La pandemia trajo consigo muchos cambios en los hábitos y acciones de las personas. Si bien todas las industrias y áreas se vieron afectadas por las restricciones tomadas por el Gobierno para prevenir los contagios, la educación sin dudas sufrió el año pasado un golpe muy importante.

El 16 de marzo del 2020 los institutos educativos de todos los niveles se vieron obligados a cerrar sus puertas, sin saber que se volverían a abrir un año más tarde. El retorno a las aulas se demoró incluso más en el caso de las universidades.

Desde aquel cierre del año que pasó, todas las instituciones comenzaron a trabajar en cómo adaptarse al contexto y cómo sobrellevar la situación sin que esto significara la pérdida de clases.

Las famosas clases remotas que requirieron mucho esfuerzo de todo el sector. Tanto para crear plataformas y campus virtuales a los que alumnos y docentes pudieran acceder sin problema, como la capacitación de estos últimos, que en muchos casos no se llevaban del todo bien con la tecnología.

"La universidad creó un campus virtual para que los alumnos tuvieran los mismos servicios que antes tenían en el campus físico. Entonces, la primera parte de la pandemia fue poner toda la energía en la continuidad de las clases", contó el ingeniero Juan Filipich, director del Departamento de Sistemas de la Universidad Católica Argentina.

Pero con la apertura de actividades y aprobación de protocolos en distintas áreas, las instituciones educativas comenzaron a pensar en la forma de prepararse para su posible apertura, siempre respetando el distanciamiento social.

Un aula híbrida es un entorno de aprendizaje donde se reúnen alumnos de forma física y otros de forma virtual

Aulas híbridas: ¿qué son y cómo funcionan?

Con vistas a la vuelta de la presencialidad, pero con la obligación y necesidad de cumplir con los protocolos estrictos, algunas instituciones dieron un paso más adelante y comenzaron a pensar en nuevas soluciones. Para esto tuvieron en cuenta ideas  propias y tendencias mundiales.

Pero como dijo el director del departamento de Sistemas de la UCA, muchos interrogantes comenzaron a dar vueltas: "¿Cómo hacemos para mantener la distancia entre los alumnos y que alcancen las aulas?", porque, claro está, las aulas tienen una capacidad limitada. "Entonces, dijimos: 'amos a traer la mitad de los alumnos una semana y la otra mitad la otra semana. Y los que están en su casa, pueden participar de la clase online, activamente, como si estuvieran ahí adentro'", explicó Filipich.

¿Cómo lograr esta experiencia?: a través de aulas híbridas.

Un aula híbrida es un entorno de aprendizaje que incluye una combinación de estudiantes que están presentes en el aula física y también participantes que se incorporan a la clase de forma virtual. El modelo de clase híbrida debe contar con la tecnología adecuada de audio, video y colaboración para que los estudiantes tengan un experiencia satisfactoria.

El objetivo en este caso, es poder brindar clases de la forma más real posible, y que quienes deban estar cursando desde sus casas se sientan tan partícipes como los que están físicamente presentes. Lo que se quiere es "buscar la mejor solución para el docente y para el alumno, que este sienta que está dentro del aula por más que este en su casa. Incluso hay comunicación entre el alumno que está en su casa y el alumno presencial. Es como si estuvieran dentro del mismo ámbito", indica el director del departamento de Sistemas de la UCA.

"El aula, básicamente, tiene la pantalla interactiva, un televisor grande atrás, junto al micrófono y la cámara (nosotros elegimos el sistema MeetUp, el cual permite unos 120° de campo visual) que tiene un micrófono súper inteligente. La ubicación del televisor hace que cuando el profesor mira para adelante mire a los alumnos que están presentes y a los que están de forma remota, porque están en una misma pared, por así decirlo", detallan desde el Instituto de inglés ECEC, School of English -donde instalaron este sistema- a iProfesional.

Aunque como explicó Eduard Gonzaléz, Product Manager de Aulas Híbridas by EXPEX a iProfesional, existen diferentes sistemas que se adaptan a los diversos espacios en cuanto a tamaños, capacidad de personas y preferencias del cliente.

"La experiencia de usuario del docente era lo más importante. Que el docente pudiera ingresar al aula tal cual como lo estaba haciendo desde su casa, de la misma forma", indicó Juan Filipich. Además, este sistema le permite al docente contar con un elemento muy valioso para la enseñanza: el pizarrón. "Eso ayuda mucho al docente. Un docente que no tiene pizarrón debe realizarun esfuerzo muy grande. Dar una clase solamente con PowerPoint es muy difícil; entonces, el agregado del pizarrón es fundamental".

 

El Instituto de inglés ECEC, School of English, preparó sus aulas híbridas para poder volver a la presencialidad

Cómo se preparan las instituciones

El proyecto de instalación de aulas híbridas llevado a cabo por la Universidad Católica Argentina es uno de los más grandes de Argentina y Latinoamérica. Si bien los alumnos todavía no pueden volver a clase, tienen al día de hoy las 275 aulas disponibles del campus preparada con este sistema. Esto requirió una capacitación de los 30.00 docentes que se encuentran hoy en día trabajando para la institución.

En otro nivel de capacidad, se encuentra el Instituto de Inglés ECEC, donde ya comenzaron a dictar clases con este sistema híbrido y recibieron a cambio respuestas muy positivas, tanto de parte de los alumnos como de los docentes.

"La modalidad de clase es diferente. Esto de tener alumnos online y alumnos presenciales a la vez, y que todos reciban la misma atención, en principio los intimidó un poquito", contó Solange Perkul, Coordinadora administrativa de School of English.

Pero aclaró que luego resultaron clases "súper dinámicas" con alto grado de participación, tanto de los alumnos presenciales como de los virtuales.

Como pasa en todos los ámbitos, ante una necesidad siempre aparecen quienes buscan cubrirla. Lo mismo sucedió en este caso. El Product Manager de la firma Aulas Hibridas explicó: "Antes de hacer las aulas híbridas, hacíamos lo que son las aulas virtuales". Y agregó: "mediante la tecnología que veníamos trabajando como integradores, vimos que teníamos la opción de poder generar el aula híbrida con una cámara enfocando al profesor, que genera una experiencia más natural y similar a la de estar en clase".

Es decir, a través de la tecnología se puede lograr una experiencia mucho más real en comparación a las clases virtuales clásicas que estuvieron presentes todo 2020 y que aún siguen en muchas instituciones.

Por medio de cámaras, micrófonos inteligentes, televisores y pantallas, dar clases presenciales y cumplir el protocolo debido es posible.

Tal como explicó Juan Filipich, en la UCA se hicieron más de 150 videos de prueba para comprobar el correcto funcionamiento del sistema y luego sí, proceder a sus instalaciones.