Nuevas restricciones al tránsito de autos en el centro porteño: ya se tramitaron 4.500 permisos
Este martes comenzaron las restricciones para el tránsito de vehículos particulares por el macrocentro porteño y ya hubo 4.500 solicitudes de usuarios para solicitar un "permiso de ingreso a centro peatonal". Si bien vecinos y comerciantes celebraron la medida, dueños de cocheras afirmaron que se perderán hasta 1.000 puestos de trabajo.
La zona de tránsito restringido se extendió hacia las avenidas Santa Fe, Belgrano, las calles Carlos Pellegrini y Bernardo de Irigoyen hasta Paseo Colón, donde sólo podrán circular entre las 11 y las 16 el transporte público, las bicicletas y automóviles autorizados, mientras que los automóviles particulares requerirán de un "permiso de ingreso a centro peatonal".
Podrán solicitar este permiso los conductores que posean o alquilen un espacio fijo en la zona, hasta dos autos por cochera, aunque no pueden ser utilizados en simultáneo. El trámite se realiza de manera online a través de la web del Gobierno de la Ciudad y tiene un costo anual de 1.560 pesos.
Esta medida de restricción es la primera de tres etapas: la segunda se aplicará en octubre de este año al incorporar la zona de Tribunales (avenida Córdoba, Montevideo, Avenida de Mayo y Cerrito).
La tercera etapa está prevista para julio de 2019 y extenderá las restricciones de horario en todas las zonas del macrocentro durante 9 horas, entre las 9 y las 18.
"Buscamos mejorar el área del centro, queremos que los vecinos compartan y disfruten el espacio público", aseveró en declaraciones a la señal TN Juan José Méndez, secretario de Transporte de la Ciudad, quien informó que se realizarán "notificaciones a la gente los próximos 45 días y el 15 de mayo comenzará a funcionar el control electrónico con multas" para quienes violen estas restricciones.
"Lo importante es que haya más calles peatonalizadas, ya mejoramos el transporte público con los metrobuses y las inversiones en los subtes, ahora le pedimos a la gente que deje el auto", concluyó el funcionario.
A favor "Esta esquina es un lío siempre, es mejor que haya menos autos", señaló Matías, quien trabaja en un almacén en Moreno y Defensa, y reconoció que la medida "complica a los proveedores porque van a tener que venir más temprano".
Por su parte, Ezequiel, encargado de un local de comida rápida de Defensa al 200, precisó que ya "avisamos a los proveedores para que se gestionen el permiso por el horario, porque muchos venían al mediodía".
"Si aumenta la circulación de gente es genial porque puede que tengamos más clientes, ojalá que un tiempo sea toda peatonal y podamos poner mesas afuera", agregó.
En la misma línea se mostró Lucas, de 28 años, quien trabaja en una oficina en Perú y Alsina, y afirmó que con la restricción al tránsito "va a haber menos congestión de autos". Lucas contó que deja su auto en Puerto Madero y viene "caminando hasta el macrocentro".
"Se viene implementando en otros países esto de retirar los autos del casco histórico, es algo necesario, hay que descomprimir para tener una ciudad más peatonal", aseveró Lucrecia, empleada del Ministerio de Economía.
Desde las 11, cientos de agentes de tránsito se colocaron en las esquinas para explicar a los automovilistas cómo se va a implementar la medida, y mientras a algunos los dejaban pasar hacia las calles interiores, la gran mayoría prefería desviarse por las avenidas.
"La gente está tranquila y lo entienden, aunque recibimos algunas quejas también", reconoció una agente ubicada en la avenida Belgrano y Defensa, en donde se pudo percibir calles más tranquilas y menos ruidosas por la reducción de autos particulares.
En contra Los automovilistas y dueños de cocheras se mostraron en contra de la medida, porque afirman que atenta contra su actividad.
"Nos afecta porque no se pudieron sacar los permisos hasta ahora, hoy empezaba la medida de concientización pero no dejaron pasar los autos a la zona", aseveró Alejandra, dueña de una cochera en la zona de la Casa Rosada.
Daniel, empleado en otro estacionamiento de la zona, dijo que la medida es "terrible" y aseguró que tiene "miedo de perder el trabajo".
"Sólo un tercio de la capacidad de los garages se ocupan con abonos mensuales, si sacas a la gente que viene por el día se pierde mucha plata", agregó.
Mariano, automovilista que circulaba por la avenida Belgrano, se manifestó "en contra porque no quiero pagar, me da bronca que te cobren por todo".
Eduardo Sánchez, presidente de la Cámara de Garajes, Estacionamientos y Actividades Afines de la República Argentina (Cagesra), afirmó que cerca de 1.000 empleados se quedarán sin trabajo y agregó que este martes "fue nefasto porque ni los mismos propietarios de los garajes pudieron entrar a sus comercios".
"Nosotros estamos de acuerdo con bajar el tránsito, y nos parece maravilloso plantar más árboles, pero con esto prácticamente nos cortaron las piernas", indicó Sánchez, quien remarcó que existen unas 280 cocheras en la zona "restringida".
Además, el presidente de la Cámara contó que desde la institución le ofrecieron al gobierno porteño hacer una prueba piloto para que la medida no se implementara de esta manera.
"Es una situación preocupante para la actividad, entendemos que va a haber una baja importante y que hay garajes que van a cerrar definitivamente y otros que van a despedir gente porque las cuentas no dan. Entre 800 y 1.000 personas que trabajan en los estacionamientos se podrían quedar sin trabajo", señaló.