La lucha para adoptar un hijo que llevó a Alejandro Fantino y a Miriam Lanzoni a una crisis

La actriz se refirió al difícil momento que atraviesa junto a su marido y aclaró que la situación se contó para que "no se diga más de lo que es"
Por iProfesional
ACTUALIDAD - 08 de Agosto, 2016

La actriz y mujer de Alejandro Fantino, Miriam Lanzoni, se refirió al difícil momento que atraviesa con el conductor, de quien se separó hace diez días y abandonó la casa que compartían en Tigre para mudarse a un departamento en Capital Federal.

En ese sentido, la actriz dijo que "a veces el deseo y el amor no alcanzan" y también detalló lo difícil que se les hizo para adoptar ya que los rebotaron cuatro asistentes sociales.

"Yo esto lo conté para que no se diga más de lo que es, porque no es más que una crisis de pareja". "Ojalá la podamos atravesar, pero hay muchas cosas en el medio, y con el deseo no basta y con el amor no basta", dijo Miriam en diálogo radial.

"Hay gente a la que le sirve quedarse juntos, pelearse, revolearse cosas, pero yo, aunque pueda ser buena para eso, no quiero, elijo estar bien y poder pensar", aseguró sobre cómo transita la crisis.

Consultada por los planes de adopción que comenzó con su marido, Lanzoni dijo: "Todavía no planeo la posibilidad de ser una madre soltera, porque con Alejandro decidimos luchar por la pareja, desde la distancia".

Y siguó: "Pero con la adopción vamos a seguir adelante porque ese plan está intacto", destacó. Además reveló que "a , pero bueno, necesito esto también para atravesar la crisis".

También, se refirió a las trabas con las que encontraron a la hora de querer adoptar: "Nos rebotaron tres o cuatro asistentes sociales". Así conto que "cuando la última asistente social nos rebotó sin siquiera venir a vernos, hablé con mi abogado y le pregunté qué pasaba y nos dijo que por un lado puede ser por prejuicio a que somos famosos, pero que ellos tienen la potestad para decir sí o no, así de ridículo es".

"Cuando conseguí hablar con la última asistente social me dijo que a ellos les pagan muy poco, que Tigre, donde vivimos, era muy lejos, pero yo sigo intentando". "Imaginate que hasta le tuve que pedir 'por favor' que venga a la asistente social", señaló.

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