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Trump versus Biden: qué vaticinó el encuestador que había anticipado la victoria del republicano en 2016

Si bien la tasa de respuesta en las encuestas descendió dramáticamente en los últimos años, también hay temor por la falta de sinceridad de ciertos votante
03/11/2020 - 21:25hs
Trump versus Biden: qué vaticinó el encuestador que había anticipado la victoria del republicano en 2016

La encuestadora Trafalgar Group es una de las pocas que esperan una victoria de Trump en estas elecciones

Su director, el estratega republicano Robert Cahaly, anticipa según su última oleada de sondeos que el presidente mantendrá un puñado de Estados clave: Arizona, Carolina del Norte, Florida y Michigan.

Como ya acertó en 2016, hay que prestarle atención especial a lo que tenga que decir. Pero tanto sus métodos como la transparencia con la que maneja su operación plantea serias dudas.

Trafalgar justifica sus resultados, según informa El País, mediante la realización de encuestas muy cortas, que (según define en su propia web) "duran de uno a dos minutos y están diseñadas para recoger rápidamente opiniones de aquellos que típicamente no participarían en encuestas políticas". Además, aseguran que innovan en métodos para reducir el "sesgo de deseabilidad social" según el cual nadie revela sus preferencias de manera clara salvo que se empleen técnicas especiales (que no define en detalle) para conseguir reconocerlas.

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La encuestadora espera una victoria de Trump en estas elecciones

Disminuye la confiabilidad de los encuestados

Es cierto que la tasa de respuesta en las encuestas ha descendido dramáticamente en los últimos años. También lo es que existe un temor por la falta de sinceridad de ciertos votantes.

Pero incluso encuestadoras que buscaron con intención al votante de Trump encontraron que apenas cambia el margen de victoria.

Morning Consult, por ejemplo, realizó un experimento en esta campaña: 2.642 encuestados completaron un cuestionario online (donde normalmente se atenúa el sesgo de deseabilidad al no interactuar directamente con un entrevistador) o vía telefónica.

Los resultados fueron los siguientes: aunque el sesgo se activó con preguntas sobre discriminación o racismo en márgenes que iban de 7 a 20 puntos porcentuales, en la intención de voto por Trump apenas cambió por un punto.

En lo que respecta a los tiempos y la tasa de no respuesta, la duración del cuestionario no suele afectarla siempre que no se pase de un cierto umbral, más cerca de los cinco, diez o quince minutos que de dos: la mayoría de gente que declina participar lo hace desde el segundo uno, y no está claro cómo una menor duración puede modificar cualquier sesgo partidista que exista en la falta de respuesta.

Quién paga los sondeos

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Este martes millones de estadounidenses fueron a las urnas a votar

Además, parece que Cahaly no ha sido completamente transparente con quién paga sus sondeos, según El País. El pasado 30 de octubre, Nate Silver, el analista demoscópico de referencia en EE.UU. (y el único de los grandes pronosticadores que le dio a Trump una probabilidad decente de victoria en 2016: un 30%), explicaba en Twitter que habían descubierto cómo Trafalgar estaba recibiendo financiación partidista sin comunicarla claramente.

Silver y su equipo se han convertido en el agregador de encuestas de referencia, distinguiendo entre aquellas pagadas por un partido. Cuando detectan que una empresa no publica claramente el cliente de alguna de sus publicaciones, clasifican todas ellas como partidistas. 

Trafalgar aparece con una nota de C- (un aprobado raspado) en la evaluación constante que FiveThirtyEight mantiene de todo encuestador relevante. Su error medio está en 5,6 puntos, con un sesgo medio prorrepublicano de casi +1. Es decir: nada particularmente destacado; ni demasiado bien, ni terriblemente mal.

Nada impide que Donald Trump vuelva a ganar este año. De hecho, algunos pronósticos le dan varios puntos de diferencia. Si esto llega a suceder, las encuestadoras deberán revisar muy seriamente sus datos y los métodos con los que a ellos llegan: el eventual error de 2020 haría palidecer al de 2016. El margen del fallo estaría duplicando al de entonces en Michigan, por ejemplo, o cuadruplicando al de Pensilvania. Pero incluso si esto sucede, una vez destripado el mecanismo detrás de la esfera que marca la hora en Trafalgar, nada señala que su trabajo sea un modelo a seguir.