Caso Lenguas Vivas: qué es el asbesto y por qué es tan peligroso para la salud
Debido al reclamo al gobierno del colegio Lenguas Vivas respecto a no seguir el protocolo para evitar la contaminación por asbesto, el tema de este material cancerígeno volvió a la agenda mediática. El caso y los detalles de por qué es tan peligroso.
El Ministerio de Educación de la Ciudad de Buenos Aires había quitado una caldera con material cancerígeno en vacaciones de invierno, pero la comunidad educativa denuncia que no se siguió el protocolo y se expone a estudiantes y docentes a la contaminación.
El colegio Lenguas Vivas de la Ciudad de Buenos Aires pidió explicaciones al gobierno por la presencia de asbesto en cañerías, luego de que se removiera una caldera que contenía este material cancerígeno, en palabras de la comunidad educativa, "ignorando el protocolo" que se debe seguir para estos casos.
El Ministerio de Educación de la Capital Federal, a cargo de Soledad Acuña había anunciado la remoción de la caldera recién en el verano de 2020, en pleno receso escolar. Sin embargo, esta semana se descubrió que fue retirada en vacaciones de invierno sin aviso a la comunidad educativa.
"Esto no solo contradice a la primera nota enviada por el Ministerio, ignorando los cautelosos pasos que según protocolo se debe seguir para la remoción de asbesto; sino que también expone a todos los trabajadores y estudiantes que concurrimos al establecimiento", denunciaron docentes y alumnos del Lenguas Vivas en un comunicado.
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Asimismo, explicaron: "Actualmente, no contamos con la información pertinente. Si la caldera fue removida en el receso invernal, necesitamos saber si vinieron equipos especialistas en la remoción, cómo se manejaron los residuos, si se realizaron las mediciones de aire correspondientes, etc".
Por caso, pidieron a las autoridades del colegio el "registro de operaciones, informe de laboratorio y cadenas de custodia, manifiesto de transporte asociado, habilitaciones de transporte, certificado de tratamiento, habilitaciones de operador y conclusión".
Además, solicitaron las "certificaciones de la evaluación de la contaminación del aire con posterioridad al retiro", insistió la comunidad, ya que "una vez retirado el asbesto se requiere un lapso de al menos 15 días en los cuales no puede circular gente", período tras el cual "se debe analizar el aire para garantizar que no haya partículas". Dicho procedimiento, indicaron, "no nos consta que se haya realizado".
Frente a la falta de información concreta por parte del Ministerio, la comunidad solicitó una auditoría al inspector de Seguridad e Higiene del Gobierno de la Ciudad, Edgardo Castro, para que "constate el estado actual del edificio y que realice las mediciones correspondientes a la presencia de asbesto".
Castro, quien también dio cuenta de la presencia de asbesto en la Línea B del subte porteño, fue quien presentó una denuncia penal contra el entonces jefe de Gobierno, Mauricio Macri; y su sucesor, Horacio Rodríguez Larreta; por la compra de vagones con material cancerígeno en el año 2011.
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¿Pero qué es el asbesto o amianto y por qué se considera tan peligroso para la salud?
Asbesto es el nombre que se da a seis minerales de origen natural que existen en el medio ambiente como manojos de fibras que pueden separarse en hilos delgados y duraderos para usarse con fines comerciales e industriales. Estas fibras son resistentes al calor, al fuego y a las sustancias químicas y no conducen electricidad. Por estas razones, el asbesto se ha usado extensamente en muchas industrias. Otros minerales como el asbesto se encuentran en el ambiente natural, incluso la erionita.
Químicamente, los minerales del asbesto son compuestos de silicato, lo que significa que contienen átomos de silicio y de oxígeno en su estructura molecular.
El asbesto se comenzó a minar y a usar comercialmente en América del Norte a finales del siglo XIX. Su uso aumentó considerablemente durante la Segunda Guerra Mundial (3, 4). Desde ese entonces, el asbesto se ha usado en muchas industrias. Por ejemplo, se ha usado en la industria de la construcción y edificación para reforzar el cemento y los plásticos, así como aislante, en material para techos, material incombustible y para absorber el sonido.
La industria de la construcción naval ha usado el asbesto para aislar calderas, tuberías de vapor y tuberías de agua caliente. La industria automotriz usa el asbesto en las zapatas de los frenos y en los discos de embrague de vehículos. El asbesto se ha usado también en las losetas de techos y de pisos; en pinturas, revestimientos y adhesivos, y en los plásticos. Además, el asbesto se ha encontrado en productos de jardinería que contienen vermiculita y en algunos lápices de colores que contienen talco.
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A fines de los años setenta, la Comisión de Seguridad de los Productos para el Consumidor de EE. UU. (U.S. Consumer Product Safety Commission, CPSC) prohibió el uso del asbesto en los compuestos para la reparación de tablaroca o cartón-yeso y en chimeneas de gas porque las fibras de estos productos podían escaparse al ambiente durante el uso.
¿Qué riesgos para la salud representa la exposición al asbesto?
Es posible que la gente esté expuesta al asbesto en su trabajo, en su localidad o en sus hogares. Si los productos que contienen asbesto se sacuden, fibras pequeñas de asbesto se desprenden en el aire. Cuando se inhalan las fibras de asbesto, es posible que se alojen en los pulmones y que permanezcan ahí por mucho tiempo. Con el tiempo, las fibras pueden acumularse y causar cicatrices e inflamación, lo cual puede dificultar la respiración y llevar a serios problemas de salud.
El asbesto ha sido clasificado como un cancerígeno humano reconocido (sustancia que causa cáncer) por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (HHS), por la Oficina de Protección Ambiental (EPA) y por la Oficina Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC).
Según la IARC, hay suficiente evidencia de que el asbesto causa mesotelioma (un cáncer relativamente poco común de las membranas delgadas que revisten el pecho y el abdomen), y cánceres de pulmón, de laringe y de ovario. Aunque es un cáncer poco común, el mesotelioma es la forma más común de cáncer asociada con la exposición al asbesto. Hay limitada evidencia de que la exposición al asbesto esté relacionada con riesgos mayores de cánceres de estómago, de faringe y de colon y recto.
La exposición al asbesto puede también aumentar el riesgo de asbestosis (enfermedad inflamatoria que afecta los pulmones y causa dificultad para respirar, tos y daño permanente al pulmón) y otros trastornos no cancerosos de la pleura y de los pulmones, incluso las placas pleurales (cambios en las membranas que rodean el pulmón), el engrosamiento de la pleura y los derrames pleurales benignos (acumulación anormal de líquido entre las capas delgadas de tejido que revisten el pulmón y la pared de la caja torácica). Aunque las placas pleurales no preceden al cáncer de pulmón, existen pruebas que sugieren que las personas con enfermedad de la pleura causada por la exposición al asbesto pueden tener un riesgo mayor de cáncer de pulmón.