En su primer desafío al gobierno de Jair Bolsonaro, los grandes sindicatos de Brasil convocaron a marchar este viernes en 120 ciudades del país contra el proyecto oficialista de reforma al sistema previsional.

Los organizadores de la protesta, que se hará bajo el título "Día Nacional de Lucha en Defensa del Sistema de Pensiones", señalan que si la reforma es aprobada se "dificultará la concesión de pensiones" y se "reducirá el valor de los beneficios".

Entre los organizadores figuran los mayores conglomerados de gremios brasileños, como la Central Única de los Trabajadores (CUT), ligada al Partido de los Trabajadores (PT); y Força Sindical.

En cumplimiento de una de sus propuestas de campaña, Bolsonaro envió al Congreso un proyecto con el que pretende generar al estados unos 265.000 millones de dólares en 10 años.

Pero el programa choca contra la resistencia de los trabajadores, quienes rechazan el punto que procura establecer una edad mínima para acceder a la jubilación de 62 años para las mujeres y de 65 años para los hombres, ya que las normas actuales facilitan que en algunos casos las jubilaciones puedan realizarse antes de los 50 años.

De ser aprobada, la reforma dejará allanado el camino hacia un sistema de capitalización individual, similar al chileno, en el que la jubilación de cada trabajador dependerá de su capacidad de ahorro a lo largo de su vida laboral.

"Es un ataque sin precedentes en la historia de los derechos de la clase trabajadora", denunciaron los sindicatos en un documento difundido por EFE.

"Son 60 páginas de maldades que, en resumen, restringen y dificultan el acceso a la jubilación, elevan la edad y el tiempo de contribución y reducen el valor que deben recibir los jubilados", añadieron los gremios.