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Notre Dame en llamas: una pérdida invaluable para la humanidad

El incendio de la Catedral Notre Dame, en París, representa pérdidas materiales muy valiosas para el patrimonio cultural de la humanidad
15/04/2019 - 15:22hs
Notre Dame en llamas: una pérdida invaluable para la humanidad

La Catedral de Notre Dame, ubicada en París, Francia, es uno de los patrimonios culturales de la humanidad más valiosos. El incendio deja pérdidas irrreparables aunque aun no se puede saber cuánto se puede salvar.

Por lo que muestran las imágenes que se están publicando, el incendio, que ha comenzado a las siete de la tarde, es de inmensas proporciones y se ha concentrado en el techo, que se ha hundido.

Precisamente, el techo de la catedral podía visitarse, y desde él se podía disfrutar de unas vistas estupendas de la ciudad. El lugar ha sido popularizado por novelas y libros y por las quimeras, unas esculturas que suelen confundirse con gárgolas medievales pero que en realidad fueron construidas en el siglo XIX, cuando se produjo una gran reforma del templo.

Un gran despliegue de bomberos trata de controlar las llamas, que salen sobre todo de la aguja central del templo, que es visitado por miles de personas cada día. La policía ha acordonado la zona y está desalojando a los numerosos turistas que se encontraban dentro de la catedral.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha calificado de «terrible» lo sucedido en París. «Es tan terrible asistir a este gigantesco incendio de Notre Dame. Quizá habría que movilizar bomberos para apagarlo. Hay que actuar rápido», ha señalado.

«Incendio importante en curso en Notre Dame, hay que mantenerse al margen y evacuar la zona y dejar a los servicios de emergencia intervenir», ha explicado Emmanuel Grégoire, primer adjunto al Ayuntamiento de París, en Twitter.

Por su parte, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, ha confirmado la gravedad de lo ocurrido, afirmando que el suceso se trata de «un terrible incendio».

La Catedral de Notre Dame estaba restaurándose para evitar su deterioro. El Arzobispado de París había decidido poner en marcha una colecta para conseguir recaudar los 100 millones de euros que se necesitan para salvar las quimeras y los arcos góticos de su edificio, en mal estado: la polución y el paso del tiempo han causado desprendimientos de piedra. De momento, se estaban realizando los trabajos de renovación de la aguja de la catedral, que tenían un coste de seis millones de euros.

Sobre la importancia de la Catedral

La catedral de París, dedicada a Nuestra Señora (Notre Dame), se encuentra en la Isla de la Ciudad (Île de la Cité), la mayor de las islas del Sena, lugar donde surgió el primer núcleo civil y religioso de la ciudad. Se trata de una de las construcciones góticas más antiguas de la humanidad.

Además de su arquitectura única y sus reliquias interiores, cuenta con una serie de vitreauxs de tal belleza que la gente del mundo entero viaja para verlos. Casi imperseptibles por fuera, las rosetas de vitreaux brillan en el interior con la luz del día. Cada ventanal cuenta una historia, que da fe de otras épocas de la humanidad.

 

La iglesia actual se levanta sobre una anterior basílica cristiana, que a su vez se edificó sobre el solar ocupado por un antiguo templo romano.

La primera piedra fue puesta por el papa Alejandro III en 1163, iniciando el obispo Maurice de Sully la construcción del coro. Hacia el año 1200 se terminó la fachada por el obispo Eudes de Sully, y las torres algo después, en 1245.

Luego se realizaron las capillas de las naves y las del coro, llevadas a cabo bajo la dirección de Jean de Chelles; y posteriormente las dos fachadas del transepto, dándose por acabadas las obras en 1345, después de más de 180 años.

Fachada Sur

Construida en estilo gótico, presenta la tradicional planta rectangular con cabecera redondeada, característica de las iglesias góticas. De grandes proporciones, su interior cuenta con cinco naves, la central más ancha y alta que las laterales, mas una serie de capillas adosadas a las naves extremas, ocupando los espacios entre los contrafuertes.

Hacia la mitad de su longitud se abre el transepto, a cuyos extremos se sitúan las portadas laterales del templo, desarrollándose a continuación un gran deambulatorio doble, también con capillas adosadas, que rodea y envuelve el presbiterio y el coro con su trazado curvo de media circunferencia.

Planta de la catedral

A la derecha del deambuatorio se encuentra el tesoro, sobre una construcción posterior adosada a la catedral, de planta casi cuadrada, obra del siglo XIX, con una importante colección de reliquias y platería sagrada de gran valor.

Como es habitual en las grandes catedrales góticas, en ésta de Notre Dame la preocupación por la luz interior y por la labor evangelizadora a través la escultura adquieren un protagonismo muy relevante, que se refleja especialmente en sus portadas exteriores, y sobre todo en su fachada principal.

Para resolver el problema de la luz, cuenta esta catedral con múltiples vidrieras y con tres grandes rosetones, el de la fachada principal, a casi diez metros de altura y semioculto en parte por un enorme órgano de 113 registros y más de siete mil tubos. Pero más imponentes son aún los dos rosetones laterales, ubicados en sus caras norte y sur, sobre las portadas de los brazos del crucero: acabados en 1270, cuentan con un diámetro de 13 metros y una altura total de 21. El del lado norte está dedicado al Antiguo Testamento, y en él jueces, profetas y reyes rodean a la figura central de la Virgen con el Niño. El del lado sur es una reconstrucción sobre el original, aunque utilizando en parte piezas de las vidrieras originales.

Para la labor evangelizadora se labraron multitud de figuras religiosas, repartidas principalmente por sus dos portadas del crucero y en especial por su fachada principal, a donde abren tres grandes puertas: el Pórtico del Juicio en el centro, el de la Virgen a la izquierda, y el de Santa Ana a la derecha. Sobre ellas corre la Galería de los reyes, en una franja horizontal cubriendo todo el frente, con 28 estatuas que representan a los reyes de Israel y de Judea. Curiosamente, el pueblo francés la destruyó en 1793 durante la Revolución al ver representados en ella a los monarcas franceses; restaurada posteriormente por Viollet-le-Duc, las figuras fueron colocándose progresivamente de nuevo en su lugar de origen

Detalle de la fachada principal de la catedral. En primer término la Galería de los Reyes

A propósito de Viollet-le-Duc, la intervención de este célebre arquitecto (París, 1814 - Lausana, 1879) modificó en parte la imagen original de Notre Dame al proyectar y construir la delgada aguja que faltaba sobre la cúpula central del templo y que alcanza una altura total de 96 metros.

Las torres tienen 69 metros de altura y presentan en su cuerpo superior sus cuatro frentes abiertos por parejas de altas y estrechas ventanas ojivales.

La torre sur contiene la famosa campana Emmanuel. Puede visitarse, pasando por la galería de las quimeras que une ambas torres. Estas quimeras son figuras de piedra que representan a monstruos fantásticos y cuya función es la de verter el agua de lluvia (gárgolas); son el resultado de la creación imaginativa del propio Viollet-le-Duc, realizadas durante su restauración, y por tanto obra del siglo XIX.

En el cuerpo inmediatamente inferior al de las campanas de las torres corre una bella galería de finísimas ventanas góticas con tracería que recorre todo el frente, enlazando así las torres entre ellas.

Interiormente presenta esta catedral una espléndidasillería de coro, realizada en el siglo XVIII para sustituir a los originales sitiales góticos. Con 46 asientos finamente tallados en madera, en sus altos y elegantes respaldos figuran altorrelieves que en gran parte representan escenas de la Virgen, a quien está dedicado el templo. Al fondo de este coro se presenta un suntuoso santuario barroco concebido por Robert de Cotte, donde se represnta a los reyes de Francia Luis XIII y Luis XIV, el primero de ellos ofreciendo su cetro y su corona a la Pietá, Virgen de la Misericordia, que aparece en el centro sobre un alto pedestal, con Cristo muerto y rodeada de ángeles.