Este sábado, desde las 17 en Lima, River volverá a disputar una final de Copa Libertadores; la tercera de las últimas cinco ediciones disputadas. En este caso deberá enfrentarse a un rival acaudalado, armado para la ocasión y que atraviesa un gran momento: Flamengo de Brasil.

El potencial económico del equipo no se resume al último tiempo, ya que, de por sí, una institución que cuenta con entre 35 y 40 millones de hinchas tiene un soporte inagotable que lo impulsa de forma permanente.

Sin embargo, en los recientes años parece haber crecido aún más la capacidad financiera de la institución. En esto tuvieron que ver no sólo las incorporaciones resonantes, sino también la emergencia de jóvenes figuras y de lazos trazados con fuertes equipos europeos que le permitieron ventas millonarias.

En el 2018, por ejemplo, el equipo transfirió a Vinicius Jr. y a Lucas Paquetá por más de u$s90 millones. Sin embargo, con figuras de semejante valor, el "Mengão" no pudo ganar más que torneos estaduales, ninguno nacional ni internacional. De hecho, disputó la final de la Copa Sudamericana 2017 con dichas dos figuras, pero cayó ante un equipo argentino, Independiente. A pesar de todo, estas ventas le servirían como fuente de inversión para las incorporaciones que lo convierten en un equipo temible en la actualidad.

En ese mismo 2018 incorporó a Vitinho, proveniente del CSKA de Moscú, por u$s13,2 millones y también le quitó sus principales figuras a dos de sus competidores locales: le compró al uruguayo Giorgian De Arrascaeta a Cruzeiro por u$s14,3 millones y a Bruno Henrique al Santos por casi u$s6 millones. Estos dos últimos futbolistas son piezas clave del equipo actual y probablemente sean titulares en la final del sábado.

En el año 2019, el cambio de dirigencia llevó a la presidencia al ingeniero y empresario del rubro petrolero Rodolfo Landím, de muy buen vínculo con el actual presidente brasileño Jair Bolsonaro. Este fue el paso final para la transformación del equipo carioca en un candidato firme para esta Copa Libertadores.

Tras un verano tranquilo, en el que solo se produjo el retorno al club de Gabriel Barbosa o "Gabigol", una de las figuras del fútbol de Brasil, en junio de este año se produjo una revolución. Fueron incorporados cuatro futbolistas provenientes de equipos de primera línea de Europa, algunos de ellos con una historia muy rica y ganadora tanto en sus clubes como en la Selección de Brasil.

Fueron comprados Gerson, a la Roma, por u$s13 millones; Pablo Marí, ex Manchester City por casi u$s2 millones. Además, llegaron en condición de libres Filipe Luis desde el Atlético de Madrid y Rafinha desde el Bayern Munich.

Varios otros jugadores de renombre sonaron para incorporarse, desde el defensor colombiano del Milan, Cristian Zapata, hasta el polémico pero talentoso delantero italiano Mario Balotelli. Este último, tras haber quedado libre del Niza de Francia, fue contactado por los dirigentes del equipo brasileño y estuvo muy cerca de llegar, pese a haber incluido en el boceto de contrato cláusulas exageradamente exigentes, como la contratación de su hermano. Finalmente, el ex jugador del Inter y el Milan decidió quedarse en su país y fichó para el Brescia.

Para administrar tan valioso plantel, también a mediados de este año, Jorge Jesús asumió la dirección técnica del equipo. El entrenador portugués de 65 años, que tiene un altísimo contrato, llegó con la premisa de darle un estilo de juego más europeo a un equipo que contaba con jugadores de pasado en el Viejo Continente.

Jesús tiene sobrada experiencia, ya que fue entrenador del Benfica de Portugal entre 2009 y 2015, donde ganó 11 títulos y también del Sporting de Lisboa entre 2015 y 2018 donde obtuvo 2 trofeos más. Tras un breve paso por el fútbol de Arabia Saudita, donde también consiguió consagrarse campeón de la liga, desembarcó en Flamengo, donde ha dirigido 33 partidos y conseguido 23 victorias, 7 empates y 2 derrotas. Lleva actualmente más de 100 días invicto, lo que se traduce en 25 partidos sin conocer la derrota.

River versus Flamengo, en números

A pesar de todo esto, en lo que respecta al equipo en sí, de acuerdo a un informe realizado recientemente por el sitio especializado Transfermrkt, River tiene un plantel más caro que el "Mengão". Mientras que el valor del equipo Millonario asciende a u$s170.500.000, el del conjunto brasileño es de u$s137.500.000, u$s33 millones menos.

Esto se debe, en buena medida, a que el equipo de Marcelo Gallardo cuenta entre sus filas con jugadores jóvenes con mayor poder de reventa, como Gonzalo Montiel (22), Lucas Martínez Quarta (23), Exequiel Palacios (21) o Nicolás De La Cruz (21), por ejemplo, que no superan los 23 años. Por el lado del equipo conducido por Jesús, solo Gerson (22) y Gabriel Barbosa (23) tienen la edad que suele atraer a los clubes más fuertes del mundo.

El conjunto argentino contará, además, con un factor para nada menor a favor: la presión. El éxito cosechado por River durante los últimos años, el triunfo ante Boca en Madrid y recientemente en las semifinales de esta misma copa, han generado una atmósfera ultra positiva. Para el conjunto de Nuñez, esta final no significa más que la oportunidad de lograr un nuevo título, de conseguir una nueva hazaña y de ningún modo significa una obligación ni un peso.

En cambio, por el lado de Flamengo, la situación es distinta. Si bien tiene jugadores de experiencia a nivel mundial, ninguno de ellos está acostumbrado a jugar finales de Copa Libertadores.

Además, por todo lo invertido, por su presente y por la ilusión de sus hinchas, el equipo brasileño tiene sobre sus hombros un peso mucho mayor. Todo esto se suma a que solo ha ganado una vez este torneo y desde 1999 no gana ningún título internacional.

En su rica historia, tiene una clara deuda pendiente con respecto a los campeonatos internacionales, dado que solo ha obtenido cuatro. Por otro lado, cuenta con la carga de otros cuatro subcampeonatos en competencias continentales y ese es un trauma que sus hinchas viven con especial congoja y que, si las cosas no salen bien desde el inicio, puede trasladarse a los futbolistas.