La devaluación del real se profundiza y complica los sueños de paz cambiaria del Gobierno de Cristina

Los vientos cariocas podrían complicar aún más los planes del Gobierno nacional para llegar a las elecciones de octubre sin sobresaltos en materia cambiaria. El dólar en Brasil trepó este jueves hasta los 3,57 reales, en lo que se trató de la mayor depreciación de la moneda brasileña intradiaria en los últimos 12 años.

Lo que pase en el vecindario afecta los planes en casa y muchos temen que la fuerte devaluación de Brasil empuje al Banco Central local a un precipicio que viene evitando desde enero de 2014. En tiempo de campaña y ante una inminente veda electoral, las impresiones y los rumores vuelven aún más espeso el panorama.

Esta mañana, el presidente del Banco Central, Alejandro Vanoli, se adelantó y salió a responder una de las mayores preocupaciones de los analistas financieros de la city. "Es un disparate decir que vamos a devaluar después del 9 de agosto, como dijo (el precandidato presidencial por UNA Sergio) Massa. Eso es producto de una mala intención. Massa expresa el deseo de unos sectores que quieren que se devalúe", enfatizó el funcionario.

Pese a que la entidad que preside acelera una microdevaluación del peso a un ritmo lento pero constante de medio centavo por día, Vanoli añadió: "Una devaluación no es el camino para mejorar la competitividad, ya que aumenta los costos y produce una caída en los salarios".

Y aunque muchos insisten en que "cuando el río suena, es porque agua trae", Vanoli subrayó: "no hay posibilidad de que esto pase. La devaluación no es el camino".

Uno de los que advierten que con un dólar tan fuerte en el vecindario no se puede seguir sosteniendo este escenario de atraso cambiario es el ex presidente del Central, Aldo Pignanelli, quien afirmó esta mañana que "el Gobierno va a tener que acelerar un poco la devaluación" porque, según consideró, "producir en la Argentina es muy difícil" con la actual paridad cambiaria. El economista, a su vez, anticipó que para fines de año, el oficial podría alcanzar los $10,50.

Lo cierto es que tanto en el BCRA como en el Ministerio de Economía siguen muy de cerca lo que ocurra con sus pares brasileños. Incluso, en declaraciones radiales de este jueves, el propio Vanoli reconoció que la "recesión en Brasil", genera aquí "volatilidad económica y financiera", pero aclaró: "aún con todo ese clima negativo que viene desde afuera, la Argentina pudo lograr retomar el crecimiento".

Malos datos en Brasil y un dólar demasiado inquietoEste jueves, el dólar en Brasil se acercó peligrosamente a la barrera de los 3,60 reales y llegó a los 3,57, luego de que el presidente de la autoridad monetaria brasileña, Aldo Mendez, manifestó publicamente que el valor del dólar está muy alto, por encima de lo que los fundamentos económicos del país justifican. 

Lejos de calmar las aguas, las declaraciones de Mendez volcaron a los inversores en San Pablo a la compra de la moneda estadounidense. Más tarde, el "el superintendente de cambio Tov,Reginaldo Siaca declaró: "Es preciso que haya una noticia de mercado fuerte para que deje de subir".

En tanto, la situación política no parece mejorar. La encuesta de Datafolha que coloca a Dilma Rousseff como la presidente más impopular desde 1990 a la fecha no ayuda a estabilizar el clima. El 71% de la población desaprueba su gestión y apenas un 8% la considera buena o excelente.

Los números superan por lo malo a los de Fernando Collor de Mello, quien en 1992 debió renunciar en medio de amenazas de juicio político cuando medía 68% de desaprobación y apenas 9% de apoyo. Es decir que Dilma tiene el nuevo récord negativo desde que Datafolha toma estas mediciones.

Los rumores de juicio político para Dilma crecen debido a que perdió el apoyo del presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo da Cunha -procesado por corrupción-, quien ahora apoya un eventual juicio político a la mandataria.