A tres años del accidente, cómo sigue la salud de Schumacher

El corredor, considerado uno de los mejores conductores de la Fórmula 1 de todos los tiempos, sufrió una caída esquiando en 2013
Por iProfesional
ACTUALIDAD - 19 de Septiembre, 2016

Michael Schumacher, considerado como uno de los mejores conductores de la Fórmula 1 de todos los tiempos, no puede caminar.

Así lo informó Felix Damm, uno de sus abogados, ante una corte alemana mientras detallaba la extensión de las heridas que el deportista sufrió en un accidente de esquí en 2013.

El representante legal hizo esta declaración en el marco de una demanda contra la revista alemana Bunte.

La publicación había informado en diciembre pasado que el siete veces campeón del mundo había podido dar unos pasos.

Pero su abogado dijo que Schumacher, de 47 años, era incapaz de mantenerse de pie incluso con la ayuda de terapeutas.

Bunte había citado a una fuente a finales del año pasado que señaló que el deportista alemán podía dar algunos pasos con la ayuda de terapistas y que también podía alzar un brazo.

En aquel entonces, la agente de Schumacher, Sabine Kehm, publicó un comunicado negando la historia.

"Desafortunadamente nos vemos obligados a aclarar que la afirmación hecha por un reporte de prensa de que Michael podía moverse de nuevo no es cierta", señaló Kehm.

"Esa especulación es irresponsable, porque dada la seriedad de sus lesiones, su privacidad es muy importante. Por desgracia también les dieron falsas esperanzas a muchas personas involucradas".

Su salud es un secreto celosamente guardado por su familia que, sin perder la esperanza, da pelea a diario junto a una quincena de médicos y enfermeros para sacarlo de esta situación.

El 29 de diciembre de 2013, el ex piloto alemán se hirió gravemente y se golpeó la cabeza contra una roca mientras esquiaba fuera de pista en la conocida estación de esquí de Meribel, en los Alpes franceses. El casco que llevaba no lo salvó de las graves secuelas que sufre actualmente.

Hasta el día de hoy, se sabe muy poco sobre su estado de salud. Sin embargo, su mujer, Corinna, no se dió por vencida y consiguió que el ex piloto fuera trasladado desde el hospital universitario de Lausana hasta su mansión de 700 metros cuadrados en Gland, al borde del lago Lemán.

Lo cierto es que Corinna transformó su casa en un auténtico hospital privado para que la recuperación del antiguo campeón se lleve a cabo bajo las mejores condiciones posibles. En el interior de la casona, de estilo Selva Negra, se turnan día y noche un batallón de personal médico para atender al ex piloto.

A raíz de los cuidados intensos del deportista, su mujer no dudó en dedicar unos 140.000 euros semanales gastos médicos para intentar que Schumacher salga del precario estado de salud en el que se encuentra y, para tener más liquidez, no vaciló y vendió algunas propiedas familiares.

Una fortuna en juegoA pesar de que el patrimonio de su marido está valuado en unos 700 millones de euros, ya son varios quienes afirman que a su esposa Corina no le es fácil afrontar los gastos que implica el complejo cuidado que necesita su marido. Es por esto que, para hacerle frente a los gastos vendió el avión privado de la pareja, en 35 millones de euros, y una casa de vacaciones en Noruega, valuada en 2,9 millones.

Los auspiciantes, de bajaSi bien el apoyo de los seres queridos continúa, quienes decidieron soltarle la mano fueron los patrocinadores. Algunos tomaron la decisión de dejar de financiar a un embajador que consideran invisible. Las firmas de moda Jet Set y Navyboot, propiedad del suizo Philippe Gaidoul, decidieron desvincularse. Quienes continúan leales a Schumacher son las relojeras Audemars Piguet y Hublot. El patrón de esta última, Jean-Claude Biver, comtó tiempo atrás que en este tipo de contratos existen cláusulas que prevén la indisponibilidad, como la que le ha ocurrido a Schumacher, y que en este caso los acuerdos económicos no se cancelan pero sí se revisan a la baja.

Te puede interesar

Secciones