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¿Cuál es la clave para que Trump sea reelegido y que nadie tiene en cuenta?

Distintos modelos de diagnóstico tratan de evaluar por qué podría ocurrir una reelección del polémico presidente de los Estados Unidos
06/11/2019 - 20:44hs
¿Cuál es la clave para que Trump sea reelegido y que nadie tiene en cuenta?

Los pronósticos electorales que usan condiciones económicas en lugar de encuestas de votantes sugieren que las posibilidades de reelección del presidente Donald Trump son mucho más altas de lo que sugieren sus pésimos niveles de aprobación.

Pero no hay que estar tan seguro. La economía de Estados Unidos es estable en general, pero las condiciones en varios estados disputados continúan deteriorándose, al igual que lo harán las posibilidades de Trump si esas tendencias persisten, señala Bloomberg.

La premisa subyacente de estos modelos es que la economía importa mucho más, y los candidatos, mucho menos, de lo que la mayoría de la gente piensa. Eso probablemente sea correcto. Trump era impopular entre gran parte del electorado en 2016, y prácticamente todas las encuestas convencionales proyectaron que Hillary Clinton ganaría. Por el contrario, los modelos centrados en la economía pronosticaron una victoria republicana basada en una pequeña recesión en 2015.

La intuición es inequívoca: la mayoría de los electores no cambiaría su voto, ya que simplemente apoyan al candidato de su partido. Los pocos votantes que están genuinamente indecisos desconocen o son inmunes al discurso político, y emiten su voto según lo que ven en sus propias vidas. Ese punto de vista depende del estado de la economía.

La falla en este conjunto de modelos es que no tienen en cuenta las variaciones regionales en la economía. También tienden a enfocarse en un limitado panorama de las condiciones o ignoran la importancia del Colegio Electoral del país.

Lo que dicen hoy los estudios económicos

Entonces, ¿qué dicen ahora los modelos sobre las elecciones de 2020? Dos de ellos solo se enfocan en la cuota del voto popular entre los dos partidos principales. Uno, del economista Ray Fair, une los últimos datos económicos para analizarlos como una especie de carrera de caballos. Este modelo muestra una victoria de Trump por cuatro puntos porcentuales. El otro, de Oxford Economics, proyecta cuáles serán las condiciones económicas en el otoño de 2020 y prevé una victoria de cinco puntos para el presidente.

 

Un tercer modelo, de Moody’s Analytics, ofrece un análisis más detallado del voto del Colegio Electoral, pero depende en gran parte de medidas como los precios de la gasolina y el mercado de valores, que pueden cambiar drásticamente. Este modelo actualmente predice que Trump podría ganar hasta 351 votos electorales.

Una vez más, estos modelos son un valioso aporte a las encuestas puramente políticas. Dicho esto, una mirada a las tendencias en los estados disputados más importantes muestra que las perspectivas para el presidente son mucho más sombrías. Si quiere mantenerse en la Casa Blanca en 2020, Trump tendrá que mantener al menos tres de los seis estados disputados en los que ganó en 2016: Michigan, Pensilvania, Wisconsin, Florida, Arizona y Carolina del Norte.

Estos estados tienen la respuesta

En Arizona y Florida, la economía va bien. Ambos estados han experimentado durante el último año un crecimiento del empleo significativamente mayor que el promedio nacional. En Florida, en particular, la expansión laboral ha tenido una tendencia al alza.

Las cosas son un poco menos auspiciosas en Carolina del Norte. La última lectura sobre el crecimiento laboral fue sólida, pero parece ser un caso aislado. En general, el aumento de los empleos en Carolina del Norte sigue los pasos del promedio nacional, es decir, en descenso, pero lo suficientemente sólido para lograr una reelección. De modo crucial, si bien la economía de Carolina del Norte ha dependido tradicionalmente del sector manufacturo, ha hecho la transición a los sectores de finanzas y tecnología, áreas que se ven menos afectadas por el comercio mundial.

Es en Michigan, Pensilvania y Wisconsin donde el presidente enfrenta problemas reales. El crecimiento del empleo no solo es más lento en estos estados que el promedio nacional, sino que además está disminuyendo de forma sostenida. Sus economías todavía están muy expuestas al comercio, tanto en términos de ventas como de inversión. Lo que es igualmente importante, los ínfimos márgenes de Trump en esos estados implican que el presidente tiene poco espacio de maniobra.

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