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Luis Majul, contra el "cierre" del Congreso: "Se quieren llevar todo por delante"

El periodista cuestionó a la vicepresidenta Cristina Kirchner por la "presión" que realiza contra la Corte Suprema para que convalide sesiones virtuales
24/04/2020 - 11:41hs
Luis Majul, contra el "cierre" del Congreso: "Se quieren llevar todo por delante"

El periodista Luis Majul realizó un durísimo editorial contra el "cierre" del Congreso, que dijo que está propiciado por  la vicepresidenta Cristina Kirchner y por la supuesta presión que sectores kirchneristas ejercen sobre la Corte Suprema.

A continuación, los principales conceptos que dejó durante su programa que se emite por el canal LN+:

El término "llevarse todo por delante" es muy popular y muy gráfico. Significa destruir, derribar o quitar cualquier cosa que se ponga delante del camino. Se le endilga a alguien que, para alcanzar su objetivo, pasa por encima de cualquier persona o cosa que se le ponga en el medio. Con cualquier método o herramienta. En el actual Gobierno, hay gente, que quiere pasar por encima de todo y de todos. Hay gente que se quiere llevar todo por delante: a la justicia, el Congreso, la división de poderes, y también a los medios de comunicación.

Hay ejemplos para hacer dulce de leche. Podemos empezar con uno de las últimas horas: la pretensión de Cristina Fernández de presionar a la Corte Suprema para que le otorgue una especie de patente de corso con el objetivo de sesionar de manera virtual. No solo por el pedido uno se da cuenta de que se quieren llevar el mundo por delante. También por el contenido del pedido, por el tono e incluso por la forma de pedirlo.

Ayer mismo, la vicepresidenta, con ese tono tan agradable y persuasivo, sentenció: "Cuando la Corte quiere tratar un asunto, lo hace". Lo hizo desde su cuenta de Twitter, convalidando lo escrito por de la directora de Asuntos Jurídicos del Senado, Graciana Peñafort. Además, la propia Graciana Peñafort, eligió una metáfora no muy feliz para volver a presionar a la Corte, al escribir: "Es la Corte Suprema quien tiene que decidir ahora si los argentinos vamos a escribir la historia con sangre o con razones, porque la vamos a escribir igual".

¿Qué quiso decir Graciana Peñafort? ¿Qué tiene que ser ahora y no puede pasar un minuto más? ¿Qué si los miembros de la Corte no se pronuncian de inmediato le van a ir a incendiar sus despachos? En su encendido hilo de tuits, Peñafort también puso en el centro de la cuestión la sospecha de que la Corte no se quiere pronunciar porque, según ella, todos sus miembros están en contra del impuesto a los muy ricos de la Argentina (que por cierto, no son tantos ni tan ricos como en la mayoría de los países de Latinoamérica).

Pero, en todo caso, ¿por qué no discutir también en el Senado y en Diputados, la rebaja de las dietas, o el aumento de penas para quienes cometen actos de corrupción en el medio de la pandemia? ¿Así que, entonces, solo porque un día a Cristina Kirchner y su asesora se levantaron inspiradas y se les ocurrió la idea de que la Corte tiene que dar por válida la única sesión que quiere presidir, esto tiene que suceder, porque si no se viene el mundo abajo?

Graciana Peñafort parece, por sus citas, una persona muy preparada. Pero eso no significa que tenga razón. Ella, por ejemplo, se autopercibe del lado del bien, y coloca del lado del bien, entre otros, a su cliente, el exvicepresidente Amado Boudou, procesado y condenado por querer apropiarse de la máquina de hacer billetes para el Estado, entre otros delitos. Pero además, también es cuestionada, cada vez más, por estar, para decirlo en criollo, en ambos lados del mostrador.

Los juristas a los que les apasiona el debate, como a ella misma, se preguntan: ¿siendo directora del Congreso, puede actuar en una causa donde la Nación es damnificada? ¿Son válidas sus decisiones como directora del Senado? Hay tres normas que atraviesan el asunto:

Una es una ley que regula el ejercicio de la abogacía en el ámbito federal. Dice que el Presidente, el vicepresidente, los ministros, los secretarios, subsecretarios y legisladores no pueden ejercer la profesión; otra es la ley que prohíbe a los empleados del poder legislativo a actuar en contra de los intereses del Congreso; y la tercera, es una disposición parlamentaria que incluye a los presidentes de ambas cámaras.

Estas tres normas se las mostraron a Peñafort, y ella, en un tuit, se defendió haciendo referencia a las primeras dos, concluyendo que no hay "incompatibilidad". Es decir: que puede hacer ambas cosas. Pero no respondió a la tercera. No me quiero poner muy técnico. Te la voy a hacer corta y sencilla: ella, como directora de Asuntos Jurídicos, no podría ni debería actuar contra los intereses del Congreso, intereses que, por extensión son los de la Nación. De manera que estaría cometiendo una falta ética, de aquí a la China.

Graciana Peñafort defiende a Amado Boudou por los delitos por los que ya fue condenado, que son contra la Nación, a saber: cohecho pasivo; negociaciones incompatibles con la función pública. Es contradictorio su trabajo como asesora jurídica del Estado, y su trabajo como defensora de alguien que está probado que le hizo daño al país.

Pero siguiendo con la idea de llevarse todo puesto: ¿cuál sería el problema de que los senadores sesionen en Diputados, con la debida distancia y cuidado, y en todo caso, los diputados vayan al Centro Cultural Kirchner, o al Luna Park, como sugirió Miguel Ángel Pichetto?

Pero llevarse todo por delante no es solamente lo anterior. Llevarse todo por delante es lo que pretendió el secretario de Derechos Humanos Horacio Pietragalla Corti, queriendo mandar a su casa de Villa Carlos Paz al corrupto confeso Ricardo Jaime; pretendiendo que dejen en libertad a Martín Baéz, apretando, a través de su segundo, a una jueza del Tribunal Oral para que le otorgue la libertad a Luis D´Elía. Y por supuesto, siempre, queriendo manipular los hechos. Adulterando las justificaciones, poniendo a la salud y al coronavirus como la gran excusa para mejorar la situación de los delincuentes condenados por corrupción.

Me gustaría saber por cuántos presos comunes se habrá preocupado Pietragalla. Me gustaría saber si tal vez incluyó, con la mismo argumento humanitario, el pedido de prisión domiciliaria de los militares condenados por violaciones a los derechos humanos. ¿Pero están aburridos de hablar de los políticos presos del kirchnerismo? Bueno, hablemos de los sobreprecios que paga el Estado. No abandonemos el tema, ni este ni ninguno. Pongamos más luz en las zonas oscuras.

De hecho, el domingo, en La Cornisa por LN+, vamos a presentar una nueva investigación. Lleva como título: la cajita feliz. Es sobre uno de los funcionarios más poderosos de la Argentina. Declaró la emergencia, antes de la pandemia, para usar un fondo multimillonario de manera discrecional y sin control. Antes de la emergencia, cualquiera podía averiguar sobre ese fondo. Como y en qué se gastaba. Quién ganaba o perdía las licitaciones. Ahora no: ahora se hacen contrataciones directas de servicios, a nuestro parecer, innecesarios.

Hablando de llevarse todo puesto: también está el peligro de la "malvinización" y el pensamiento único. Somos parte de la Argentina unida que cumplimos las reglas, aplaudimos a los médicos y los policías, y pensamos que el Presidente tomó decisiones correctas para evitar el contagio y las muertes por coronavirus. ¿Pero no podemos discutir sobre economía, la flexibilización de la cuarentena, criticar a los ministros, destacar lo que está bien y señalar lo que está mal? ¿Soy un traidor a la patria si no me cuadro, y no me hago albertista, cristinista, peronista, o más, o menos oficialista? ¿Soy un destituyente o un "canalla de derecha" si no pienso como Víctor Hugo Morales, el hombre de la "doble moral" que levanta el dedo con la mano izquierda y cobra con la mano derecha, oculta sus bienes y se esconde siempre detrás del poder político?

Contra la gente que pretende llevarse todo por delante siempre hay un antídoto infalible. Más democracia, más división de poderes, más información, más opinión. Y para eso no necesitamos estar en contra de la política, ni contra el coronavirus. Ni siquiera necesitamos salir de nuestras casas.