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Una mochila por un árbol: creó una línea de bolsos de material vegetal y ayuda a reforestar la Patagonia

Ignacio Ciarrocca inició un emprendimiento sustentable: por cada producto vendido, colabora con Reforestarg, que trabaja con bosques nativos degradados
14/05/2021 - 17:13hs
Una mochila por un árbol: creó una línea de bolsos de material vegetal y ayuda a reforestar la Patagonia

"Poner en práctica un emprendimiento siempre genera desafíos constantes, potenciado por la pandemia y por el entorno económico y social cambiante de nuestro país. Fueron varios meses de idas y vueltas hasta decidir lanzarlo al mercado: investigación del contexto, naming de la marca, análisis de potenciales competidores, evaluación de costos, averiguación de proveedores de calidad y muchas otras cosas más. Dudas siempre hay miles, hasta que uno toma la decisión de arriesgarse y dar el salto", explica Ignacio Ciarrocca, fundador de Wandergreen, la primera marca argentina de mochilas y accesorios premium hechos de papel kraft, un material de origen vegetal, completamente sustentable y reciclable.

Ciarrocca, creador de la marca y también cofundador de una agencia de viajes y turismo Chida Holiday, pensó en diferentes alternativas para superar la crisis que azotó al sector (y sigue azotando) a causa de la pandemia mundial.

Con las fronteras internacionales cerradas, flotas completas de cruceros atracadas en los puertos del mundo y sin una perspectiva clara para los viajes de turismo y negocios, el emprendedor se lanzó en noviembre del 2020 , tras varios meses de desarrollo, al negocio de los bolsos y accesorios premium, pero con una mirada completamente sustentable.

Debido a la pandemia, este emprendedor pensó en un negocio de triple impacto 

"Por la pandemia se vio seriamente afectado nuestro negocio y eso me llevó a pensar nuevas alternativas de emprendimientos. Como se suele decir, las crisis son oportunidades y está en nosotros saber aprovecharlas", explica.

Así fue como creó Wandergreen, como en castellano se conoce a los "albatros errantes". Según explica Ciarrocca, "es el ave viajera más grande del planeta que surca los cielos del Canal de Beagle, en Ushuaia, siendo capaz de dar la vuelta al mundo planeando en sólo 45 días, demostrando una gran capacidad de resiliencia ante ambientes adversos".

¿Cuál es el diferencial de este emprendimiento? El material del que están hechos los bolsos y mochilas premium: papel kraft.

Según explica, se trata de una fibra de celulosa virgen mediante una especial forestación sustentable con el sello alemán FSC® (Forest Stewardship Council), un programa de certificación para productos de madera que provienen de bosques forestados artificialmente que se manejan de manera ecológica, social y económicamente responsable.

El papel kraft es tratado especialmente para convertirse en una tela, con un aspecto similar al cuero, pero siendo resistente, lavable, cruelty free, manteniendo la textura del papel y, lo más importante, su condición de poder ser reciclado.

"Es un enfoque realmente innovador: es el mismo papel madera marrón que usamos para embalar o que usan las famosas empresas de delivery de comida, por ejemplo, pero que está especialmente producido para crear artículos de calidad premium, muy livianos y realmente diferentes. Por eso, estamos orgullosos de ser la primera marca argentina de mochilas y accesorios de viajes premium hechos de papel kraft", apuntó Ciarrocca.

Por cada mochila vendida, se planta un árbol en la Patagonia 

Una mochila por un árbol

Lo interesante de este emprendimiento es que por cada mochila de Wandergreen que se comercialice, la marca está donando 1 árbol para reforestar la Patagonia junto a Reforestarg.

"Al ser el primer año de la marca, apuntamos a poder colaborar con alrededor de 1.000 árboles y luego, en los próximos 5 años, apuntamos a poder crecer sustancialmente. Nos encantaría llegar a lograr más de 50.000 árboles plantados en 5 años", se entusiasma.

"Crecimos en Ushuaia y somos fanáticos de la aventura en la naturaleza. Queríamos hacer algo para devolverle a nuestra Patagonia todo lo que nos dio durante nuestra infancia. Por eso empezamos a investigar en las redes, y descubrimos que había 3 o 4 ONG que hacían un trabajo similar de reforestación de bosques. Nos decidimos por Reforestarg porque nos pareció un proyecto muy serio, enfocado en la Patagonia, y con un espíritu joven y emprendedor, lo que nos motivó aún más", explica Ciarrocca.

"Sólo plantan árboles nativos y la tarea la realiza un equipo capacitado en reforestación, van cambiando los lugares de reforestación y suman voluntarios constantemente. Estos fueron algunos de los motivos por los que decidimos empezar con ellos y estamos confiados de que va a ser una relación de muchos años", agrega.

En paralelo, también está donando un porcentaje de sus ventas a Sin Azul No Hay Verde, para ayudar a la difusión del proyecto "Península Mitre Área Natural Protegida".

Según explica el impulsor de la marca, esa zona, ubicada en Tierra del Fuego, es el punto de mayor captura de carbono de la Argentina. Así, la marca busca ayudar a mitigar el impacto que todos tenemos con la huella de carbono, factor fundamental en la lucha contra el calentamiento global.

Las mochilas están producidas a partir de un material de origen vegetal

"Creemos que el cambio empieza por uno y, todos, por más pequeño que sea el aporte, podemos marcar una diferencia", completa.

Tras haber hecho rodar el proyecto, ¿notaron que hay un mercado amplio de consumidores que tienen en cuenta lo sustentable antes de realizar una compra? Frente a esta pregunta, Ciarrocca explica que "fue uno de los puntos que investigamos previo a lanzarlo y como resultado notamos que la gente valora muchísimo que tengamos un propósito tan especial; nos lo hacen saber en cada compra. La pandemia nos mantuvo encerrados varios meses y nos privó de nuestra libertad. Esto hizo crecer la tendencia de concientización sobre el daño que le estamos haciendo al planeta y de la posibilidad de poder disfrutar más de la vida en contacto con la naturaleza".

"Por todo esto, los personas, especialmente las más jóvenes, necesitan creer en marcas que tengan un propósito que trascienda el económico, es decir que sean de triple impacto: valor económico, mirada social e impacto ambiental; este nuevo paradigma nos lleva a pensar los emprendimientos desde una perspectiva más amplia y profunda desde su nacimiento", agrega.

Sin dudas, creemos que el futuro va en esa dirección y es una tendencia que llegó para quedarse. Es un gran desafío, de esos que nos motivan a mejorar constantemente y eso nos encanta", completa el emprendedor.