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Es argentino y se mudó a México para abrir una agencia de publicidad: "Afuera somos muy bien vistos"

Ramiro de Lusarreta creó con su hermano una agencia de publicidad en Argentina, pero en 2015 empezó a viajar para emprender en otro lugar
18/04/2021 - 17:44hs
Es argentino y se mudó a México para abrir una agencia de publicidad: "Afuera somos muy bien vistos"

Ramiro de Lusarreta estudió Sistemas en ORT. En 2003 creó con su hermano una agencia de publicidad en Argentina, pero en 2015 empezó a viajar a distintos países de la región para que la empresa crezca y "la aventura de emprender en otro lugar".

"Massive es una agencia de publicidad digital que fundamos con mi hermano", cuenta a iProfesional. "Empezamos en el mundo digital en 2003 y fuimos evolucionando. Desde hacer páginas web a grandes proyectos globales como los que tenemos hoy en día. Yo había estudiado sistemas y marketing, y mi hermano administración de empresas. Nos gusta mucho emprender y es parte de nuestro ADN".

La ambición de crecer y trabajar para proyectos de otra envergadura lo llevó a tomar la decisión de probar suerte en otros países. "Primero viajaba todos los meses", dice. Pero cada vez se fue quedando más tiempo, viajó por varios países, San Pablo, Santiago de Chile, hasta que finalmente, "por la calidad de la gente y feeling", se quedó en México. "Amo ese país", dice. Finalmente, hace cuatro años se mudó a España.

En cuanto a cómo fueron sus primeros pasos en el exterior, Ramiro contaba que los inicios no fueron fáciles: "Para empezar, es necesario gastar en una moneda más cara. Esto hace que tengas que rebuscarte muy bien en un país que no es el tuyo. Compartir oficina, hoteles baratos, Airbnb donde compartís habitación, yo tuve suerte porque siempre estuve sólo, hasta que finalmente empezas a generar en esa moneda y ahí cambia el panorama".

Ramiro viajó por diferentes países hasta que abrió su agencia de publicidad en México

Luego, remarca como variable importante el hecho "de empezar con o sin dinero".

"En nuestro caso lo hicimos a pulmón, no tener contactos para arriba (clientes) o para abajo (proveedores), hace que tengas que ingeniarte en mil cosas. A cada persona que conocés hay que sacarle el jugo en todo lo que se te ocurra. La ley de empleados, de facturación, cómo se manda un mail, y cómo ir a una reunión. Cada país es completamente distinto y el principal desafío es ‘estar en tema’ porque no miramos las noticias de ese país, ni la novela de turno. También en los temas administrativos, todo es cuesta arriba. Pero como todo, uno va sorteando las dificultades y se va juntando con gente que le da una mano", explica.

Empezar de cero

En Argentina la empresa ya estaba consolidada, con 40 empleados y clientes grandes de consumo masivo, incluso una aerolínea. Con lo cual, dice Ramiro, "la idea era replicar el modelo, pero cuando uno se la cree, el golpe es más fuerte. Si bien ya teníamos un camino hecho, abrir en otro país es igual a escalar el Everest con una piedra gigante en el cuello".

En este sentido, "existen barreras de todo tipo", plantea el emprendedor. "Clientes que te dicen que sí, salir a festejar, pero que en realidad te estaban diciendo que no. Empezar desde cero es no tener un cadete, gente de administración, equipo. Es emprender haciendo todo uno mismo. Es como empezar de cero, pero con experiencia a medias", detalla.

Como contraparte, emprender en otro país te brinda muchos beneficios. "Principalmente, ganar en otra moneda que no son pesos", plantea. A su vez, "ganar experiencia en abrir un mercado nuevo, y pensar todo desde el punto de vista regional, y ya no tanto en una típica PYME".

Ramiro asegura que "todo el mundo" le abrió puertas en el exterior

Además, "el ser argentino suma", menciona. "Tanto en México como en España, somos muy bien vistos en el rubro publicitario. Todo el mundo me abrió puertas, nunca me sentí más o menos por ser argentino. Hay una idiosincrasia que tenemos, pero es algo que dura poco una vez que tenés que acoplarte a las normas de ese país".

Por todo esto el balance es positivo en muchos aspectos para Ramiro. "Desde lo económico obviamente, pero conocer gente que nunca hubieras conocido, amigos de distintas partes del mundo. La cabeza cambia completamente, al emprendedor le impacta más, porque hay miles de oportunidades. Emigrar implica irse, ni más ni menos, es cambiar el mindset a un mundo nuevo", dice.

"Siempre decimos con mi mujer que Argentina te ancla, al estar tan lejos de todo, es más difícil moverse y conectarse con el resto del mundo", subraya.

"De Argentina se extrañan los afectos, los amigos, que increíblemente pasan los años y siguen siendo los mismos, ahí te das cuenta de que son los que seguirán siempre", expresa el creador de Massive. "Y algo bueno de no estar es que no se habla de política, o mucho menos, no existe la eterna batalla de que sos rojo o azul. Cada vez que viajamos a Argentina, nos abruma tanta movida política. Siempre hacemos asados los viernes en la oficina, una vez en la oficina de México, los argentinos estábamos discutiendo de política, y los mexicanos cantando y bailando", rememora.

Finalmente, según de Lusarreta "volver al 100% a Argentina es algo que uno siempre tiene en la cabeza, pero cuesta materializar. Estamos con la idea de ir al año unos 3 o 4 meses en el verano. Lo único que nos tira son los afectos, que son mucho más fuertes que la gente que uno conoce en el camino. Para que volvamosno tendría que pasar nada especial, sólo tener ganas de hacerlo".

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