Si bien aún no hay evidencia de que el coronavirus se pueda transferir a través de los alimentos, sí permanece vivo en las superficies y por eso estas pueden convertirse en un foco de contagio.

Es por eso que, para evitar cualquier tipo de peligro, una medida fundamental es la limpieza de las cosas que compramos en los supermercados.

Se trata de limpiar y desinfectar las superficies donde transportamos los productos y donde luego los apoyamos. Hay que tener en cuenta que se trata de dos cosas diferentes. Una es limpiar, que es sacar la suciedad, y la otra desinfectar, que se hace con alcohol o lavandina.

También se debe pasar alcohol a las manijas de las puertas de los autos y las casas al llegar luego de hacer las compras.

Sucede que si alguien con covid-19 estornudó, tosió o extendió sus gotitas infectadas en un changuito de compras o en la manija de la puerta de un negocio, y alguien no infectado lo taca, puede llevarse las manos a la cara y así correr el riesgo de enfermarse.

Para sumar seguridad, la idea es que todo lo que guardemos en la heladera o en las alacenas, lavemos los envases de los productos son agua y jabón o con alcohol al 70% (rebajado con 30% de agua).

Si un producto tiene un envase secundario, lo primero que hay que hacer es retirarlo y sacarlo de la casa. Si esto no es posible, se recomienda tener un rociador con alcohol al 70% para rociar las superficies, mesas, mesadas, teclas de luz y los envases que lo requieran.

También hay que lavarse bien las manos después de guardar todos los paquetes, incluidas las cajas y bolsas de papel.

En cuanto a la desinfección de verduras y frutas, hay que sanitizarlos en la bacha de la cocina, donde se coloca agua y algunas gotas de lavandina, según lo que indique el envase, y se lo deja reposar por 10 minutos.