Estados Unidos celebrará este 6 de noviembre unas elecciones que podrían determinar el destino de la presidencia de Donald Trump, ya que se definirá el control del Senado y la Cámara de Representantes. También se elegirán 36 gobernadores y se votarán cientos de iniciativas que afectan leyes, impuestos y presupuestos locales.

A pesar de la trascendencia de esta votación,la integridad de la elección podría verse empañada debido a que en la mayoría de los condados de ese país se utiliza tecnología obsoleta. Un estudio del Centro Brennan para la Justicia reveló que los sistemas de votación de 41 estados tienen al menos una década de antigüedad. Las autoridades electorales de 33 de estos estados dicen que planean reemplazar sus máquinas para 2020.

Según las agencias de inteligencia de Estados Unidos, hackers rusos han estado tratando de vulnerar la integridad de las elecciones. Lo hicieron en 2016 y lo siguen intentando actualmente. En consecuencia, algunas autoridades han estado movilizándose para conseguir recursos y modernizar sus sistemas de votación.

Recientemente, el condado de Los Ángeles, la jurisdicción más grande de los Estados Unidos, adjudicó un contrato a la empresa Smartmatic, con sede en Londres, para que ayude a las autoridades del Condado en el desarrollo, fabricación e implementación de un nuevo sistema de votación para 2020.

Desde 2009, el Secretario de Registros del Condado ha estado trabajando en una iniciativa llamada "Soluciones de Votación Para Todos" (VSAP, por su sigla en inglés) para reemplazar al viejo sistema de votación, que carece de la flexibilidad técnica y funcional necesaria para atender a un electorado creciente y una población cada vez más diversa.

El nuevo sistema de votación está programado para estar listo a tiempo para las elecciones primarias presidenciales de California de marzo de 2020. Asimismo, de acuerdo con el estudio realizado por el Centro Brennan, se espera que otros condados como Travys en Texas y Denver, ciudad de Colorado, se sumen a la modernización de sus sistemas de votación en 2020, con el objetivo de construir confianza, promover la inclusión y fortalecer la democracia de los ciudadanos.

La renovación de la infraestructura electoral mediante tecnologías bien diseñadas es una tarea pendiente que ayudará a reforzar la seguridad de las elecciones, algo que indudablemente los electores verían con buenos ojos. De hecho, un estudio que realizó Edelman Intelligence luego de las elecciones presidenciales de 2016, demostró que la mayoría de los votantes estadounidenses desean que se invierta en tecnología y nuevos sistemas de votación. Los entrevistados consideraron que una tecnología más moderna aumentaría la confianza en las elecciones.

Según el estudio:

• Ocho de cada 10 votantes, y casi el 90% de los operadores electorales, creen que las mejoras en la tecnología de votación fortalecerán y generarán confianza en las elecciones de Estados Unidos.

• El 69% de los votantes encuestados, y casi el 80% de los afroamericanos, hispanos y votantes con discapacidades, dijo que apoyaría una iniciativa o legislación que respalde o financie mejoras en la tecnología de votación en los Estados Unidos.

• El 36% del total de votantes confía menos en los resultados de las elecciones nacionales después de enterarse que 43 estados utilizan máquinas de votación electrónica que tienen por lo menos 10 años de antigüedad.

Una vez que se cierre este ciclo electoral, probablemente veremos la renovación de la infraestructura electoral de Estados Unidos. Es una tarea pendiente de un país que se ufana de haber sido cuna de Apple, Facebook, Amazon y otros gigantes tecnológicos.