Hace dos años, Barcelona protagonizaba la inauguración del Bellavista del Jardín del Norte, un restaurante de más de mil metros cuadrados en la calle Enric Granado, propiedad de los Messi en asociación con los hermanos Iglesias, quienes se ocupaban del funcionamiento del local y de aclarar que su interlocutor era Rodrigo, hermano del jugador argentino.

Pero a pesar de todos sus esfuerzos, el lugar no consiguió superar la crisis que está afectando de lleno a la gastronomía barcelonesa y es por eso que decidieron dar un cambio de rumbo.

“El establecimiento ha venido recibiendo múltiples solicitudes para albergar actividades y actos privados, tales como eventos de empresa y celebraciones particulares”, informaban desde un comunicado. Y anunciaban el cese de actividades como restaurante, además de agradecer a los clientes la fidelidad y el apoyo.Juan Carlos Iglesias, uno de los socios, señaló que a pesar de que arrancaron con éxito y están orgullosos del trabajo hecho y del nivel gastronómico que habían alcanzado, estaban teniendo pérdidas. Además, dijo al diario la Vanguardia, que “la turismofobia, la crisis, los atentados, el aumento brutal de la inseguridad ciudadana, la política... El problema es cuando todo eso se convierte en una tendencia”.

Además, aseguró que Barcelona, por todo un cúmulo de razones, está dejando de ser la ciudad cosmopolita y maravillosa que era la envidia de todo el mundo. Según él, en el futuro habrá que replantearse muchas cosas. “Creo que la renovación vendrá por las inversiones de fuera: Barcelona tiene un potencial espectacular pero los que llevamos toda la vida tenemos que dar un descanso a la ciudad. Creo que tendrían que venir grupos de Madrid y empresarios de aquí abrir allí”.