El gobierno uruguayo habilitó la venta de dispositivos electrónicos que calientan tabaco real y levantó así una prohibición que regía para este tipo de productos desde 2009. Con esta medida, el vecino país se acerca a la decisión tomada por la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) cuando habilitó la comercialización del producto, en 2019

La norma publicada por el Ejecutivo uruguayo basó su decisión en su consideración de que "existen dispositivos electrónicos para la administración de nicotina que emplean una tecnología mediante la cual se calienta tabaco seco, respecto de los que existen datos científicos que indican que los mismos resultan en una menor exposición de los usuarios a las sustancias tóxicas asociadas al consumo tradicional de tabaco. 

Se trata de productos que se diferencian de los cigarrillos tradicionales porque no ay combustión, si no que el tabaco se calienta por medio de un sistema electrónico a una temperatura de 350 grados, reduciendo drásticamente la exposición a componentes tóxicos.

"Corresponde al Estado velar por la salud de su población, buscando herramientas para dar respuestas a la epidemia del tabaquismo, incluyendo las alternativas ofrecidas a partir del desarrollo de nuevas tecnologías en la industria", indica la norma publicada recientemente. El texto agrega que estos productos "cuentan con una validación científica suficiente para justificar su exclusión en la prohibición" que regía sobre ellos. Por su parte, los cigarrillos electrónicos, que no calientan tabaco seco, si no que calientan un líquido, seguirán prohibidos. 

Uruguay habilitó la venta de dispositivos que reemplazan a los cigarrillos

Otras experiencias en el mundo 

Con la idea de reducir el daño provocado por el tabaco, muchos países optaron por avanzar en la incorporación de productos alternativos a los cigarrillos dentro de sus planes de salud pública, llegando a recomendar su uso en los casos de las personas que, de otra forma, seguirían fumando cigarrillos convencionales. 

Estados Unidos es uno de los países en los que avanza esta visión de reducción de daño por tabaquismo. En 2017, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) lanzó un plan basado, por un lado, en incrementar la prevención del consumo de cigarrillos y, por otro, en asegurar que los fumadores adultos tengan acceso a productos alternativos y de menor riesgo. En 2019 el organismo autorizó la comercialización de uno de estos productos mientras que en 2020 considerando a ese mismo producto como "apropiado para la protección de la salud pública". 

Otro caso es el de Japón, que históricamente, fue un país con tasas de fumadores altas que, en los últimos años, logro mejorar esos índices a través de la regulación de los productos de tabaco calentado. La gran aceptación de estos productos en Japón hizo descender la tasa de fumadores en el país. 

El Reino Unido, por su parte, puso como objetivo el 2030 como la fecha para convertirse en un país libre de humo. Para lograrlo, comenzó hace años una apuesta cuando Royal College of Physicians comenzó a recomendar a los fumadores que no lograban dejar de fumar herramientas alternativas. Gracias a estas iniciativas, el tabaquismo en Reino Unido pasó de 33% a 14,4% en 10 años. 

Muchos países optaron por avanzar en la incorporación de productos alternativos a los cigarrillos

Qué dijo la FDA

Tras el permiso de venta en los Estados Unidos, en 2020 la FDA dio un paso más y autorizó la comercialización de uno de estos productos de tabaco calentado, llamado comercialmente IQOS, como producto de tabaco de riesgo modificado.

Entonces director del centro de productos de tabaco de la FDA indicó: "La FDA tiene como objetivo garantizar que la información dirigida a los consumidores sobre el riesgo reducido o la exposición reducida por el uso de un producto de tabaco esté respaldada por evidencia científica y comprensible" y agregó que "los datos presentados por la compañía muestran que comercializar estos productos en particular con la información autorizada podría ayudar a los fumadores adultos adictos a dejar de fumar cigarrillos de combustión y reducir su exposición a productos químicos nocivos, pero sólo si cambian por completo".