvo lugar a fines de 2014. 

Sucede que, hasta antes de ese cambio, las automotrices estaban limitadas a la hora de actualizar los precios de las unidades de gama media, ya que las mismas estaban al filo de caer dentro del tributo. 

Esto llevó a que, a lo largo de todo el año pasado, muchos modelos equipados con transmisión manual y automática cotizaran al mismo precio cuando, históricamente, esta última opción siempre se había ubicado un escalón por encima. 

Sin embargo, tras la suba de la base imponible, las cotizaciones se ajustaron al alza y se corrigieron estos desfasajes, llevando nuevamente a las unidades con caja AT a un nivel de precios superior. 

A modo de ejemplo, en junio del año pasado el Focus fase III 2.0 Plus costaba $239.000 en sus dos variantes. 

En la actualidad, en cambio, la versión equipada con transmisión automática cuesta $8.000 más que la manual. 

Los últimos modelos AT “low cost”En la actualidad, los autos con caja automática que se mantienen por debajo de los $200.000 son apenas tres: Fiat Palio Essence, Kia Picanto y Hyundai i10.

El modelo de Fiat, que cotiza a $194.000, es un hatchback del segmento mediano que, contabilizando todas sus versiones, se posiciona como uno de los autos más vendidos del país. 

La transmisión se denomina Dualogic y se trata de una caja manual de 5 marchas robotizada, es decir que dispone de un sistema electrohidráulico que permite pasar los cambios de forma automática. 

En el caso del Kia Picanto, la versión AT está disponible a un precio de u$s18.400 que, al tipo de cambio oficial, lo ubica por debajo de los $170.000, convirtiendo así a este city car en el más económico de todos. 

El Hyundai i10 equipado con caja AT completa la lista, con un valor cercano a los $175.000. Sin embargo, difícilmente tenga una larga vida por delante, dado que en agosto la línea será renovada con el Grand i10, que tendrá mayores dimensiones y, seguramente, un precio más elevado. 

Para encontrar más variedades con transmisión automática, entonces hay que elevar el rango de valores hasta los $210.000, lo que sumaría otras cinco propuestas. 

Una de ellas es el Fiat Grand Siena. Se trata de un sedán mediano que se caracteriza por su espacio interior y que viene equipado con caja Dualogic. Esta disponible a un precio de $208.000. 

En ese segmento de valores, Volkswagen es otra de las automotrices que mantiene una propuesta, si bien dejó de ofrecer tres. 

Se trata del Gol Trend 1.6 cinco puertas Highline, que viene con caja I-Motion. Su valor es de $207.900. 

La transmisión denominada I-Motion está basada en una manual de cinco marchas que, mediante la utilización de un grupo hidráulico y otro eléctrico, permite accionar el embrague de manera automática en lugar de que lo haga el conductor. Al igual que la mayoría, ofrece la opción de paso tipo secuencial con levas al volante. 

En el caso de Chevrolet, queda sólo una propuesta dentro de ese rango de precios: el Onix AT, que se ofrece a $208.300. Este modelo está equipado con el sistema hidráulico.

Por último, Nissan cuenta con una propuesta por debajo de los $210.000: el Versa, modelo que fue recientemente renovado y que tiene un precio de lista de $208.000.

Los que saltaron la barreraPor encima del techo de los $210.000, las subas estuvieron a la orden del día. A punto tal que hubo modelos que se encarecieron más de $50.000 en menos de un año. 

En el caso de Fiat, las subas afectaron al Punto, que de valer $177.500 pasó a costar unos $222.000, mientras que el Línea Absolute, se elevó desde los $198.700 hasta los $251.900.

En Volkswagen quedaron fuera de juego el Voyage AT, que fue discontinuado, mientras que el Fox Highline I-Motion pasó de de $184.700 a $234.400. Chevrolet, en tanto, actualizó el precio del Cobalt LTZ AT desde los $178.500 que costaba el año pasado a los $210.700 actuales. 

Las pick-upsDentro del segmento de las pick-ups, la caja automática también había comenzado a democratizarse. De hecho, se puede elegir esta opción en las versiones que no son tope de gama, algo que hasta hace un tiempo solo era exclusividad de esas ediciones, si bien los valores son considerablemente más elevados que los que rigen para los autos. 

Volkwagen fue la primera que inició ese camino con el lanzamiento de la versión Amarok Trendline con tecnología I-Motion. Hoy, el precio de este modelo 4x2 es de $405.600.

Ford también amplió la oferta de caja AT en la Ranger. Así, hoy se puede acceder a una XLS con tracción 4x2 por $389.000, mientras que la 4x4 XLT cuesta $476.000. En el caso de la versión full, el valor supera los $536.000.

Cambios en el mercadoEl fuerte incremento en el precio de los autos provocó profundos cambios que fueron más allá del alejamiento de la caja automática del bolsillo de los argentinos. 

El encarecimiento relativo de los 0Km en términos de salarios llevó a que la demanda, que antes se focalizaba especialmente en las unidades del segmento medio -que hasta 2013 había sido el más dinámico-, se redireccione hacia vehículos chicos entry level y con menor nivel de equipamiento. 

Si bien tras las negociaciones salariales de este año las ventas podrían comenzar a repuntar, en la industria prevén que los patentamientos seguirán muy lejos del récord alcanzado en 2013. 

En este contexto recesivo que afecta a esta rama de actividad, y que conjuga mayores precios y achicamiento de la oferta, las cajas automáticas, que habían comenzado a masificarse y a estar al alcance de más argentinos, vuelven a convertirse en una alternativa más costosa y difícil de encontrar.