Se cumplen 30 años del ataque al cuartel de La Tablada
Fue una mañana agobiante de verano, entre el 23 y el 24 de enero de 1989, cuando un grupo del ultraizquierdista Movimiento Todos por la Patria (MTP) atacó el Regimiento de Infantería Mecanizada III General Manuel Belgrano, ubicado en la localidad bonaerense de La Tablada.
Simularon un levantamiento carapintada con el objetivo de sacar los tanques que se encontraban en el lugar y producir una pueblada para condicionar al gobierno democrático de Raúl Alfonsín.
El intento fracasó y la unidad militar fue recuperada en una sangrienta batalla. Hubo en total 44 muertos, entre ellos cuatro conscriptos.
Despertar con las malas noticiasPasadas las 6 de la mañana, un camión de gaseosas, sustraído minutos antes por los atacantes en el Camino de Cintura, ingresaba, derribando el portón de acceso, a esa unidad militar en el partido de La Matanza. Al grito de "¡Viva Seineldín!", "¡Viva Rico!" y "¡Mueran los generales hijos de puta!", los 46 atacantes irrumpieron en el cuartel.
Lanzaron panfletos en la puerta del cuartel en los que se reivindicaba al coronel Mohamend Seineldín y al teniente coronel Aldo Rico, líderes de los levantamientos carapintadas que habían puesto en jaque a la administración radical en tres oportunidades (abril de 1987, febrero y diciembre de 1988, éste último apenas un mes antes de La Tablada).
Los atacantes del MTP planeaban generar confusión entre el personal militar al entonar consignas y vivas para los dos oficiales rebeldes, llegar al sector en el cual se encontraban estacionados los tanques y salir del cuartel a bordo de estos vehículos hacia la Capital Federal.
El operativo "Tapir", que así se denominaba, debía concluir a media mañana de ese lunes, y el objetivo de Gorriarán Merlo -un ex jefe del Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) que supervisó las acciones desde las inmediaciones de la unidad militar- pasaba por denunciar la inminencia de un golpe de Estado por parte de los carapintadas.
Cuáles eran sus intensiones
Los integrantes del MTP creían que cuando la población tomara conocimiento que estaba en marcha un intento militar contra la democracia se produciría una insurrección popular que reclamaría cambios políticos de fondo, una idea acuñada por los sandinistas, que a fines de los años setenta habían derrocado el régimen de Anastasio Somoza en Nicaragua.
Pero en su avance por el cuartel, los atacantes encontraron una férrea resistencia en el casino de suboficiales de la base, lo que generó una rápida intervención policial y el despliegue de más de 2000 efectivos del Ejército, que cortaron cualquier posibilidad de repliegue.
En las primeras horas, reinó la confusión en torno a la autoría del intento de copamiento del cuartel, y sectores del oficialismo abonaban la hipótesis de que una acción carapintada se gestaba en La Tablada.
A las pocas horas, desde el oficialismo se admitió que se trataba de un operativo del MTP, del que participaban antiguos militantes del ERP, la guerrilla que había operado en la Argentina durante los años setenta.
Batalla campal
El Ejército rodeó la unidad y tendió un cerco sobre los atacantes, contra los que libró un combate que se prolongó durante 36 horas, con fuego de morteros y proyectiles disparados desde tanques.
El saldo final del combate de La Tablada -que significó incluso el bautismo de fuego para la infantería mecanizada que no había sido empleada por el Ejército en la guerra de las Malvinas- fue de 44 muertos.

El combate finalizó a las 9 de la mañana del 24 de enero, fueron más de 24 horas en las que tuvieron al país en vilo. Un día imposible de olvidar para quienes lo han vivido. Una batalla sangrienta cubierta por todos los medios minuto a minuto.
Más allá de las hipótesis sobre un golpe cívico-militar, lo concreto es que se trató de una acción que debilitó a un gobierno constitucional en una etapa crítica. Con racionamiento energético, el fracaso del "Plan Primavera" un mes después y con una inflación desbordada, Alfonsín se vería obligado a convocar a elecciones anticipadas para mayo de 1989, menos de cuatro meses después del 23E.