La demorada definición de la Copa Libertadores entre River y Boca finalmente se jugará en Madrid el domingo 9 a las 20:30. Así lo confirmó en la tarde de este jueves el presidente de la Conmebol, Alejandro Domínguez.

De acuerdo a fuentes del organismo que rige los destinos del fútbol sudamericano, en las últimas horas hubo una comunicación directa entre Domínguez y su par del Real Madrid, Florentino Pérez.

Luego de que quedara descartada la chance de Doha, no por motivos económicos, sino porque la Conmebol y los clubes no querían un viaje tan largo, tomó fuerzas que el estadio, que tiene capacidad para 81.000 espectadores, reciba al partido donde se coronará el campeón de la Libertadores.

La capital española le sacó mucha ventaja a Barcelona y París, las otras dos sedes que habían tomado fuerza luego de que quedaran descartadas.

Antes, fueron dadas de baja otras ciudades como Miami, Medellín, San Pablo y Asunción a puertas cerradas.

Según se confirmó, habrá público de ambas hinchadas y un gran operativo de seguridad para evitar cruces.

La última vez que uno de los dos equipos concurrió a España fue Boca, cuando perdió 3 a 0 frente al Barcelona, en la Copa Joan Gamper.

Tras la agresión al micro de Boca, cuando estaba llegando al estadio Monumental para disputar la final, el partido se suspendió. Y la Conmebol emitió un duro comunicado en el que afirmó que "conforme a los hechos de violencia ocurrido en la ciudad de Buenos Aires el 24 de noviembre de 2018, los cuales pusieron en riesgo la seguridad de los jugadors, oficiales y aficionados, incluso con hechos delictuales que las autoridades de la República Argentina se encuentran aún investigando, resulta prudente que el partido FINAL no se juegue en dicho país".