"Néstor Kirchner realmente no me soportaba", reconoció el papa Francisco

Así lo admitió en una entrevista publicada en el libro "En tus ojos está mi palabra" que recopila homilías y discursos de Bergoglio desde 1999 hasta 2013
Por iProfesional
ACTUALIDAD - 11 de Noviembre, 2016

En el libro Nei tuoi occhi é la mia parola ("En tus ojos está mi palabra"), escrito por el jesuita Antonio Spadaro en base a múltiples conversaciones con Francisco, el Papa reconoce que su relación con el ex presuidente Néstor Kirchner no era la mejor.

La confesión se dio cuando Bergoglio fue consultado por la misa que dio en memoria de la muerte del ex presidente.

"Él realmente no me soportaba. Las relaciones eran muy tensas. Cuando supe que había muerto, a las tres de la tarde, dos horas después hice una conmemoración en la catedral", recordó el Sumo Pontífice.

Y dio detalles sobre la homilía de ese día: "Era improvisada: no había preparado el texto escrito. Invité al pueblo y la iglesia estaba llena. No había nadie del Gobierno. El clima era tenso: durante la misa alguien me gritó algo. Le dije que estábamos ahí para rezar porque él había sido ungido por su pueblo con las elecciones para gobernar el país. El pueblo lo había elegido y ahora debía rezar por él".

Asimismo, Francisco afirmó que "la homilía siempre es política" porque "se hace en la 'polis', se hace en medio del pueblo".

Y habló sobre el impacto que tiene: "Todo lo que nosotros hacemos tiene una dimensión política y tiene que ver con la construcción de la civilización. Puede decirse que en el confesionario, cuando das la absolución, estás construyendo el bien común. Esta es política grande. Hay que tener en la mente una política grande, amplia. Esta no es la política ideológica o la pequeña política de la coyuntura, por más que sea importante. La gran política es la que para el cristiano construye el Reino de Dios. No se puede decir que los cristianos son apolíticos. Los cristianos no deben ser apolíticos".

Según informó el diario La Nación, que tuvo acceso al libro, la conversación entre Spadaro y Francisco se dio el 9 de julio pasado.

Allí, el Papa contó cómo se preparaba para sus homilías y resaltó la importancia del contacto con la gente, que luego dio título a la obra.

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